Society sucks. 6. Thanks, Toby.

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Caminaba por los pasillos del instituto, era hora del recreo, todo estaba lleno de gente, alumnos que salían de sus aulas como almas que lleva el diablo, algunos aún llevaban la mochila a medio de cerrar, cogían todas sus cosas y salían de la clase corriendo, sin esperarse a recoger, y pasaba lo que pasaba, gente cerrando mochilas sin mirar por donde vas andando, lo que provocaba continuos choques entre alumnos acompañados de palabras poco simpáticas "mira por donde vas, gilipollas"  y cosas así. Alumnos de primer curso con unas mochilas innecesariamente grandes, ¿qué pasa con la juventud de hoy en día? ¿no les dan espinacas? parecen hormigas, y con esas pesadas mochilas, apostaría cinco euros a que si le soplas a uno cualquiera se caerían, y, a todo esto, yo iba hacia la cafetería que está en la otra punta del patio, allí me estaría esperando Toby con un café o un bocadillo de lomo, o quizás ambas, no se cómo puede tener ese cuerpo, engulle como un pato y no engorda, interesante.

Caminaba por el pasillo, la gente me miraba con...desprecio, si pudiesen matar con la mirada yo ya no estaría aquí, me daban ganas de darme la vuelta y gritar "¿qué cojones os pasa? ¿tengo monos en la cara?" ¡oh!, fijo que algún idiota de turno afirmaría y...redobles de tambores...¡todo el mundo echaría a reír! La puta sociedad apesta, quizás si fuese una piedra hubiese sido más interesante, o un cariñoso gato.

Abrí la vieja puerta verde de la cafetería y busqué con la mirada a Toby, poco tuve que buscar, estaba sentado en una de las mesas del final, con Chris y Adam, no pude evitar sentir una arcada cuando vi a éste último, todos me estaban saludando eufóricamente con cara de anormales, obviamente puestas adrede. Me acerqué y dejé caer la mochila en el suelo, al dado de la silla la cual Toby me había guardado, al lado de él.

—Hola chicos —saludé con la mano y me agaché un poco para besar a Toby a lo que Chris respondió con un sonido de "¡uuuhh!"—. Ahora vuelvo —fui hacia el mostrador y pedí al viejo dueño de aquella cafetería, con gafas y el pelo gris, un café con leche y mucha azúcar, asintió y en menos de dos minutos ya tenía el café en mi mesa, junto con los demás, saqué una manzana de mi mochila y justo cuando le iba  apegar el primer bocado Toby se adelantó—. Eres un jodido glotón —le clavé el dedo en el abdomen, a él eso le hacía cosquillas, a mí, y a otros nos provocaba un dolor demasiado molesto.

—Bébete en café anda, se va a enfriar —señaló el café y me acercó la taza—. ¿Qué tal la clase? Dicen que el nuevo profesor es un salido, no es capaz de verte a los ojos, si tienes "pechonalidad" claro está —dejó escapar una risa un tanto siniestra—. Fijo que la golfa de Clara se sacará un diez en esa asignatura, ¿qué os parece si le regalamos unas rodilleras? —se apoyó en la mesa y se llevó los dedos a la barbilla, haciéndose el interesante, a lo que yo contesté con una colleja—. ¿Por qué me das?

—Deja a la pobre chica en paz —repliqué.

—Anna, Toby tiene razón —esta vez era la voz de Adam—. Siempre necesita un "tiempo extra" en los exámenes, profesor y alumna salen de la clase con una sonrisa demasiado culpable, ella con un 9 en la evaluación y él...relajado.

—Pero...

—¡Pero nada! —salta Chris—. Es una perra, ojo con esa, si te das media vuelta un segundo puede que tu novio la tenga enganchada de su "colita".

—Toby no se dejaría, ¿cierto? —dejé la taza de café en su platito cuidadosamente y me eché hacia atrás, pasé la mano por detrás del cuello de Toby y le di unas palmaditas un tanto amenazantes en el hombro contrario a mí.

—¿Y si me dejo? ¿qué pasaría? —se volvió hacia mí y puso una sonrisa pícara.

—Que te quedarás sin "colita" —le di un beso en la mejilla y me levanté, dando el último bocado a mi interminable manzana—. Tengo que irme, la profesora de Matemáticas es demasiado estricta con la puntualidad, maldita vieja —me fui, dejando a Toby con la palabra en la boca, me gustaba hacerlo. 

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