La gatita

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Tenía miedo de decirle pues todo mi plan se arruinaría. Su mirada fija no me daba tiempo para pensar. Tenía que decir algo ya.

Ditzah:No quiero hablar al respecto, por favor.

Yoush:De acuerdo, lo respeto...

Ditzah:Gracias.

Yoush:Bueno, ya arreglado el asunto y terminada la cena te acompañaré. Debes ir a descansar para la competencia de mañana.

Ditzah:Claro...pero nos volveremos a ver, verdad?

Yoush:Seguramente.

Ditzah:De acuerdo.

Fuí llevada por él a donde nos encontramos. Lo miré y sentí unas ganas de probar sus labios pues se veían agradables. Pero miré sus ojos y de nuevo no pude ver nada. Me desilusionó bastante pues quería conocer cómo llevármelo a la cama. Pero fue inútil.

Ditzah:Gracias por todo, Yoush.

Yoush:Por nada. Nos vemos, Ditzah.

No dijo nada más. Sólo se fué. Esperaba al menos un beso...o que besara mi mano como estuvo haciendo. Pero no puedo culparlo, le dije que no fuera caballeroso y ahora me arrepiento. Con pesadez regreso a mi habitación y sin cambiarme de ropa ni nada sólo me dejo caer en la cama boca abajo y me quedo dormida.

Soñé estupideces esa noche. Como si en vez de la mente fuera mi vagina la que hubiera soñado. Soñé que estaba atada a una cama y que varios de mis ex clientes hacían fila para follarme. Uno por uno me echaban su leche dentro cada cual en el roto que le gustaba. Sentía mi boca amarga de tanto semen que bebí. De momento en un parpadeo la fila desapareció y sólo quedaba Yoush. Estaba sin camisa y tatuado. Se veía bien malo...

En sus manos tenía una correa que luego pude ver era la de su pantalón y mis piernas como si tuvieran voluntad propia se abrieron para él mostrando lo torturados que estaban mis agujeros. Ví a Yoush sonreír tiernamente como él sabe hacer mientras se acercaba a mí. Pasó sus manos por mi abdomen húmedo de fluidos genitales y subió hasta mi cuello, el cual estaba atrapado en un collar que hasta ése momento me dí cuenta me lastimaba. Soltó las ataduras dejándome libre.

Ditzah:Gracias.

Yoush:¿Confías en mí?

Ditzah:Sí, por...

Yoush:*le tapa la boca* Sólo necesito un sí. Dilo de nuevo. *destapa su boca*

Ditzah:Sí.

Yoush:*acaricia sus labios* ¿Quieres acostarte conmigo?

Ditzah:Amm...

Yoush:*levanta su barbilla con el dedo haciendo que cierre su boca* Responde.

Ditzah:Sí.

Yoush:Estás muy herida, Ditzah. Primero voy a curar ésas heridas. Y luego me acostaré contigo. Despertaremos en la misma cama.

Ditzah:Sí.

Yoush:¿Quieres ser mía?

No sabía lo que decía. Mi cuerpo sólo respondía sí a todo lo que decía. Como si se estuviera entregando a él. Yo por dentro tartamudeaba.

Yoush:Preguntaré de nuevo, preciosa. ¿Quieres ser mía?

Ditzah:Sí.

Yoush:Para ser mía debes entregarme todo lo que eres. Tu cuerpo, tu cariño y tu fidelidad. Sólo yo entraré en tí y dejaré mi semilla. Nadie más.

Mis rodillas se doblaron como si hubieran recibido una patada por detrás.

Ditzah:Soy tuya, Yoush.

La Gata NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora