Capítulo 1: Buscando Mi Sol.

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Afueras del Reino de Nirmus, 7 de Agosto, año 598.

"No busques una realidad aburrida, busca que tus sueños más increíbles se vuelvan esa realidad..."
Fueron las palabras que mi "padre" dijo antes de morir...
Mi nombre es Donovan Bluemoon, un nombre un tanto curioso para alguien un tanto curioso, no se mucho acerca de mí mismo, mis recuerdos inician cuando mi padre adoptivo, Vludgard Bluemoon, comenzó a mostrarme las técnicas de combate con espada que él había aprendido cuando estudio de joven en la Academia de Caballería de Nirmus. Habilidoso en combate, creo que aprendí bastante de él, tanto que fui capaz de superar el examen de Caballería y el de Tiro en la misma Academia que él, convirtiéndome en el primer Ranger/Berserker de Nirmus y posiblemente de algún otro Reino.
Algo curioso sobre mis recuerdos, es que tengo uno muy vago y nubloso, en donde una mujer muy linda me llama "hijo", sin embargo, por alguna razón la mujer tenía un brillo blanco muy intenso en todo su cuerpo, apenas y podía divisar su rostro, pudiendo solo ver su hermosa sonrisa; aunque mi padre dijo que posiblemente solo pudo haber sido un sueño, uno muy raro en donde yo veía a mi madre, sin embargo, él dice que eso es bastante imposible, pues el vio morir a mi madre minutos después de darme a luz...

Bueno, por último sobre mí, soy un chico de 19 años y... creo que es todo...

Cierto, tal vez te preguntes el porqué de la frase que dije antes de presentarme. Veras, años atrás tuve un sueño un tanto raro, en donde la mujer del brillo blanco me volvía a hablar, claramente escuche que ella me decía que tenía que buscar "mi Sol". Al no saber cómo tomar eso, le explique a mi padre lo sucedido, aunque al inicio dudo de mí, minutos después simplemente sonrió y me dijo eso, que en mis sueños se encontraba la realidad que buscaba; aunque eso me confundió aún más en ese momento, intente día a día entenderlo, hasta que simplemente unos meses atrás decidí salir en busca de ese Sol, dejando atrás a mis padres, quienes para mi des fortunio, habían perecido a causa de una enfermedad tan solo 1 año atrás, casi el uno detrás del otro.
Sin mucho que dejar atrás en Nirmus, empaque mis cosas, el cual es solo unas cuantas vestiduras, mi armadura la cual porto diariamente y mi espada y pistolas, las cuales son "Crescent", "Rebeca" y "Synmol"; sus nombres son por su la forma de Luna Creciente que tiene la espada que mi padre me regalo luego de pasar exitosamente mis exámenes, y mis revolver son el nombre de mis 2 compañeros de equipo, Rebeca Nygard y Synmol McNolian, quienes tuvieron que volver a sus Reinos luego de pasar sus exámenes de Hechicería y Tiro con éxito al igual que yo.
Algo curioso sobre mi búsqueda, es que antes de partir de Nirmus hacia el exterior, una carta llego a mi hogar horas antes; mi destino era incierto, mi idea era solo vagar por ahí hasta que algo o alguien fuese ese Sol, sin embargo, la carta era una invitación personal de la Reina Christine, quien reina en Soulyeth, pues me invita a un pequeño evento en donde ella está buscando a su próximo Guardia Real, lo cual es muy bueno para mí, solo 10 personas han sido invitadas y yo soy parte de esas 10, así que, no desaprovechare esa oportunidad y ahora, en vez de viajar a ningún lugar, me dirigiré directamente a Soulyeth.
Antes de eso, me he detenido a las afueras de Nirmus, a unos 2 kilómetros del Reino, pues necesitaba encontrarme con un tío antes de partirme para siempre de Nirmus.
Después de tanto tiempo, he podido venir a visitarlo, lamentablemente él quería ver a mi padre y mi madre, cosa que no logro realizar...
Al entrar a su casa, ahí estaba el... tan viejo, tan cansado... pero tan alegre y sonriente como siempre, frente a la foto de su esposa, la que alguna vez fue mi tía...
-Hey ¿Cómo has estado tío Kraum? –Dije mientras abría la entrada de su casa, acercándome hasta el, quien estaba en su mecedora-.
-¿Donovan? ¿E-enserio eres tú? ­–Susurro apenas siendo audible su voz, pues esta se había degenerado por su excesivo abuso del alcohol cuando era joven-.
-Claro tío, soy yo, Donovan... ¿Cómo has estado?
-Oh, yo he estado muy, muy bien hijo, ya sabes, a las afueras de los Reinos la vida es más relajada y amigable, en vez de un vocero diciendo las atrocidades que suceden, escuchas a los pájaros cantar, en vez de ver a gente peleándose por cualquier estúpida razón, ves los animales convivir unos con los otros.
-Ya lo imagino, por cierto, he venido a traerte algo antes de irme
–Exclame mientras buscaba algo en mi bolsa, en la cual lleva mi ropa-.

Buscando El AmanecerWhere stories live. Discover now