Especial 14 de Febrero

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~Narra Ciel~

¿A caso ya era de día? Que asco. No me quería ni levantar de la cama, hacía demasiado buen tiempo como para salir de ella. Me giré, quedando cara a cara con Sebastian, el cual dormía como un bebé a mi lado.
Su expresión al dormir me transmitía que estaba seguro y que podía amar a esta persona sin dudarlo dos veces.
Le aparté un mechón de cabello del rostro a Sebastian. Su piel era suave y delicada. Su color blanquecino me hacía recordar que probablemente haber hecho el contrato era lo mejor que me había pasado.

Sebastian comenzó a desperezarse al momento en que me tomaba entre sus brazos en un cálido abrazo, al cual yo correspondí.

-Buenos días, Bocchan- decía Sebastian mientras buscaba mis labios para depositar un beso después.
-Buenos días, Sebastian- dije yo mientras esbozaba una sonrisa.
Alguien tocaba con desesperación la puerta de nuestra habitación al momento en que se escuchaba la voz chillona de Grell desde el otro lado.

-¡Roja! ¡Ahora no es el momento!- grité para callar a Grell.
-¡Cállate maldito mocoso! ¡Yo debería estar con Sebas-chan en este instante! ¡Pero me tuvo que gustar Will--!- silencio y después unos quejidos.
-¡William, exijo que me bajes!- gritaba Grell por el pasillo.
-Feliz día de san Valentín a ustedes también- dijo la grave voz de Will mientras se desvanecía.

Me quedé mirando a Sebastian hasta que nuestras miradas se cruzaron, tomándome desprevenido me vi obligado a girar la mirada.
De pronto, Sebastian se posicionó encima mío y unió nuestros húmedos labios en un beso apasionado. Sus manos recorrían todo mi cuerpo. Me daba vueltas la cabeza. Era una sensación de extasío equipo nunca olvidaré. Pronto, sus manos se encontraban dentro de mi camiseta, la cual, subió hasta mis hombros para ir dejando marcas de besos por todo mi torso y abdomen.

-S-Sebastian...- jadeé al notar su lengua en mi abdomen.
Los fieros ojos de mi mayordomo, permanecieron fijados en mi cara sonrojada por un largo tiempo. Me pareció una eternidad.

Sebastian comenzó a bajar mis bóxers poco a poco hasta dejar mi evidente erección a su merced. Sus ojos se iluminaron de un momento a otro.

-Ara, ara~ ¿Será que ha crecido un poco, Bocchan~?- comentó Sebastian con voz melosa mientras se metía mi miembro a la boca.
-C-Cállate...Sebastian, en ese luga-- ¡--!- la oración fue interrumpida cuando Sebastian acercaba sus dedos a mi entrada.

El timbre de la mansión, resonó por toda ella. Era Lau. Justamente aparece en el momento más inoportuno. Me separé de Sebastian y me coloqué encima suyo.
-Esto no se va a quedar así~- dije mientras le daba un golpecito en el entrecejo.

Me dispuse a vestirme para después, bajar a recibir a Lau y a Ranmao.
-Que sorpresa, Lau- dije con un tono un poco molesto. Sebastian no podía reprimir su enojo y eso se notaba en vena de su cuello. Por un momento me pareció que golpearía a Lau hasta la muerte y que Ranmao sería el próximo plato para la cena.

-Conde, resulta que LES tengo un pequeño regalito por aquí~- dijo Lau mientras me entregaba una caja mediana de color rojo con un moño dorado y corazones de color negro.
-Bueno, gracias Lau. Yo también te tengo algo. Sebastian- dije mientras abría la mano.
-En seguida- Sebastian se giró y rápidamente me entregó dos cajas. Una para Lau y otra para Ranmao. Ambos eran yukatas con bordados de dragones chinos. Lau y Ranmao quedaron más contentos.
Lau no pudo evitar soltarse de Ranmao oara abrazarme. Pude sentir la mirada mortífera de Sebastian sobre los hombros.
Una vez que Lau me soltó, Ranmao volvió a tomarlo del brazo protectoramente. Se retiraron con cortesía.
Dejé salir un suspiro.
Cuando estábamos a punto de subir hacia mi oficina, el timbre volvió a resonar. Esta vez era una entrega de la reina.
Recibí dos cajas. Una con el nombre de Sebastian, y otra con el mío.

Kuroshitsuji WhatsApp Parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora