Suena un despertador, son las 8:00 de la mañana, Alma no recordaba por qué puso la noche anterior la alarma, así que olvidó que había sonado y se dio media vuelta en la cama.
—¡Alma, despierta ya, vas a llegar tarde tu primer día de clase! — exclamó su madre.
Alma al escuchar la frase "tu primer día de clase" dio un salto de la cama, cogió el móvil, vio que día era y bajo corriendo las escaleras hasta llegar a la cocina donde estaba su madre preparandole el desayuno.
—Lo había olvidado por completo, gracias mamá — admitió mientras empezaba a desayunar.
—¿Quieres algo de comer para la salida?— preguntó su madre
—No mamá, gracias, ya tengo demasiados nervios encima como para comer más—
Era el primer día de clase de Alma de primero de bachillerato, aunque solo fuese la presentación, estaba nerviosa y no se podía creer que después de tanto tiempo intentando convencer a sus padres de estudiar ciencias, que es lo que ella ha querido siempre, lo haya conseguido. Sus padres siempre quisieron que ella fuera periodista y que se metiera a letras.
Alma terminó rápido de desayunar y se fue corriendo a la ducha, no quería llegar tarde en su primer día. Consiguió prepararse a tiempo, con suerte ya tenia la mochila preparada con los libros y todo necesario desde el día anterior.
—¡Mamá, me voy a clase!— exclamó
—Mucha suerte en tu primer día Alma, y recuerda, intenta ser simpática, no siempre tan fría— dijo su madre frunciendo el ceño
—Gracias mamá— respondió haciendo como si no hubiera escuchado el resto.
Abrió la puerta de casa, dispuesta a comerse el mundo. Estaba nerviosa, pero tenía la corazonada de que todo iba a salir bien.
Comenzó a andar, el instituto no estaba muy lejos, como a tres calles, se podía ir perfectamente andando. Yendo a clases, vio un grupo de chicos gritando y empujando a otro chico. Él, inocente, solo andaba con la cabeza agachada, las manos en los bolsillos, sin decir ni una palabra. Alma, tan valiente como siempre se acercó a decirles unas palabras.—¿Podéis dejarle en paz? Cuando vais en grupo sois todos muy valientes y cuando vais separados sois unas nenazas— aclaré con decisión
—Tu no tienes nada que ver en ésto, lárgate— exclamó un chico del grupo.
Alma cogió al pobre chico del brazo y lo llevó con el alejandose de aquel grupo.
—Soy Alma, encantada, ¿tú eres?— preguntó
—Hola, yo soy Mikel...— dijo nervioso
—¿Vas a ese instituto?— dijo señalando el suyo
—Si, hoy empiezo bachillerato— aclaró
—¡Yo también! Supongo que estaremos en la misma clase. Una pregunta, ¿el grupo de antes vendrá al instituto también?— preguntó Alma levantando una ceja
—Si, pero son mis amigos, no pasa nada...— dijo temblando
—Los amigos están para cuidarse y defenderse, no para pegarse— aclaró
Una vez dentro del instituto Alma se quedó mirando a todos lados, no lo recordaba así cuando echó la ficha de inscripción.
—Mikel, ¿sabes dónde tenemos que ir?— preguntó Alma
— Al salón de actos, ahí dirán en que clase vamos cada uno, ven conmigo— dijo Mikel sonriendo
—Gracias, y recuerda, esos no son tus amigos, si te vuelven a hacer algo no dudes en decirmelo, puedes confiar en mí, ¿queda claro?—
—Si...— respondió Mikel
—Ahora vamos al salón de actos, te sigo—
Alma agarró bien su mochila y se puso en camino junto a Mikel hacia el salón de actos.
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Dejame conquistarte.
RomanceAlma, una chica de 16 años, con mucho carácter perdida en un nuevo instituto, sin tener ni siquiera claro qué hace allí, ni el por qué no continuó en su antiguo instituto. Ella ha sido siempre de muy buenas notas, nunca fallaba a sus padres. Alma de...