20. Una cita que arruinar
La cena estaba marchando algo tensa, pero no más de lo que iba llegar a ser en unos pocos minutos.
-¿Qué te sucede Logan?- preguntó Alice preocupada al ver a su cita dar un respingo en la silla.
-Nada, nada.
-Ni que hubiera un gato debajo de la mesa- dijo Perrie riendo de forma que los ojos se le achinaban.
-Mierda. Gatos- bufó Harry punzándose el puente de la nariz con sus dedos-. Me olvidé de dejarle comida a Dusty en el cacharro- bufó haciendo un movimiento raro con su mano, que golpeó un tenedor y lo tiró al suelo de mármol.
El moreno volvió a suspirar y se agachó a recoger el utensilio, pero dejó de respirar durante unos segundos cuando se dio cuenta de que ese gato era la pierna larga de Perrie, que acariciaba sensualmente la de Logan. El chico no quería hacer de la situación algo peor. Bastante tenía con evitar mirar el súpermegahíperextraultra escote de la rubia, era imposible mirarla a la cara sin antes pasar los ojos por su delantera.
-Necesito ir al baño- avisó sudoroso llamando la atención de todos-. Disculpad un momento....
El chico se levantó y fue al baño apresuradamente. Cuando entró vio que estaba vacío, se flexionó ante el lavabo y encendió el grifo de agua fría; helada.
La acumuló en sus manos y se la echó sobre la cara. Después de eso sintió alivio por un momento, hasta abrir los ojos y ver el reflejo de la chica rubia de ojos azules en el espejo. Justo detrás de él.
-Logan Lerman- lo acorraló contra el lavabo.
-Pe... Perrie- tartamudeó nervioso. Él quería a Alice, pero era un hombre de veinte años, con claras hormonas alborotadas.
-No te pongas nervioso- Perrie aflojó el cuello de la camisa del castaño y pasó su dedo índice por sus pectoral-. Todo puede ser fantástico si pones de tu parte- ronroneó a centímetros de su cara.
-Yo... yo... pedo...
-¿Pedo? ¿Te estás cagando?- frunció el ceño, confundida.
-No, solo... cuando... Me pongo nervioso digo... cosas sin sentido... Me pasa desde que me compré "Una rubia muy legal" Solo me sucede... Es un pequeño trastorno de mi infancia, como los helados de fresa...
-Estás nervioso, lo reconoces- sonrió satisfecha.
-Sí- admitió con un hilo de voz.
-¿Sabes cómo solucionarlo?- mordió su labio-. Porque yo sí.
-No- negó frenéticamente con la cabeza.
-Así- Perrie le desabrochó la camisa de un tirón.
[...]
-¿Qué demonios pasa por vuestras cabezas? Estáis arruinando mi cita- chilló Alice completamente furiosa.
Ella pensaba que sus mejores amigos de verdad estaban orgullosos de que un chico la quisiese, pero ya había comprobado que no era así.
-¿Por qué? ¿Habéis probado este flan? Está delicioso...- dijo Harry inocente con la boca llena del postre-. Qué sabor, qué textura, mmh- hizo cara de vendedor comercial,saboreando con placer aquel flan.
