El Guardián Portagas D Ace/ Trafalgar Law / rayis

Nombramiento

-¡No Luffy!, no digas nada- dijo la chica tapando con su mano la boca del chico.

-Pero...- trató de zafarse, cuando notó la tristeza de su hermana no dijo más.

-Regresemos al templo- dijo con voz quebrada.

-déjame golpearlo, yo pensé que el...- insistió el menor.

-ya sabíamos que tenía novia, y a lo que me arriesgaba- dijo ella tratando de sonreír.

-(t/n)- dijo Luffy abrazó a la chica tratando de confortarla.

La chica de brillantes ojos (t/c) con su inseparable hermano estaban sentados en las escaleras de emergencia, habían ido al departamento de Trafalgar Law, para sorprenderlo. Law era un estudiante de medicina, en quien (t/n) había puesto el ojo. Se enamoró del chico a primera vista, por esa y otras razones hizo todo lo posible por ser parte de su círculo social, con el pasar de los meses se volvieron muy buenos amigos. Así, fue como se enteró que tenía novia, pero más de nombre que una relación formal. Era cuestión de tiempo antes de que se disolviera. Eso es, lo que quiso creer.  La realidad fue distinta cuando ella y Luffy arribaron al quinto piso y al abrirse la puerta del ascensor pudieron notar como Trafalgar y una hermosa morena de largo cabello negro se besaban con pasión. El cuerpo (t/n) tembló al verlos, tomó la mano de su hermano abandonando de ese lugar.

-Regresemos (t/n)- dijo Luffy extendiendo su mano para la tomará.

-Sí, el trató terminó- respondió al notar que el brazalete que portaba en su mano derecha se rompió en dos pedazos.

-Los monjes lo saben, si quieres despedirte del resto haré tiempo- dijo Luffy tratando de animar a la chica.

-No será posible, ellos se encuentran en la entrada del edificio- dijo ella emprendiendo el descenso por las escaleras.

-Puedo encargarme de ellos, ¡shishishi! - dijo Luffy con confianza.

-Es nuestro hermano y Ace- dijo ella con una sonrisa forzada.

-Esos miserables, modificaron su presencia y así no percibiera su llegada- dijo Luffy descendiendo con rapidez a los últimos escalones. Abrió las puertas de cristal, para encontrarse con ellos. Eran dos jóvenes altos e imponentes.

El primero de ellos Portagas D Ace, un chico serio y frío. Su pasado lo marco creciendo con desconfianza en la gente y cierta amargura. Por fortuna, en el templo conoció a los inseparables hermanos convirtiéndose en un amado miembro, a pesar de no compartir la misma sangre, el vínculo que crearon los cuatro fue más allá de una simple amistad, se veían como familia. Con el tiempo Ace amó a los tres chicos a su manera, un sentimiento inesperado desarrollo hacia la chica, por temor a quebrar esa relación mantuvo sus sentimientos en secreto.

El segundo joven era Monkey D Sabo, el hermano mayor de Luffy y (t/n).  Un chico sereno, amable y alegre.  Su meta primordial era mantener a su familia unida.  El hizo esa promesa cuando (t/n) cumplió seis años, el día en el que cambio la vida de los jóvenes por completo. Ya que el fuego sagrado revelo al monje supremo Sakazuki el siguiente guardián.

-¡Hey! Dejen que (t/n) se despida de sus nakamas- dijo Luffy molesto y listo para atacar si fuera necesario.

-Déjalo Luffy, ¿además que les diría? – dijo ella quitándose el brazalete roto.

-(t/n) tiene razón Luffy,  Sakazuki-san espera su regreso, bien sabes que ella no debe estar lejos del templo. El brazalete contenía su poder- dijo Ace con cierta tristeza en sus ojos. Él también hubiese querido que la chica se despidiera de sus amigos, había formado hermosos lazos los dos últimos años. Sabo y Ace reprendieron con la mirada a Luffy, que ya no insistió más.  (t/n) observo por última vez el lugar que creyó sería su hogar por siempre, no obstante, no se arrepintió disfrutó ese tiempo, solo hubiera deseado haber conquistado el corazón del azabache, así como él lo hizo con el suyo.