>2< |Imposibilidades|

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─Bien, Sebastian, dado a que no tengo tiempo te doy la total libertad de buscar en donde necesites, pero, debes encontrar a una chica con estas características, escucha bien, porque no lo repetiré ─ carraspeó su garganta y se sentó mejor en la silla ─ debe tener, entre 15 y 20 años, delicada, piel blanca, uñas largas y cuidadas, no tiene que ser para nada alguien quien tenga algo por lo que discutir, ya sabes ¿Cómo se dice? ─

─Sumisa ─ sonreí.

─Como quieras llamarlo, perverso mayordomo, luego de entre un metro cincuenta y cinco hasta un metro setenta, entre eso solamente y creo─ suspiró ─ no, no creo, debe tener la piel impoluta, no debe tener imperfecciones, además de ser delgada con ojos claros y...

─Señor, está describiendo a una chica...─ me paró, gruñó suspirando

─ ¡Que ya lo sé! pero debes encontrarla porque lo prometí ─dio un golpe en la mesa, sonoro que no lo hizo tranquilizarse, hasta pensé que me lanzaría la tarta de frambuesas que le había hecho─ ¡¡Y yo no bajaré más por culpa de ese Vizconde!! ─ se dejó caer a su asiento, tomó aire y lo soltó─ así que me encuentras a esa chica perfecta y me la traes cueste lo que cueste ¡¡Y si te haces un maldito excursionista no me importa!! ─ comenzó a gritar, se paró de repente y se quitó el parche ─ es una orden, Sebastian, encuéntrala ─ me arrodillé aún preocupado, algo tal que deba comprobar físicamente como la belleza era muy complicado, hablamos de que no hay un lugar donde pueda buscarlo como expedientes o periódicos.

─Yes, my Lord ─ era su orden, la de un niño mimado.

─Tienes hasta mañana y no vuelvas hasta encontrarla, me importa una mierda si habla en ruso o en cualquier maldito idioma extraño, mata al que quieras y si ella te pide algo a cambio, se lo das─ podría ser interesante, me quedaban tan solo 13 horas con 23 minutos, a lo mejor y hasta llegaba antes.

─Como desee, Discúlpeme ─ 

El nuevo Rostro de la Compañía FuntomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora