El nuevo Rostro de la Compañía Funtom

>1< |Aleister Chamber|

Mi Señor, se encontraba algo... mal, insatisfecho, enojado, iracundo, furioso y principalmente, indignado.

Esto se debe a la baja que ha tenido su negocio, sus ventas comenzaron a bajar rápidamente en este último mes, y es por una sola razón.

Aleister Chamber, mejor llamado, El Vizconde Druitt

Lamentablemente, el muy conocido noble, ha dicho que la Compañía Funtom, ya no es popular, comentó, además, que es anticuado y que sus artículos no son más que el destello de una estrella seguida por miles más, producto de la destrucción de alguna más grande, no había nada que hacer su tiempo pasó y ahora estaba en el declive, una bajada que debía de aceptar y cerrarlo por completo para no perder más de lo que ya perdía.

Y su desconcierto fue principalmente porque Harold West, el que nominó a mi Señor como el Rey del Caramelo cuando la compañía comenzó a florecer, pues, falleció.

Las palabras del Noble Aleister ante este tema fueron que la persona, la imagen, por así decirlo de la Compañía, o sea, mi Señor, ya está muy gastada y ya no es "adorable" sus 16 años no le favorecen y ya no era adorable.

Por lo que mi Amo avisó en una conferencia abierta luego de tales acusaciones que él ya tenía una imagen nueva, y que hace varios meses ya tenían todas las fotos y lo estaba guardando un poco para generar intriga, que estaba triste que el vizconde lo haya obligado a divulgarlo, para ese segundo la plaza central donde cerca de allí yacía un local de mi joven Amo, comenzó a llenarse de repente.

El Señor Chamber Aleister se acercó y luego de disculparse noté una mirada de interés que lo hizo alzar la voz de nuevo.

─La nueva imagen será fresca ¿verdad? ¿Será una hermosa petirroja la cual se pueda admirar? ¿Será joven? Y obviamente ¿será una mujer?

Por lo que, mi señor respondió con un gran...

─Claro que sí! Aquella dama es hermosa, delicada y será la nueva cara de mi compañía ─ lo soltó tan de repente, mi mente comenzó a trabajar en estadísticas sobre qué lugar sería mejor para comenzar a buscar a esa "dama hermosa y delicada" que estaba prometiendo.

Ahora, mi señor, debe encontrar a una chica que cumpla todos aquellos requisitos. Y para eso, fue, que me llamó aquel día de otoño.

Las hojas caían, al igual, que sus ventas.