Alex Wolff

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Me desperté temprano para terminar de hacer mis maletas y ya irme pues estaba muy emocionada, en que baje las escaleras vi a mi mamá y ella estaba llorando.

-¿Mamá?¿Que te pasa?- dije preocupada

- Es que ya no te voy a ver todos los días- dijo limpiándose los ojos

-Mamá- dije sonriendo - tranquila, voy a pasar los fines de semana aquí, además tu no te preocupes yo vendré en la tarde para ver como estas- dije tratando de hacerla sentir mejor.

-¡Gracias hija!- dijo feliz

Subí a mi cuarto agarré mis 3 maletas y baje a despedirme de mi mamá y luego me fui a mi auto, la verdad no me imaginaba que estar un tiempo sola me haría reflexionar tanto.

<< No puedo sentir nada por Asa, solo estoy ahí por mi trabajo>>

Me repetía eso millones de veces, hasta que decidí aceptarlo. Llegue a la casa y estaba Jacqueline metiendo cajas y maletas a su auto.

-¡Buenos días!- dije

Luego noté que Jacqueline estaba hablando por teléfono, ella volteó me dio una sonrisa muy linda y siguió en lo suyo. Entre a la casa y la observe detenidamente mientras caminaba, hasta que sentí como choque con alguien y mis maletas salieron volando.

- ¡Oh dios mío! De verdad lo siento- dije creyendo que era Asa.

-N....no te preocupes fue mi culpa- dijo un chico delgado parecía bastante tímido pero estaba muy guapo.

- De verdad perdón- dije apenada mientras lo observaba.

-¿estas bien?- me dijo mientras me ayudaba a buscar mis maletas.

- Si gracias- dije tranquila

- ¿Como te llamas?- me dijo nervioso

- _______ y ¿tu? - dije sonriendo

- Alex Wolff - dijo Asa con un tono molesto.

- Pero el ya se va ¿Verdad Alex?- dijo molesto.

- Ah claro adiós ______ un gusto conocerte - dijo Alex sonriéndome

- Adiós Alex un gusto - dije feliz

<< Que guapo chico, además es amable>>

Se fue Alex y volteé a ver a Asa y el me dijo:

- No te creas el no es un Santo, es todo un mujeriego - dijo molesto

-Vaya quien lo diría a mi me pareció que era todo lo contrario- dije un poco triste.

A lo que el solo me contesto con una mirada un poco molesta.

-Em... Asa - dije tratando de romper el silencio incomodo.

- si - dijo cortante y yo solo baje mi mirada.

- nada olvídalo, voy con tu mamá- dije triste y me fui sin dejar que Asa me respondiera.

En que salí vi que Jacqueline estaba sentada en la cajuela viendo a la nada, y yo decidí acercarme.

-¿Jacqueline? ¿Estas bien?- dije preocupada.

- ______ claro! ¿Que paso?- me dijo cuando se dio cuenta de mi presencia.

- Es que quería saber cual seria mi habitación- dije

- ¡A por supuesto! Vamos- dijo mientras entraba a la casa.

En que entramos a Jacqueline le llego una llamada y me dijo que esperara un momento a lo que yo solo asentí. De pronto sentí como tocaron mi hombro.

Una niñera para Asa butterfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora