-¡...No! ¡No, no, no, no!-
Gritaba Kyoya completamente histérico jalando sin cuidado sus nuevas compañeras que estaban sobre su cabeza, lastimandose en el proceso, dándose cuenta que efectivamente eran reales.
Elegantes y perfectas orejas de gato se alzaban sin pena alguna por sobre su cabeza, de un color casi igual al de su cabello, sin embargo eran un poco más oscuras. Al despertarse de una pequeña siesta y verse frente al espejo del baño lo primero que pensó fue que eso era una clase de broma que alguien le había hecho y que sólo era una típica diadema en su cabeza, pero al ver que inconscientemente las había movido tal cual lo hacia un gato se puso a gritar como loco.
-¡¿Cómo es posible que pase esto?!- continuó quejándose en peliverde viéndose al espejo con cara de angustia, no eran muchas las cosas que lograban hacerlo perder así la calma, pero eso realmente ameritaba su total pánico.
Tal vez esa habría sido la razón del terrible dolor de cabeza que había tenido todo el día, y la razón por la cual se fue a dormir esa tarde.
Después de haber caminado y recorrido toda su casa más de tres veces preguntándose una y otra vez cómo era posible que eso sucediera, se calmó respirando hondo un par de veces.
-Calmate... Respira- se decía cerrando sus ojos y pasándose las manos por la cabeza, acariando sus nuevas compañeras en el proceso, lo cual, extrañamente lo calmo más de lo que pensó...Ya se estaba volviendo loco y su cuerpo pensaba que era un gato- Voy...A tomar una ducha, y después voy a...- dejó de hablar moviendo su cabeza en una dirección fija repentinamente, vio la puerta de su habitación fijamente, su oreja izquierda ejecutaba la misma acción y se quedando completamente pasmado...
¡Estaba escuchando el maldito goteo del grifo del baño que estaba en la otra habitación! ¡¿Cómo mierdas podía hacer eso y escucharlo con tanta claridad!?
Se revolvió el cabello aún más confundido, realmente se estaba convirtiendo en un gato y estaba asustado y en pánico.
¿Qué se supone que le estaba pasando?
-...Bueno, Tal vez...-un poco más tranquilo, decidió que lo mejor sería quedarse en su casa encerrado hasta que hayara la manera de poder solucionar el problema, fue una buena idea durante los primeros 5 segundos pero... No podía. Hacía días que no habia hecho compras y no había nada de nada en toda la casa a excepción de pasta de dientes -Y si...-llevó una mano a su barbilla en una pose pensativa. Si le pedía a alguno de sus amigos, como Gingka o Benkei, que les llevara comida para poder encerrarse y comenzar a vivir como un ermitaño fenómeno, todo estaría bien...Pero cualquier de ellos era muy entrometido y seguro le obligarían a decirles la verdad a como diera lugar, y eso era lo que menos quería ahora, o más bien nunca. Se pasó las manos por la cara quejándose de forma infantil, miró el reloj a un lado de la cama, marcaba las 5:38 PM, el sol estaba comenzando a esconderse y la habitación se veía un poco naranja por la luz natural del sol. La única opción que le quedaba era tomar su bolsa e irse de la ciudad a ver en donde podía ocuparse de ese extraño asunto, ya estaba acostumbrado a salir a donde se le diera la gana, así qué, una vez más no le haría mal a nadie.
Comenzó a guardar algunas cosas en su bolso de viaje, que lo que menos hacía era ocupar espacio. Lo tiró sobre la cama para poder tener las manos libres y buscar lo que necesitara; dinero, identificación, cepillo de dientes, ropa interior...¿Qué? No por ser el rey de las bestias tenía que comportarse como una. Al tenerlo todo lo que podría necesitar, caminó hacia la cama de nuevo para guardar las cosas, sin embargo, un extraño desliz lo hizo caer a la cama abruptamente, se sostuvo a las sábanas con fuerza respirando de forma agitada con medio cuerpo fuera de la cama, más cosas estaban regadas por el suelo y la misma cama mientras el sentía una molestia en su espalda que descendía hasta su cócsis, se quedó quieto por un par de minutos asustado quejándose de forma silenciosa, hasta que todo el dolor y la incomodidad se fueron reduciendo y pudo respirar tranquilo. Se levantó de la cama completamente confundido por lo anteriormente vivido y tratando de ignorarlo continuó guardando sus cosas en la bolso.

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Kyoya-Neko [Ryuga x Kyoya]
RomanceUn día común y corriente Kyoya despierta con un pequeño problema que va a hacer que su día cobre un giro de 360°, algo de lo que creyó que sólo pasaba en historias para niños o en extrañas películas japonesas... Unas perfectas y peludas orejas de g...