No creo en un mundo sin ti (The Flash - Snowbarry)

Capítulo 2

(Punto de vista de Caitlin)

La doctora Caitlin Snow era una neurocientífica de gran éxito que trabaja para el doctor Harrison Wells en los Laboratorios S.T.A.R., llevaba la vida que siempre había querido, trabajaba de lo que tanto la apasionaba, tenía amigos, estaba a punto de casarse... Ronnie Raymond le había enseñado a tener esperanza, además de que un corazón tan frío como el suyo podía derretirse con la cantidad justa de calor. No es que Caitlin no supiera amar, pero la relación con su familia le había enseñado a mantener las distancias.

El día de la explosión del acelerador de partículas perdió muchas cosas pero la única que la ha torturado todo el tiempo fue la muerte de Ronnie, el que debía haberse convertido en su marido si en un intento por salvar la vida de toda la gente de Central City no hubiera acabado con la suya propia. Caitlin creyó que nunca conseguiría llenar el hueco que había dejado Ronnie en su corazón. No hasta que llegó él.

  - No sonríes mucho ¿no? - le dijo él mientras ella ajustaba los parámetros del sensor que mediría sus constantes vitales.

El descubrimiento de Barry Allen fue algo simplemente increíble, que la explosión que le había dado sus poderes fuera la misma que le arrebató a Ronnie hizo que al principio se mostrase reacia a colaborar en las pruebas que Cisco y el doctor Wells le estaban haciendo. Pero poco a poco, ese chico risueño derrumbó sus muros y pronto Cisco, él y ella se hicieron inseparables, les gustaba mucho pasar tiempo juntos, ya fuera en los laboratorios trabajando, en algún bar o en casa de alguno de ellos viendo una película y cenando. 

Ayudarle a ser Flash se había convertido en su trabajo a tiempo completo. Recordaba el día que le había dicho bastante enfadada que no esperase que ella le arreglase cada vez que se rompiera algo por ir jugando a ser superhéroe, pero sólo era un vano intento de hacerle cambiar de idea para que no se pusiera en peligro y pudiera perderlo como perdió a Ronnie.

Caitlin sabía el momento exacto en el que se había enamorado de él. Le estaba contando que desde la muerte de Ronnie no había vuelto a bajar al acelerador de partículas.

- Solía pensar que cuanto más tiempo pasase menos me dolería - la chica cerró los ojos - pero hay días en que el dolor es peor que cuando todo ocurrió - dejó escapar un suspiro - durante mucho tiempo me ha aterrado la idea de volver a ese agujero.

- ¿Y si voy contigo? - propuso el chico.

Abrió los ojos de golpe y se encontró con la mirada azul de Barry que le transmitía confianza y seguridad. Él esbozó una sonrisa cálida y ella sintió como el último muro era derribado por su amigo. A partir de ese momento, se sucedieron muchos más que Caitlin atesoraba con infinito celo. El hueco que había dejado la ausencia de Ronnie comenzaba a llenarse. 

Barry se había convertido en un pilar fundamental de su vida, por eso, cuando éste perdió a su padre frente a Zoom, le dolió como si ella hubiera perdido a su propio padre. Pasaron un par de días que no supo nada de él, ni Joe, ni siquiera Iris habían conseguido verle o hablar con él. Entonces decidió que se pasaría por su apartamento para ver cómo se encontraba. Cuando llegó, nadie respondió a su llamada, temió que le hubiera pasado algo y entró usando la llave de repuesto que Barry guardaba en los laboratorios para alguna emergencia. Lo que se encontró al otro lado de la puerta la preocupó, el interior estaba completamente a oscuras y apenas se distinguía bien lo que había. Tropezó con una botella de cristal en su búsqueda del interruptor de la luz.

- ¿Barry? - llamó y de nuevo el silencio no le devolvió nada más que el eco de sus palabras, por fin sus dedos dieron con el interruptor y la luz inundó el salón descubriendo un bulto que apenas se movía en el suelo - ¡Barry! - se agachó al lado de su amigo y le dio la vuelta con dificultad - Barry ¿me oyes? - él emitió un gruñido y Caitlin respiró tranquila.