El 1 de enero le llamé a casa para felicitarle el año nuevo, me cojió el teléfono su madre, su voz era rara, algo entrecortada. No se como pero fui a parar a la puerta de su casa, levanté la cabeza y ahí estaba él, ¡Dios mio lo que sentí!. Al verme se asustó, en la cara se le veía terror, ¿no decían que todavía no había vuelto de viaje? tal vez acababa de llegar...Salió a la calle y me saludó, ¡le vi tan diferente!...
-Hola Marta, pasa, perdón por mis pintas lo que pasa esque traigo un costipado tremendo y no puedo salir a la calle, me pondría peor.
-No te preocupes, solo necesito algunas explicaciones de porque has desaparecido todo este tiempo, sin ni siquiera recibir una llamada tuya.
-Necesito decirte algo...algo que cambiará nuestra vida para siempre.-Esas palabras me dejaron más nerviosas...¡no quería perderlo!. -Mira Marta, este amor ha sido bonito, pero he conocido a otra chica, otra chica que me roba el sueño, y aunque tu fuiste mi primer amor esto ha acabado, lo siento pero todo en la vida tiene principio y fin, realmente nunca te he querido, solo quería pasar el tiempo y olvidarme de las relaciones largas, por eso fingí que me importabas.
Sus palabras me dejaron muy desconcertada,aunque fueron muy sinceras, recordé cuando lo conocí, las palabras que me dijo cuando me enteré de lo de Marcos:-yo respeto mucho a las chicas, y por supuesto que no busco acostarme con ellas. Él me había engañado al igual que Marcos. En ese momento mi madre llamó y me dijo que volviera a casa, notó mi voz rara y sabía que algo había pasado. Noté como las lágrimas caían sobre mis mejillas y salí corriendo de su casa, no podía ser que el amor que supuestamente sentía por mí hubiera acabado.
Al siguiente día era domingo, y como todos los domingos me fui a jugar al tenis con Andrea. Allí estaban todos sus amigos, hablando entre ellos y mirándome, sabía que Luis les había contado todo y que seguramente se estarían riendo de lo ingenua que fui, uno de ellos se acercó y me dijo:

Merece La PenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora