Fue un ruido extraño el que me despertó de mi profundo sueño, realmente es difícil que algo me pueda despertar pero eso si lo logro. Trabajosamente me incorpore de la cama a la vez que intentaba enfocar en la obscuridad para encontrar mis pantuflas. Después de una búsqueda infructuosa decidí que caminar descalzo no era una idea tan mala. Mientras salía de mi habitación volví a oír el mismo ruido.
Asomándome a la planta baja llame a pulgas (mi perro), quien subió rápidamente con un semblante totalmente aterrado. Eso ciertamente no me dio ninguna sensación de seguridad. Volví silenciosamente al cuarto, saque mi bat y me puse los tenis; armándome de todo mi valor disponible empecé a bajar las escaleras lentamente.
Una vez abajo comencé a recorrer la casa a la par que encendía las luces, después de un rato no encontré nada extraño. Llame a pulgas (quizá el pudiera ver algo más que yo no aprecio), cuando bajo le intente cuestionar que fue lo que lo había asustado, en ese momento me sentí como un chalado (¿acaso le estoy preguntando a mi perro que fue lo que le asusto esperando una respuesta?), sentía que le estaba tomando demasiada importancia al tema, puesto que no había nada raro.
O eso era lo que pensaba hasta que lo vi apuntando con la nariz directamente al espejo que se encontraba en el recibidor. Con cierta incredulidad me acerque al espejo, sin esperar nada fuera de lo normal. Cuando llegue comprobé efectivamente que no había nada raro en el espejo. De manera estúpida (más que nada para quitarme el mal sabor de boca) le recrimine al perro que de que se quejaba sino había nada extraño, cuando por el rabillo del ojo pude ver un movimiento raro en el reflejo que hizo que mi valor se fuera corriendo más rápido que pulgas en el mismo momento.
Cuando por fin me atreví a voltear pude observar con claridad que mi reflejo me estaba saludando. En ese momento estaba a punto de perder la cordura, no sabía si lo que estaba viendo era solo un sueño raro. Debí haberlo dicho en voz alta porque mi reflejo negó con la cabeza. Mis piernas (que de por si estaban temblando) se acabaron de vencer, como pude me empecé a alejar a rastras. El reflejo exhalo en el espejo empañándolo parcialmente, después escribió "No te preocupes, no te hare daño".
Ciertamente no podía creer nada de lo que pudiera decir o escribir aquel ente que estaba en posesión de mi reflejo. Repitiendo el proceso volvió a escribir "Necesito un favor de tu parte para poder pasar al otro lado". Tuve que tomarme un momento para poder asimilar lo que estaba ante mí. Nunca había sido un creyente de esta clase de cosas, ni siquiera soy creyente de ninguna religión, pero el que me pase esto a mi me pone a dudar muchas cosas de las que antes tenía certeza.
Sin una total seguridad de lo que pasaría adelante le pregunte qué era lo que necesitaba. Volviendo a escribir en el espejo me dio las instrucciones: básicamente el proceso consistía de dos pasos sencillos. El primero era dibujar de la misma manera que el escribía, una espiral que empezara desde afuera y se cerrara en su interior. El segundo paso era recitar una oración en latín que era bastante simple.
El problema de este "ritual" (si es que así se le puede decir) es que se tiene que hacer una hora antes del amanecer. Así que ya decidido a darle la paz que se merecía al ente, opte por esperar con él a la hora indicada para poder llevar a cabo su pase al otro lado. Durante una hora atendí a su historia, él era un tipo cualquiera que por azar del destino acabo siendo secuestrado para ser sacrificio en un ritual satánico y de alguna manera acabo atrapado en una especie de limbo durante más de 10 años.
En algún momento me surgió la duda de como sabia como salir de su limbo, pero su historia me acabo atrapando hasta disipar esa pregunta entre su relato. Me conto también que en el limbo existían criaturas inimaginables que constantemente lo asechaban para destruirlo de las maneras más ruines posibles, y en ese lugar mirar atrás es totalmente indispensable si quieres evitarlos.
Al llegar la hora hice lo que él me había pedido. Empañe con mi aliento el espejo y dibuje la espiral en dirección al centro de la misma, después empecé a recitar mientras leía la frase que me había escrito:
Accipio te in limbo et praebeo corporis continentis animae tuae
Al terminar de recitar la frase todo se vio envuelto en un silencio absoluto, la obscuridad parecía absorber todo hasta que se escucharon a lo lejos una campana que toco tres veces. Después de esto voltee al reflejo y lo pude ver sonriendo de una manera que me hizo arrepentirme de haberlo ayudado. Pude oírlo claramente cuando me dijo "gracias, acepto". No logre captar lo que acababa de pasar cuando sentí una mano tomándome del cuello con tanta fuerza que creí que me lo rompería. Después salí proyectado hacia el espejo.
Lo último que pude ver fue que me encontrabaen un lugar de obscuridad casi absoluta, salvo por la luz del espejo, dondepodía ver perfectamente mi cuerpo. Cuando por fin entendí lo que paso ya erademasiado tarde. Se despido de mí, mientras me decía "recuerda cuidar tu espalda"con una sonrisa tan tétrica como perturbadora, después de eso golpeo el espejohasta romperlo. Las luces se apagaron. Reino el silencio más absoluto. Hastaque... se escuchó un rugido aterrador acercándose hacia mí.
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De odio, amor y otros vicios
Short Storypequeña recopilación de cuentos de toda clase.