Querida:
No creas que te va a ir mal solo porque tu corazón se acelera. Que tus pies se tropiecen uno con el otro o que tu lengua se trabe a medida que explicas todo lo que debes no implica que te bajen puntos. Ellos saben que sabes. Estuvieron en tu posición hace algún tiempo. Comprenden tus titubeos y tus dudas.
Si ellos pueden perdonarlos, ¿por qué no lo haces tú también? Te aseguro que sentirás un gran peso dejar tus hombros.
ESTÁS LEYENDO
Respuestas (de alguien que se preocupa)
RandomQuizás no sean las respuestas a preguntas, dudas o peticiones que tu necesitabas, pero lo son para alguien más. Piensa en ellos. Conoce acerca de ellos. En este mundo, podríamos usar un poco más de paciencia, un poco más de comprensión. Te invito a...
