Fueron los momentos más dulces que pase junto a ella el periodo que esto duro, recuerdo bien que la primera vez que tuvimos relaciones, fue poco antes de mi cumpleaños, ella en su afán de hacerme un gran regalo, intentaba bajar algunos materiales para hacer manualidades de una repisa alta, en ese intento la silla donde estaba se movió haciéndola perder el equilibrio, para mi suerte y la de ella, pasaba justo cuando sucedió, cayó sobre mí y su sonrisa nerviosa, sus coloradas mejillas se paraban de encima de mí, pero en su intento la volví a jalar contra mi pecho, y comencé a besarla, pronto ella estaba sobre el suelo, y mi deseos de tenerla y de tocarla bajo esa ropa me supero, nos superó, y terminamos en la cama, amándonos de la manera más perversa de la más hermosa, consumamos todo ese amor que nos estaba volviendo locos. Sin duda ese fue un gran regalo de cumpleaños. Y el último que tuve de ella.
Durante el tiempo que estuvimos juntos algo que no esperaba sucedió, dicho evento me llevo a la más terrible de las tristezas, de las agonías. He vivido muchas historias junto a ella y sin ella, y ahora debo dejarla partir, debo resignarme a vivir sin ella, pero está bien yo solo hubiera causado más daño, de no haberla soltado.
La locura que esconden nuestras almas, que se desborda con el tiempo suele ser peligrosa, esa suele matar por las causas más horribles en el mundo....
La mañana del sábado, ella comenzó a romperlo todo gritaba desconsolada como un animal herido, era realmente triste verla en esas condiciones, intente abrazarla pero ella me alejaba con tal fuerza que termine con cientos de libros sobre mi cuerpo, debido a que golpee la pared la repisa vieja se vino abajo, la escuchaba gruñir, y todo lo que pensé es que la maña de gruñirme y atacarme con libros era su forma de defenderse de mí, siempre ha sido así,
No sabia que hacer exactamente, pero inmediatamente llame a la clínica, ellos llegaron casi de inmediato, tardaron cinco malditos minutos en llegar pero parecía una eternidad, y aun así me dedique a golpear al enfermero en mi desesperación, el cual me retuvo y me calmo, para volver en mi y así ver como la tomaban por los brazos, ella me miraba con furiosa y no dejaba de gritarme, yo solo oía esa voz que me golpeaba el alma, que me reclamaba sus muertes que me culpaba de todo.
Llegando a la clínica rápidamente la atendieron y pudieron controlarla con un sedante, el psiquiatra se me acerco para hacerme algunas preguntas sobre su conducta de Mina, que había sucedido para que ella se pusiera así, aunque yo realmente no lo sabía, cuando yo entraba por la puerta de mi departamento la vi que estaba tirando todo al suelo, que rompía pedazo a pedazo los libros de la estantería, quise detenerla pero ella solo me empujaba, intente abrazarla pero ella no me dejaba, el medico solo me dijo que quizás ella había puesto en mí el recuerdo de cada doloroso suceso, que ella necesitaba poner en alguna parte todo sus sufrir y en ese momento cuando volvió la locura a su mente, usted mi señor fue en quien descargo cada recuerdo y sentimiento, ya que es parte de sus recuerdos.
Me temo que mientras usted este con ella, puede volver a suceder de nuevo la recaída.
Mi mente después de todo esto se puso en blanco, sentía como las lágrimas brotaban de una a una hasta convertirse en diluvio, mi corazón sentía una opresión que solo había sentido en la época en la que la perdí.
De pronto mi vida perdió sentido, salí huyendo del lugar regrese a mi departamento tome las llaves de mi auto, subí en él, al ponerlo en marcha viaje alrededor de dos horas hasta llegar a aquel pueblo, donde todo había comenzado, recorrí cada plaza, el jardín y la escuela, camine por fuera de su casa y note el cartel de se vende y por mi mente paso, quien quiere quedarse en un lugar donde las personas que amaste han muerto o se enloquecieron, vaya terrible pensamiento pero era lo que sucedía.
Visite a mis padres a los cuales no había visto en años, los abrace con tal fuerza que sentí su calidez dándome ánimos, como si lo supieran todo. Me quede alrededor de una semana ahí en mi casa, sin salir encerrado en mi habitación, la cual aún conservaba su aroma, o al menos yo podía olerlo, tome uno de mis libros, sin abrirlo me recosté sobre mi cama, y las lagrimabas volvieron a mí, la tristeza me invadió de nuevo, perdía el sentido, ya no podía estar con la mujer que amaba sin hacerle daño, yo también estaba muriendo. Yo también estaba perdiendo mi cordura.
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"Recuerdos de un triste amor"
Cerita Pendek"Soltar su mano fue lo más doloroso que me pasó en la vida, pero ya era tiempo de dejarle ir. Me sentiré solo, la extrañare más que el café por las mañanas y vaya que el café era mi vida antes de ella. Me pregunto qué tan mala persona fui en otra vi...