Capítulo 2

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Me encontraba viendo un programa de cocina en la televisión, diría que no le estoy prestando atención pero no es cierto, tenía la vista fija y concentrada en el televisor. La mujer tenía el rostro de tener todo completamente bien hecho en su vida, su sonrisa, sus perfectas uñas pintadas de un color púrpura crema, sus expresiones...ahg. Bueno, por si no se han dado cuenta soy bastante observadora.

Metí una cucharada de helado en mi boca, mientras mi madre hablaba sin parar, tenía la idea loca de hacer algo de algún programa o algún vídeo de YouTube, pero se lo había explicado tantas veces de que todo eso solo sería como un...expectativa y realidad ¿no?

Y no podía faltar el chisme claro, se estarán preguntando de que ha pasado Sam, déjenme pasarles el chismorreo..

Flashback

-Claro que pasa algo Kennedy -suspira pasando una mano por su cabello y tirando levemente de este, sí, soy observadora.
-¿Que hice ahora? -frunzo el ceño de la forma más natural posible, recostando el codo por la baranda de la escalera.
Sam sólo me dedica una mirada de arriba para abajo, que tan sólo me deja sin aliento, pero lo disimulo de una manera que creo correcta, wow..esas clases de teatro si que funcionaron.
-Mira Kenn, yo..yo solo quiero saber si estás bien, ¿sí? -suspira y da un paso hacia mí, acortando la distancia- me preocupaste mucho y..sigues siendo mi amiga a pesar de todo.
Ese momento debería de anotarlo como el más glorioso de toda mi vida, o sea, fue la conversación más larga con Samuel.
-No te preocupes, de hecho, gracias por hacerlo -sonrió, y de verdad que lo hago-
El murmura algo que no logró entender, por lo cuál decido preguntar, pero mis ojos solo podían apreciar la dramática salida de mi vecino, sin si quiera despedirse.

Fin del flashback.

¿Denso, no? En fin, toda la tarde del día de ayer estuve acostada tratando de descifrar el murmuro de Sam.
-¿Kennedy? ¿Me estás escuchando? -mi madre me mira con ojos expectantes mientras da un sorbo a su bebida, que prefiero ni saber que lleva de ingredientes, pero sólo decido asentir para evitar problemas- genial preciosa, entonces ve a prepararte.
¿Prepararme? Supuse que quería hacer un pastel con leche de cabra o algo así, por lo cuál decido preguntar.
-Claaro, ¿pero, para qué? -ella enarca una ceja y suelta una risilla-
-Para la cena en la casa de los Healy duh -hago una mueca ante su forma de expresarse-
Oh oh, ¿casa de los Healy? No creo que sea buena idea. Samuel es un Healy, y ver a sus hermanos, padres, tan sólo pensarlo sería terrorífico.
-¿Jhhm?..Oh, madre creo que no iré -di una cucharada al helado- mejor me quedo a ver Gossip Girl, ¡que te diviertas!
Ella ríe y se levanta del sofá, para luego ir a apagar el televisor, por lo cuál yo suelto un bufido.
-Ya, ya, levanta ese trasero, porque tu y yo iremos a esa cena -camina en dirección a la cocina- ah y, lleva un bañador.
Ahhgg me levanto de mala gana, y tiro el pote de helado vacío en el basurero, para luego caminar hacia mi habitación, y entrar al baño.
Me doy una ducha de agua caliente y salgo envuelta en una toalla. En mi mente sólo no paro de pensar en que pasará en menos de una hora, quiero decir, ¡sería imposible convivir tanto tiempo con Samuel! Y con su hermano, que por cierto no se queda atrás físicamente, y además es buena persona, aún no entiendo como no pude haberme enamorado de ese chico.
Me visto de una manera normal, un vestido negro pegado al cuerpo y mis vans negras, dejo suelto mi cabello rubio y decido arreglar un poco mi rostro. En mis labios aplico un brillo que esto hace que resalten el color rojo natural del mismo, y peino mis cejas.
Casi lo olvido, el bañador. En un bolso meto el bañador negro y salgo rápidamente de mi habitación bajando las escaleras a la velocidad de la luz.
-Oh, estás hermosa cariño, estoy segura de que a Sam y a Matt se les hará imposible no echarte un ojo -sonríe y yo solo frunzo el ceño- ya anda, vamos.
Con una bandeja de galletas, mi madre sale fuera de la casa y cierra la puerta con llave. Voy detrás de ella. Juntas caminamos hasta la dichosa casa de los Healy, mientras mis nervios comienzan a alterarse de una manera increíble, toco el timbre, y joder, esta noche solo acaba de comenzar..

¿Porqué no puedo odiarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora