El Contrato De Mi Vida

Capítulo 42

POV Eitan

¿Qué es lo que este hombre dice?, Dios mío esto no puede estar pasando.

- Eitan - escuché mi nombre, sacudí mi cabeza, tenía que pensar claro en estos momentos - ¿Estás bien? - escuché preguntar a Nicholas, lo miré y sonreí

- Todo está bien - dije, miré a Leo serio nuevamente - Más tarde hablaremos, ahora vamos a rescatar a Nathan y nuestro sobrino - dije, Leo sonrió

- Entonces vamos - dijo Nicholas

- Ustedes - dije viendo a Sam e Ian - Quédense aquí - terminé

- Ian, cambia al asiento del piloto traeremos los niños a este auto cuando los rescatemos, cuando ellos estén aquí ustedes deben irse, no importa que, ustedes deberán sacar a esos niños de aquí - dijo Nicholas, todos asintieron, Nicholas, Leo y yo bajamos del auto, Ian cambió al lugar del piloto y Sam, quien se encontraba mejor, se quedó en el asiento trasero

- ¿Están todos en posición? - preguntó Nicholas, todos respondieron con un "sí" - Bien, estén todos atentos a mis órdenes, Damian y Samuel necesito que cuiden a Sam e Ian están en el auto - dijo - Los demás avancen, entraremos a la casa - terminó

Nathan, Liam esperen por nosotros, vamos a rescatarlos.

POV Nicholas

- Vamos - dije, Eitan y yo comenzamos a caminar hacia la casa - Alex, Montero, Adrián, Christian, Cameron ustedes cuiden el perímetro, Marco y Eitan vengan conmigo entraremos a la casa - todos hicieron lo que dije, Eitan y Marco entraron conmigo, la casa era grande, pero de un solo piso

- Isaac lleva a lo niños a la habitación en la que estarán - escuchamos la voz de una mujer, era Charlotte, después escuchamos unos cuantos pasos acercarse, miré a los chicos y con un movimiento de cabeza les dije que se ocultaran, todos nos ocultamos, segundos después vimos a un hombre alto y fornido, casi como Eitan, salir de una puerta con dos niños, uno de ellos, el que llevaba en brazos, era Nathan y supongo que el otro, quien lo tomaba de la mano, debía ser Liam, caminó hacia un pasillo contiguo y entró a una habitación al fondo, después de unos segundos salió y cerró la puerta con llave, caminó y volvió a entrar a la misma habitación anterior

- Nicholas - escuché mi nombre, miré a Eitan y Marco, me acerqué a ellos

- Parece que solo están ellos aquí - dije - Necesitamos hacer algo para mantenerlos ahí y poder sacar a los niños - dije, miré todo a mi alrededor para ver si había algo que pudiéramos usar, divisé una silla y un escritorio y una idea vino a mi mente - Cubranme - dije 

- Nicholas ¿A dónde vas? - preguntó Marco, caminé hacia el escritorio sin prestar atención a la pregunta de Marco, tomé la silla que estaba detrás del escritorio y la llevé hacia la puerta de la habitación donde Charlotte y aquél hombre se encontraban, la coloqué tratando de no hacer un solo ruido que pudiera alertarlos, pero fallé, cuando di la vuelta golpe un poco la silla y después vi como la manija se movía, pero la puerta no podía abrirse, comenzaron a golpearla

- Vayan por los niños, ahora - dije, Eitan y marco hicieron lo que les dije 

- ¡Abre la puerta! - gritaban, yo estaba recargado también en la puerta, tenía que evitar a toda costa que las personas en esa habitación salieran de ella, por lo menos mientras los niños siguieran en la casa - ¡Abre la maldita puerta bastardo! - esperaba que la silla y mis fuerzas fueran suficientes para retener al mastodonte dentro de aquella habitación mientras la operación se llevaba a cabo

- Nicholas - miré detrás de mi, Marco cargaba a Nathan y Eitan a quien, creo, es Liam - Vayámonos - necesitaba darles tiempo

- Salgan primero y resguarden a los niños yo los seguiré - los dos asintieron, no muy de acuerdo, pero hicieron lo que dije, les di unos minutos solamente, creí tener todo bajo control, más nunca esperé lo que sucedió después, un disparo se escuchó y un dolor inmenso se instaló en mi costado derecho, pasé mi mano en el lugar donde sentí el dolor y después la miré, sangre, habían disparado a la puerta, sentía mi cuerpo débil, pero necesitaba mantenerme en pie, necesitaba darle un poco más de tiempo a los chicos, otro disparo se escuchó, mi pierna derecha había sido herida, en ese momento caí al suelo