Los Amores Quebrantados

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Siempre he sido una persona con grandes ambiciones, que sabe lo que quiere de su vida, que no teme a amar y ser amada, siempre he sido ese tipo de persona. A veces un poco tímida pero siempre dispuesta a mejorar los aspectos que me tienen infeliz. Tampoco he tenido problemas en conseguirme a los chicos que quiero, debo admitir que la adolescencia me favoreció mucho. Entré a la secundaria siendo una “niña” y salí siendo toda una mujer...si saben a lo que me refiero.

Si algo he tenido claro en mi vida es que mi sueño es ser una gran actriz y cantante, y a pesar de todo sigo en pie con esa idea, pero eso no es lo importante ahora. Como ya había dicho, mi vida amorosa nunca me causo grandes problemas, lo admito, soy hermosa y sé que puedo tener a cualquier hombre a mis píes, bueno eso lo ´se ahora, aunque antes estaba llena de inseguridades y me escondía detrás de ropa negra que era poco sexy, definitivamente esa chica murió. Lo cierto es que mi vida en la preparatoria me cambio, a la larga para bien, de eso estoy segura.

Entré a la preparatoria y ya conocía a Laura Luz, la conocí en primero de secundaria y digamos que no era una de mis personas favoritas en esa época, a decir verdad no me caía bien en lo absoluto pero en fin al final me equivoqué con ella por que termino siendo de mis mejores amigas. También había otra chica, una de las pocas sangres nuevas que entraban a ese infierno, Cecy. Otra persona que al principio no la aceptaba, algo tenía, no lo sé, quizá su forma de ser tan seria o quien sabe, pero al final volví a juzgar mal a alguien por que ella también se convirtió en mi mejor amiga. Lo graciosos de esta historia fue que no fue amistad al principio, yo llegué a la prepa teniendo una amistad con Cristy, pero cuando ella se fue, terminé quedandome solo con Laura Luz y Cecy y fue cuando por fin me dí cuenta de las valiosas personas que eran, que a pesar de que sabían que me caían mal, siempre estuvieron ahí para mí en las buenas y en las malas, eso es verdadera amistad.

Aunque quizá ese no es el mayor enfoque a mi vida en la preparatoria, como cualquier chica de esa edad, mis problemas giraron entorno al amor. Si, les dije que siempre eh sido una chica bonita y con atributos naturales, pero en ese entonces no sabía que era eso, simplemente tenía un autoestima muy bajo...que fue evolucionando al pasar los años, pero en sí me afecto en mis relaciones amorosas.

Creo que el primero, claro durante la preparatoria, fue Mario. Él era un chico apuesto, rubio, alto de último año y yo era una chica de primero. Ya se imaginarán, era el clásico amor imposible, el amor platónico de la preparatoria. Aquel chico al que siempre observas de lejos, sabes todo sobre él, pero también sabes que él ni siquiera sabe quien eres. Ese chico que te roba el sueño y tan sólo quieres que te vea, se te acerque y te robe un beso, lo sé, algo infantil pero así era ese amor. Jamás supo que lo quería y yo siempre anhele que lo supiera. Al final se gradúo y no lo volví a ver. Claro hasta que yo me gradue y me lo encontré un día y le hable, tal parece que sí sabía quien era y pude platicar con él. Ahora que lo pienso, quizá si en aquel entonces me hubiera acercado a él en ves de verlo de lejos quizá hubiera sido correspondida. La verdad, es un misterio que nunca sabré.

Fue durante esa época que lo perdí a él, cuando también perdí a mi mejor amiga Cristy, ella había tenido que cambiarse de escuela por razones económicas dejandome a mi sola. Bueno, con Cecy y Luz, pero como les había dicho no eran de mi mayor agrado, aunque durante esa época que cursé tercer semestre, pude darme cuenta del gran error que pude haber cometido al dejarlas ir también a ellas. Entonces cuando esta amistad empezó a tomar forma también apareció alguien nuevo en nuestras vidas: Daniel.

Para Luz, Daniel se volvió su “niza”, algo así como un hermano, pero para mí, él se convirtió en algo más que un simple amigo. Empecé a tener sentimientos por él. Al principio eran cosas sencillas como jugar en el salón durante el recreo, luego empezamos a pasar tiempo juntos, a platicar y poco a poco empezó a nacer en mí un interes a él. Después llegó un momento en que nos convertimos en un “free”. Pero también fue durante esa época que apareció en mi vida Alma Rosa. Cuando Daniel estaba con ella y sus amigos, parecía que quería con ella y la trataba casi como su novia y eso me hacia odiarla, y cuando estaba conmigo, a mi me trataba como toda una princesa y ella me odiaba. A mi no me importó, y aún así tuve varios encuentros cercanos con Daniel, no íntimos pero sí cercanos. Lo triste de esta historia es que nunca fui la novia de Daniel, él nunca me vió así pero a Alma sí...y a ella fue a la que le pidió que fuera su novia y eso me deprimió mucho. Sentía que nunca fui lo suficientemente buena para él, me sentí utilizada por mi cuerpo y también me sentía muy sola. A pesar de todo Daniel y yo seguimos siendo amigos y él siempre ha estado dispuesto a ayudarme cuando lo necesitará pero esa llama se apagó hace mucho.

Durante esa época me sentí muy vulnerable, muy depresiva, pero traté de seguir adelante, mis amigas me impulsaban a seguir adelante y juró que lo trate, pero cuando te rompen el corazón...es muy díficil seguir adelante con las cosas cotidianas de tú vida, lo único que quieres es estar 10 metros bajo tierra y que el mundo se olvide de tu existencia. Sí, así podría describir lo que se siente que te rompan el corazón.

La vida siguió, como era de esperarse el mundo no iba a detenerse si yo estaba profundamente deprimida. Pero conforme pasó el tiempo creo que empecé a sanar y después hizo su aparición en mi vida un nuevo personaje: Nacho. También, todo empezó como una sencilla amistad, él se sentaba atrás de Luz y a un lado de nosotras y era de esperarse que nos empezaramos a llevar con él. Esta relación fue muy interesante pues desde un principio me gusto y era muy abierto de ello con él. Él y yo nos la viviamos peleandonos por cualquier cosa y eso me encantaba. Un momento estabamos románticos y al otro nos estabamos aventando cualquier cosa que tuvieramos cerca. Era traumátrico pero a la vez adictivo estar con Nacho. Llegamos a estar tan cerca de formalizar...y el, no se por que, pero se arrepintió y prefirió que siguierámos tan solo como amigos, loo acepte, pero también acepté que seguiría enamorada de él. Y Así nuestras vidas volvieron a lo mismo, yo no me rendía y él siempre me trataba de un modo especial pero torturante a la vez.

Fue entonces que ocurrió algo inesperado que parte de mi lo consideró un error, pero otra parte de mí se sintió muy satisfecha de haberlo hecho. Fue un fin de semana que mi mamá se había ido a México, yo estaba dormida cuando sonó mi teléfono, contesté y era él. Estaba en una fiesta, borracho. El caso fue que al poco rato lo tenía en mi puerta, había venido a buscarme, lo dejé entrar y cuando menos lo esperé, estabamos sumidos en una ola de pasión indetenible. No pasó lo que se están imaginando, no, sigo siendo virgen. Pero sí pasaron cosas, cosas íntimas pero especiales. Me sentí necesitada por él y yo sentía que necesitaba más de él, de su cuerpo, de sus caricias, admitámoslo, lo único que quería era el amor de Nacho. Al día siguiente me sentí muy satisfecha, pero también me arrepentí un poco, sabía que eso estaba mal, él ya tenía novia y también sabia que él no la iba a dejar por mí, pero no me arrepentía de haber estado con él, por que eso era lo que más anhelaba mi corazón, a pesar de todas las circunstancias en mi contra. Creí que mis amigas lo reprobarían, pero a decir verdad creyeron que no había de qué arrepentirse si me sentía feliz de eso. Pero claro, al final terminé rota de corazón, Nacho nunca sería mío propiamente y eso me dolía mucho.

Fue entonces que me busqué un trabajo, conseguí uno en el cine y ahí conocí a un chico que se enamoró de mí. Me pidió que fuera su novia y yo acepté, deseosa de dejar atrás la memoria de Nacho y quizá sanar mi corazón. Lo cierto fue que él me quería pero yo a él no lograba verlo como más que un amigo. A la larga eso no pudo funcionar pues yo no sentía nada por él pero en fin fue el inicio de mi cambio de actitud. Desde entonces empecé a darme cuenta de lo que era y que no era lo que había metido en mi mente. Era joven y hermosa y podía tener a cualquier hombre a mis píes, esa soy yo. Sé que en mi vida aún faltan muchas lagrimas por llorar y que mi corazón será roto un sin fin de veces más, pero a la larga sé que no voy a enfrentarlo sola y también sé que aunque en ese momento cueste trabajo seguir adelante a la larga lo podré hacer. Me faltan muchas personas por conocer, muchas experiencias que vivir, digo, mi vida apenas comienza, por eso sé que a pesar de los amores quebrantados, soy una mujer fuerte, decidida y ambiciosa que logrará todo lo que se proponga en esta vida, de eso estoy segura.

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