Capítulo 2.

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*El presente*

Toco la puerta de mi salón a manera de pedir permiso para pasar.

-Llega 20 minutos tarde señorita Cristerna- me dice la profesora mientras se limpiaba las gafas en su camiseta blanca.

-Disculpe tuve un inconveniente al venir- le conteste, ella hace un gesto con la mano que quiere indicarme que pase y tome asiento, me dirijo a mi lugar y me siento.

-Bien, ¿Quién ya termino de leer Matar a un Ruiseñor?-dice la profesora, levanto mi mano junto con otros cuatro compañeros.- Muy bien- dice- bueno ahora- las clases pasaron normalmente y ya era la hora del receso me levanto de mi asiento para ir a la biblioteca, me gustaba estar ahí era el único lugar donde no había gente en la escuela, cuando siento que alguien me agarra del brazo, es un chico de mi salón pelirrojo se llama Blaine-Hola Marlene- me dice con una enorme sonrisa- ¿A dónde vas?.

-Hola Blaine, a la biblioteca-conteste.

-Oh- me contesta- ¿T-te puedo acompañar?- se veía algo nervioso y no me miraba a los ojos, asentí con la cabeza, me sigue en silencio hasta la biblioteca, de vez en cuando volteo a mirarlo para ver si sigue atrás mío y parecía tener una especie de discusión silenciosa consigo mismo, al llegar a la biblioteca tome un libro de el estante.

-¿Escuchaste el rumor de un ataque? –me dice el chico mirando al piso lo miro y no le digo nada me sorprendió que ya tan rápido se hayan enterado, me siento y se sienta al lado mío, noto que está muy nervioso por que escucho su corazón latir rápidamente y veo sus manos sudorosas.

-¿Te encuentras bien Blaine?-Pregunto con auténtica preocupación.

-S-s-si-contesta tembloroso, no parece estarlo pero no le insisto, se lo que se siente sentirse mal y ser abrumado de preguntas que no quieres contestar.

 O-oye Mar-Marlene- habla después de unos minutos en silencio con una voz muy temblorosa y bajita mientras traga saliva, lo miro fijamente esperando a que prosiga, deja de verse las manos y me mira a los ojos, vuelva a tragar saliva - T-tu m-me gustas- cuando dice eso cierra los ojos y en seguida baja la mirada pero la vuelve a levantar hacia mi, no estoy sorprendida y lo nota -¿Ya lo sabias?- me dice muy bajito.

-No- miro el libro que sujetaba en mis manos.

-Oh…bueno supongo que después de que se te declaran casi todos los días ya nada te sorprende- eso es cierto los chicos siempre se me habían declarado desde la secundaria, todos diciendo las mismas palabras “Eres la chica más hermosa de la escuela” y esa clase de estupideces, la cosa de las declaraciones aumentaron en la preparatoria, en la secundaria los rechazaba con amabilidad, pero con lo sucedido ya los dejo hablando solos, a Blaine no podía hacerle eso porque es una especie de amigo, me agradaba por que no era muy hablador era bastante callado y reservado, no me hacía preguntas y de una cierta manera me gustaba su compañía silenciosa.

-Sabes- me dice hablando bajito, yo lo miro y se queda en silencio durante un buen rato- ya debemos regresar al salón- dice levantándose y extendiendo su mano para ayudarme, algo más por lo que me agradaba era intuitivo, acepte su ayuda y nos dirigimos al salón, las horas transcurrieron normalmente y a la salida me dirijo a mi departamento, mis padres me dejaron una cuenta de banco en caso de que algo así llegara a pasar, además de dejarme este departamento amueblado, no fui a un orfanato ni nada parecido porque ya estoy grande y soy muy independiente. Llego al edificio en donde se encuentra a mi departamento –Buenas tardes señorita- me dice el portero –Buenas tardes John- le digo, me dirijo a mi departamento que se encuentra en el primer piso al abrir la puerta dejando a la vista aquel departamento  tiene una sala bastante amplia, una cocina de igual tamaño y un cuarto con baño, el departamento es bastante grande por lo que un creería que tenía más de dos habitaciones, en la sala tiene un sofá negro de piel en forma de L y un piano encima de el la fotografía de la boda de mis padres que llevaba en mi cartera ese día,  una mesita de centro de cristal y un librero en una esquina, en frente del sofá hay un mueble con una pantalla plasma que solo enciendo más que para ver las noticias, hay un sofá reclinable café de color negro al lado del librero en el que me  la paso leyendo casi todo el día, mi habitación tiene una cama matrimonial, una mesita de noche hecha de manera al lado con una lamparita encima, un closet de madera color vino, al lado del closet está la puerta que dirige al baño que tiene una tina donde podrían caber dos personas, además de tener regadera, tiene un espejo rectangular bastante grande y al lado de este se encuentra un botiquín de primeros auxilios. La cocina tiene muchos aparatos electrodomésticos, licuadora, tostadora, etc. De la más alta tecnología, y un desván para poner la despensa, al lado de la cocina está el cuarto de lavado que es bastante grande, tiene una lavadora y una secadora además de un lavadero, la ropa sale tan seca que no tengo que tenderla.  Dejo mi mochila en mi cuarto y mi cartera encima del piano,  voy a la cocina y veo el espacio grande que se encuentra en la cocina y recuerdo que allí había una mesa cuadrada de madera y vidrio cuando llegué la cual el primer día que llegue destroce en un arranque de ira y soledad, me calenté comida en el microondas y me fui al sofá negro y puse mi comida en la mesita de centro  encendí la televisión para mirar las noticias mientras comía, cuando la apague y fui a dejar mis platos a la cocina me dirigí a mi cuarto a buscar ropa para bañarme mientras llenaba la tina, salí de bañarme me vestí  y me puse mis botas, me dirigí al piano y empecé a tocar pero antes de poder seguir una balacera inicio en mi cocina, así que me tire al piso poniendo  mis brazos sobre mi cabeza alce un poco la vista y vi como todos los vidrios y astillas salían volando por los aires, algunos cayéndome encima causándome cortados, estire el brazo para alcanzar la fotografía de mis padres y mi cartera y justo cuando la tome una bala atravesó mi ventada y me rozo la mano haciendo que mi mano empezara a sangrar pero aun así tome la foto y la saque de su portarretratos y la metí en la cartera y me la guarde en el short de mezclilla, pensaba en como escapar “La ventana del baño” fue mi primera idea ya que daba hacia la parte trasera del edificio y no me verían salir por  el baño y dejando una marca de sangre que se limpiaba con mi camiseta, llego al baño y ya habían dejado de disparar hacia mi casa así que me quede en momento parada en silencio al lado de la ventana del baño, no tardo mucho para que escuchara como tumbaban la puerta principal para entrar a mi casa, mi primer impulso fue romper la ventana pero sabía que eso haría mucho ruido así que la abro y me voy  por ella, me alejo corriendo, corro durante una media hora sin detenerme a mirar atrás, al llegar a un callejón entre dos edificios que por su fachada llevaban años vacíos, me senté en el suelo, no tenía a donde ir, saque la cartera que solo tenía 200 pesos y la tarjeta del banco, miro la fotografía de mi padres queriendo preguntarles por qué había pasado esto, cuando me di cuenta, intentaban asesinarme porque era la única de mi familia que quedaba, era claro que esto era una venganza personal; me levanto y me dirijo  hacia el otro lado del callejón cuando llego a la calle de una camioneta negra parada al otro lado del callejón salió un señor de por lo menos 40 años, alto y fornido con cada cabello de su cabeza blanca, vestía un traje negro y unos lentes obscuros, apreté mis puños preparándome por si tenía  que defenderme

-No será necesario que se ponga a la defensiva señorita Cristerna -¿Cómo era que sabía mi nombre?¿Acaso también quiere matarme? Aunque su tono de voz sonaba demasiado cálida y algo familiar – No, señorita no planeo matarla si no todo lo contario- lo dice como si me estuviera leído la mente así que bajo los puños.

-¿Quién es usted?-Le pregunto curiosa.

-Entre, y le diré absolutamente todo lo quiera saber.

-¿Por qué habría de hacerlo?-Di un paso hacia atrás.

-Porque yo conocía a tus padres, Kurt y Angie Cristerna - Escuchar sus nombres fue doloroso pero no podía hacerlo notar, no podía mostrar debilidad ante alguien que se bajó de una camioneta justo el día en que intentaron asesinarme así que solo me limito a seguir viéndolo directamente a los ojos - También sé que hoy intentaron asesinarte, y créeme que yo no tuve nada que ver en eso y…

-Disculpe pero no creo que alguien que intentara asesinarme me lo diría-lo interrumpo.

El esbozo una sonrisa-Muy suspicaz- hace un minuto de pausa sin dejar de sonreír como  si esperara a que yo se la regresara- veo que no podre convencerte- dice dando un paso hacia mi lo que me hizo reaccionar y prepararme para un ataque,  sonríe rápidamente y extiende su mano abrió su palma en ella estaba la placa de cuando mi padre había estado en la armada la tome y lo mire- El mismo me lo dio para que te lo diera- supe que no mentía, mi padre siempre me había dicho que haber estado en la armada fue lo segundo mejor que le había pasado, después de su familia, y que esa placa se lo recordaba.

Miro al piso y finalmente decido subirme, adentro habían cuatro personas más con traje y con unas mascaras sobre los ojos me senté y me puse alerta por cualquier cosa fuera de lo normal.

Hubo unos minutos de silencio -¿De dónde conoce a mis padres?- fue lo primero que pregunté habían cosas más urgentes que preguntar pero eso era lo que más quería saber, necesitaba tener una parte de ellos y esperaba que el fuera una forma, se limitó a sonreírme –Creí que lo primero que querías saber era quien soy- sonríe ampliamente- soy James McCarthy, llámame McCarthy, y con respecto a tu pregunta, trabaje con tus padres en I.B-lo mire más fijamente-trabaje con tu padre y con el tiempo se convirtió en mi mejor amigo, luego conocimos a tu madre y bueno ya te imaginaras, me convertí en su padrino de bodas y…- hizo una pausa como si estuviera teniendo un recuerdo muy agradable, me miro y me dio una sonrisa como las que me daba mi padre, eso hizo que mi pecho se comprimiera de nostalgia- también en tu padrino- abrí un poquito la boca como si fuera a decirle algo aunque no es así, de su saco saca unas fotografías y me las da, era el con mis padres abrazados, y conmigo recién nacida en sus brazos y así eran las otras cinco fotos verlos así a todos felices me hizo querer llorar pero me contuve.

-Y ¿Qué busca de mi?.

-¿Por qué piensas que busco algo de ti?-dijo soltando una sonrisita

-Porque lo conozco después de la muerte de mis padres y el día que intentaron asesinarme, no es una casualidad.

-Muy inteligente igual que tu madre, pues no te equivocas, pero más que buscar algo de ti vengo a proponerte algo-hace una pausa-¿Qué pensarías de la idea de vengar la muerte de tus padres?-lo miro atentamente –Estoy juntando  a lo mejor de lo mejor, en algo que llamamos ‘La Liga’.

-Pero-digo dudosa- yo no soy espía-

-No, eso lo sé pero eres muy inteligente, ágil, fuerte y…-dice mirándome- tienes una motivación, un objetivo, la venganza de un asesinato.

Se hace una larga pausa en lo que esperaba mi respuesta, después de unos diez minutos decidí contestar, abrí lentamente mi boca para decir –Acepto.

El hace una sonrisa, estira su mano para estrecharla con la mía- Bienvenida a la Liga, pronto conocerás a tus compañeros y a el equipo.

Me siento emocionada.

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De acuerdo esta es una pequeña nota que pueden o no leer, lo que quiero decir es que no soy la mejor escribiendo apenas estoy iniciando y esta historia más que ser una novela es una especie de guion por así llamarle así que espero al menos la disfruten y lo encuentren entretenido♥ y las criticas constructivas son bienvenidas. 

CristernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora