Las flores del Rey

Todo va a estar bien

Es divertido y hermoso ver como las cosas cambian; un paisaje, un animal, una flor, tu vida. Y las cosas pueden durar en cambiar años, meses, días o segundos.
Para JJ las cosas habían cambiado en cuestión de segundos, aunque el sintió como si fueran meses.
Las flores eran cada vez más constantes; pasaron de salir tres o cinco pétalos por semana, a salir siete o doce cada semana, aveces incluso más y rara vez una pequeña flor completa. Ahora siempre que salía a la calle o estaba en compañía de alguien, llevaba un cubre bocas puesto. Nunca sabía cuando iban a salir las flores, así que el cubre bocas las ocultaba hasta que pudiera tirar los pétalos.
Pero Jean siempre trataba de ver el lado bueno y hermoso de las cosas. Había comenzado a creer que los pétalos eran hermosos, sí le causaban muchísimo dolor cuando salían y sentía una constante presión en su pecho, pero los pétalos eran realmente bonitos.

Sorprendentemente no le habían afectado en el patinaje, aunque dudaba que eso fuera a durar. Pero para eso se encontraba en el consultorio de su médico.
Habían pasado unos meses y actualmente se encontraba entrenando para el 4CC y gracias al cielo, este año sería en Canadá. Eso le daba muchísimas comodidades, no tenía que salir del país, tenía a su familia cerca y tenía una pista para practicar el sólo, lo que era muy útil considerando que quería ocultar su enfermedad.

- Bueno señor Leroy, no hay nada malo con sus exámenes, todos salieron perfectamente bien! Bueno excepto por lo del Hanahaki...

Eso hizo salir a JJ de sus pensamientos. Cierto, seguía sentado en el consultorio de su doctor.

- Pues es evidente que usted tiene Hanahaki, pero tenía unas preguntas que hacerme, ¿No?

- Así es, se lo que es la enfermedad y que la causa y se que hay curas, pero... ¿Cuáles son?

Jean tenía un poco de miedo por lo que le iba a decir el médico. Era muy inusual en él el sentir miedo, ¡¿pero que pasaba si le decía que no podría patinar nunca más?! ¿Y si continuaba tosiendo pétalos toda su vida?

- Bueno, hasta ahora sólo hay dos curas conocidas y una es un poco extrema, no todos están de acuerdo con ella. Pero quiero que tenga en cuenta esto, el Hanahaki es mortal si no se trata.

Dijo el doctor con seriedad y un poco de tristeza. Sí Jean no estaba nervioso, ahora definitivamente lo estaba. Y mucho. ¿Podría morir? Esto era peor de lo que esperaba. Sólo le quedaba esperar que las curas no fueran tan malas como sonaban.

- Bueno, la primera opción y la más sencilla, es que la persona por la cuál tienes sentimientos amorosos acepte y corresponda tus sentimientos. Eso hará que una ola de químicos se liberen en su cuerpo y literalmente, mate a todas las flores. Duras como cinco o siete minutos vomitando el resto de las flores, pero una vez que terminas quedas completamente limpió. Pero por tu cara no creo que eso sea posible...

- No...

- Bueno, eso nos lleva a la segunda cura. Es una operación para extraer por completo las flores, los riesgos son los de una operación normal y con tu edad y condición física no tendrías muchas complicaciones. Pero... también desaparecen tus sentimientos hacia la persona que causó el Hanahaki y no puedes volver a sentir nada más por esa persona y cuando digo nada es nada. Quedas indiferente ante esa persona.

Jean no podía respirar, sentía que le faltaba el aire más que nunca y estaba temblando. Si no se operaba moriría... Pero perdería todos los sentimientos tenía hacía Yuri y se volvería indiferente con el...
¡No había manera en que pudiera escoger! ¡Era como separar su cuerpo en dos partes!
Perdería su vida o perdería a Yuri...

-¡Señor Leroy!

Ese pequeño grito lo hizo volver a la realidad. Ni se había dado cuenta de cuando había puesto las manos en su cabeza y estaba temblando mucho... con razón su doctor tenía una expresión de pánico en el rostro.