Capitulo 1: Sueños y Miedos.

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Frase: "Muchas veces FORJAMOS cadenas que nos llevan a una prisión y ahí se convierten en rejas"

Natalia García abrió sus ojos lentamente y confundida descubrió que se encontraba en un lugar desconocido. Lo único que lograba observar era la sala de color negro en la que se encontraba. Esa habitación puede ser su perdición o su salvación.

Intentó mover las manos, pero al hacerlo unas cadenas la detuvieron, intentó gritar, sin embargo, un pañuelo se lo impedía. Cerró sus ojos e intento entender todo lo que estaba pasando. Tenía preguntas, aunque necesitaba respuestas y solo las hallaría si permanecía viva.

Ella tenía muy claro porqué estaba allí. Aún no sabía que harían con ella.

—¿Qué me harán éstos idiotas? —pensó con desagrado y una mueca de asco.

De pronto entró uno de los hombres que la mantenían privada de su libertad. La miró con deseo y alegría.

—Aquí estás —dijo el hombre dando una vuelta atrás, mirando y con una gran sonrisa de burla.

Natalia había visto a ese hombre más de una vez, él era el culpable de que ella estuviera allí, su nombre no lo recordaba.

— ¿La ataste bien? —preguntó una mujer en la puerta de la habitación.

Esa voz le parecía conocida. No estaba segura, tal vez se equivocaba de persona.

—Está bien atada, nunca escapará. Jefa ¿empezamos? —el tono del joven era militar y frío, como si esa mujer lo forzara.

—Tranquilo Tyler, debemos esperar —esa mujer se fue, dejó la puerta.

—Sabes que no puedo esperar, me es inevitable. Tengo tantas ganas —susurró a sí mismo y dejó la habitación.

Lágrimas corrían por el rostro de Natalia, ella no sabía que harían con ella y por las palabras de Tyler no sería nada bueno.

Pensó en todo lo que hizo y se arrepintió, pero sabía que su suerte no cambiaría. Harta de su secuestro, intento liberarse nuevamente de sus cadenas, Tyler escuchó sus intentos y corrió a verla.

— ¿Qué haces? —dijo confundido—No intentes liberarte, esas son las cadenas que tú misma te forjaste y solo podrás romperlas con dolor y sufrimiento. Nada bueno te buscaste y nada bueno encontraste.

Natalia quería liberarse, hablar y responder el insulto que el joven le proporcionó. No podía por sus cadenas, las cadenas de su pasado. El joven se acercó a ella y lentamente pasó su mano por las mejillas de Natalia, provocando que su piel pasara a ser de gallina, el asco que sentía Natalia no frenaba los impulsos por tocarla de Tyler. Através del pañuelo que cubría su boca se podía ver el desagrado cuando esa mano tocaba su cara y la acariciaba con deseo y odio. Su boca no podía articular palabras, pero sus ojos hacían ese trabajo. Tyler retiró su mano del rostro de Natalia.

De pronto la mujer que estaba en la puerta regresó y empujó con fuerza a Tyler, haciendo que se tambaleara un poco, se acercó a Natalia y retiró el pañuelo de su boca. Ella escupió un par de veces. Miró hacía los rostros de Tyler y la mujer, para no olvidarlos si salía de allí.

— ¿Qué harán conmigo? —preguntó Natalia con una mirada de odio.

Tyler y la mujer se volvieron a ver con curiosidad, luego le dirigieron una mirada de odio a Natalia que seguía esperando una respuesta.

—Nunca te imaginarías lo que vamos a hacer; Tendrás el sufrimiento que mereces, y pedirás perdón por tus crímenes contra nosotros.

—Lidia, debemos comenzar, estoy muy ansioso y si no nos apresuramos haré algo incorrecto.

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