Capítulo 1.

483 39 10
                                    

-Bienvenido a la...guarida.-Mascullé. La "guarida" era un cuarto pequeño, no se crean nada del otro mundo, un cuarto pequeño pero donde entraba una cama, una mesita de luz, una televisión y había una ventana bastante grande. La luz de ese cuarto no andaba muy bien, por momentos se apagaba y titilaba mucho, por lo tanto me quedé afuera (Además del escaso lugar que había allí, por poco entraba Joe con su gran valija negra).-Ahora le diré lo de la luz a mi padre, no te preocupes, tenemos muchas de esas.-Dije señalándo a la lamparita.

-No te hagas problema, no me molesta.-Dijo encogiéndose de hombros. Que comentario tan...¿Raro? Puede ser.

-Okay.-Le respondí asintiendo con la cabeza. Luego apareció un incómodo silencio.

-Uhm...Bueno y aquí ésta puerta te lleva al baño...el cual compartimos, por lo tanto recuerda golpear antes de entrar.-Dije torpemente.

-Lo haré.-Me dijo con una sonrisa ladeada. Joe tenía el cabello color chocolate más corto en los extremos que arriba, con los pelos en punta y despeinados al mismo tiempo. Tenía los mismos ojos verdes azulados de siempre, que de pequeña nunca supe descifrar. Medía como una cabeza más que yo y sus fuertes brazos complementados por su ancha espalda, lo hacían parecer más alto todavía. Tenía un poco de pequitas esparcidas por su cara, que si no lo conociera de antes no las notaría, de pequeña siempre me gustaba contarlas...sí, una locura.

Luego de eso me fui para que tenga un poco de...intimidad, para que se pueda acomodar. No lo sé. Estaba por entrar a mi cuarto cuando aparecieron mis padres.

-Angie, hija.-Dijo mi padre con cara culpable.-Lo lamentamos. No te avisamos ni nada, es que tampoco sabíamos, fue todo...a la ligera. Es Joe, no lo podíamos dejar en la calle. Luego hablaremos mejor si lo deseas...no queremos que te sientas incómoda.-Dijo papá con una sonrisa triste.

-No se preocupen, por mí no hay problema.-Dije encogiéndome de hombros. No me molesta ayudar a un chico que en su momento fue mi mejor amigo, además...¿Qué me puede molestar? Él me ayudaría con Tim cuando mis padres se fueran y me sentiría más segura con alguien en casa.

Fui a mi cuarto y decidí darme una ducha, abrí la puerta del baño por costumbre, y allí estaba Joe sin su camisa azul. Cuando me vio entrar al baño alzó las cejas, estaba por quitarse sus jeans.

-¿La regla del baño no se aplica en los dos?-Dijo burlonamente. Me sonrojé un poco y sonreí tímida.

-Perdón, es la costumbre, juro tocar la próxima.-Dije cerrándo la puerta. Me tiré en la cama y bufé. Ahora tengo que esperar a que él termine...¿O no? Doy una mirada fugaz hacia MI baño, pero la luz está apagada...¿Tan rápido se bañó? Acerco mi oreja a la puerta y escucho el ruido de la ducha. 

-¿Joe?¿Se cortó la luz?-Pregunté a través de la puerta.

-No.-Escuché vagamente...¿No?¿Y qué hacía con la luz apagada? Ni loca podría estar así, y menos bañándome.

Salí de mi cuarto para encaminarme al de mis padres.

-Angie, ¿A dónde vas?-preguntó mamá mientras ponía la mesa.

-Iré a bañarme a su baño, perdón que no te ayude con la mesa pero quiero bañarme antes de comer.-Dije sonriendo debilmente.

-Oh, claro. ¿Es un problema para tí?-Me susurró refiriéndose a Joe.

-Para nada.-Le dije con una sonrisa un poco falsa.-¿Papá dónde está?-Pregunté.

-Acaba de ir a comprar tomate para la pizza casera.-Dijo mamá con una sonrisa, sabiendo que es mi preferida.

-Miam. Me voy a bañar.-Dije un poco más animada.

-Te adoro.-Luego de eso me dejó un beso en la frente y me pude ir de una vez a bañar.

Nictofobia & Nictofilia [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora