© Todos los derechos reservadosContenido adulto
Él pequeño rubio miraba curioso a su padre, con el interes picando en él. Más especificamente, el libro que se adaptaba con perfección a sus grandes y rasposas manos, siendo sostenido con fimersa por él mayor. Éste era simplemente hermoso, a la vez que aterrador, pues su portada era bastante llamativa.Al frente tenía una tormenta desencandenandose, una lluvia de sangre, dando algún significado que él menor no lograba descifrar. Y una pequeña femina que hacia que el lector inmediatamente posara su vista en ella, déjando en segundo plano a la intensa lluvia que se impregnaba en las ropas de ésta.
Era una escalofriante niña encapuchada, haciendo que su largo vestido negro entonara con la misma. En sus pequeñas y palidas manos sostenia un arma, mientras la bala salía disparada de ella, dónde el titulo se lograba distinguir en una hermosa y cargada caligrafia color carmesí.
Simplemente era aterradoramente preciosa. Podía llegar a hacer estremecerte, que una corriente de energia negativa cruzara por tu cuerpo, pero también llegaba a ser algo que te atrapaba, te hacia desear sumergirte entre sus fascinantes páginas, mientras un dolor se incrusta en tu pecho y una sonrisa se plasma en tus labios.
Porque si, hay cosas que sabemos nos hacen daño, pero aún así lo hacemos. Después de todo está en la naturaleza del ser humano, ser estúpidamente arriesgado, y depende de quien es el que hace el acto en salir bien librado o lastimado, incluso muerto. Pero vamos, a veces es necesario hacer cosas que podrían matarnos para sentir que aún tenemos que seguir en el espinoso camino, la vida. Te puede tomar del cuello para asfixiarte, dispuesto a asesinarte, pero irónicamente es la única manera que tienes para seguir viviendo.
Claro está, si es que eres una persona con esos deseos.
—¿De qué trata el libro, papá? —preguntó él mismo curioso que seguia mirando lleno de intriga en dirección a las manos de su padre.
Él hombre frente a él levanto la cabeza, despegando la vista de su adictante lectura. Estaba tan sumergido entre las lineas, que no había escuchado las rápidas pisadas de su hijo haciendo anuncio de su llegada.
Con lentitud dejo que los lentes que se sostenian de ambas orejas, se deslizaran con suma delicadeza, rozando suavemente contra las mismas. Le echo un último vistazo a la página número 278, estaba a punto de rebelarse que él protagonista por fin despertaba del coma en el que se encontraba. Le hubiera gustado seguir leyendo unos minutos más, aunque ya lo haya hecho más de cinco veces, ese libro era tan adictivo que le costaba apartarlo de sus manos. Y siempre quería leerlo otra y otra vez, hasta que sus fragiles páginas se desgarraran del uso, destrozando la historia...literalmente.
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Los fantasmas de Mica [Trilogia Asfixia #1] ©
RomansMica Olsen. Ese es el nombre que escucharias por todos los barrios más peligrosos que se encontraban en la calle Bronx, claro está, si tuvieras los suficientes pantalones como para adentrarte en alguna de ellas. Pero no hay de que culparse, pocos so...