Capítulo 35

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Larisa en multimedia

POV Samantha

- Buenas tardes señor Ross - dije al llegar al castillo, el señor Ross hizo un asentimiento de cabeza y después abrió el portón del castillo dejándome pasar, conduzco hasta la entrada del castillo y estaciono el auto, bajo y camino hacia la puerta, los guardias que están custodiándola inmediatamente se acercan a mi con preocupación en sus rostros, no entendía el porque

- Princesa ¿Está usted herida? ¿Por qué tiene sangre en la ropa? - preguntó uno de ellos con preocupación, miré mi blusa y recordé que cuando Jacob me protegió lo tomé en brazos, lo que puede significar que ésta seguramente sea su sangre, porque yo no estoy herida

- Oh sí, no se preocupen, no es mía - dije y sonreí, sus rostros cambiaron de preocupación a alivio y suspiraron

- Nos preocupó verla así - dijo ahora el otro guardia

- Gracias por preocuparse - dije yo, ellos asintieron y después se acomodaron nuevamente en sus puestos, yo retomé mi camino hacia la entrada, uno de los guardias abrió la puerta, le agradecí con una sonrisa, entré y no vi a nadie, caminé hacia mi habitación y al entrar Ian estaba ahí con nuestro pequeño hijo en brazos

- Mamá regresará pronto cariño - decía, sonreí ante la escena

- Regresé - dije, Ian me vio y sonrío, pero al igual que los guardias su sonrisa cambió por preocupación, recordé la sangre en mi blusa y antes de que dijera nada hablé - Tranquilo, no es mía - dije, su rostro se relajó

- Me alegra saberlo - dijo y suspiró

- Me cambiaré para poder abrazarlo, no quiero ensuciarlo - dije refiriéndome a Nathan, Ian asintió y me encaminé al gran armario que había en nuestra habitación, me quité el traje y me coloqué un vestido blanco, con un bordado realmente hermoso en la parte de arriba, con una raya café y otra color crema en la parte baja y holgado

Regresé a la habitación me acerqué a Ian y tomé en brazos a mi pequeño

- Hola mi amor, ya estoy aquí - dije al tener a mi hijo en brazos, besé su cabecita

- Te hemos extrañado - dijo Ian

- Y yo a ustedes cariño - dije - Lo llevaré a su habitación, regreso en unos segundos - dije, Ian asintió y emprendí mi camino a la salida de mi habitación para dirigirme a la de mi hijo y depositarlo en su cuna - Buenas noches hijo - dije una vez lo hube acostado y dejé un beso en su cabeza, caminé de regresó a mi habitación

- ¿Cómo ha salido todo? - preguntó Ian una vez estuve dentro, hice una mueca ante su pregunta, me acerqué a el y me senté en su regazo - Por tu expresión supongo que no muy bien - dijo Ian envolviendo sus brazos al rededor de mi cintura

- Fueron muchas emociones para un solo día - respondí, Ian acercó su rostro al mío y me besó, un beso dulce pero apasionado, se acostó en la cama conmigo encima y después dio la vuelta quedando ahora el encima mío, mis manos estaban envueltas en su cuello, dejó de besar mis labios y bajó a mi cuello (mi punto sensible) me estremecí y sentí que sonreía

- Me encanta ver lo que puedo provocar en ti - dijo en un susurro con su voz ronca y sexy, sonreí y el volvió a besarme, sus manos acariciaban con delicadeza mis piernas y poco a poco fue levantando el vestido que traía puesto hasta quitarlo completamente de mi cuerpo, después yo saqué su camisa y comencé a bajar mis manos por su muy marcado abdomen hasta llegar al inicio de su pantalón de dormir, tomé el elástico y lo comencé a bajar junto con sus bóxer, comencé a masajear su miembro mientras Ian seguía besando mis labios, y lo escuché soltar un gruñido de placer, sonreí y él me miró a los ojos y sonrió al igual que yo, en sus ojos había placer, deseo, amor, muchas cosas descifradas y por descifrar

El Contrato De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora