¿cuándo tuvimos un hijo? ⓑⓘⓛⓛⓓⓘⓟ

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Pov Alex:

Era de mañana, los pájaros jodían como nunca antes. Tienen suerte de que no podía matarlos, pues me encontraba caminando con Dipper por el bosque, yendo hacia la casa de sus tíos, para que yo los conociera.

Llevaba una mochila en mi espalda, mi papá igual. Claro que en dentro de mi mochila habían explosivos, un cuaderno, cerillas, lápices, etc. Lo que un chico normal llevaría.

Y... Pines.. Llevaba un poco de ropa. Suéteres y cosas así. Por sí comenzaba a llover y nos daba frío, ya que habían pronosticado lluvia intensa en la tarde.

—¡Dipper..! ¡estoy aburrido!—

Chillé, comenzando a flotar, siguiendo así al castaño. Suspire y, de puro aburrimiento, cambié mi cabello a rubio y mis ojos ahora eran castaños.

—ya vamos a llegar, Alex—

Suspiró, forzando una pequeña sonrisa para que me calmara. Estaba cansado, eso se notaba, pues yo no paré de tener pesadillas en la noche y comenzaba a gritar, por lo que pasaba a molestarlo. Claro, a él y a Bill.

—¿cuánto falta?—

Pregunté, recostandome en el aire, por lo que Dipper me tomó de la mochila y comenzó a llevarme. Si floto no peso mucho, es como llevar una maleta en el aire.

—¡¿puedes comenzar a caminar?! —

Rápidamente le obedecí, abriendo los ojos de par en par y desviando mi mirada hacia el pasto. No quería que se siguiera enojando.

Seguimos caminando durante un rato, hasta escuchar un par de risas Demoníacas. Pronto todo comenzó a volverse color gris. Las aves, los árboles, el pasto, el cielo. Menos nosotros, al parecer estábamos fuera del hechizo.

—¿Bill..?—

Fue lo único que escuché decir a mi papá antes de que unos fuertes brazos me rodearan la cintura por atrás, atrayendome a lo que sea esa cosa.

Comencé a chillar, intentando usar mis poderes para liberarme, aunque estos, por algún motivo, estaban cellados.

—¡¿qué mierda?! ¡dejenme ir!—

Grité con todas mis fuerzas, pataleando. Dipper también gritaba, pero él lo hacía por ayuda.

Cerré los ojos por unos momentos, recordando mis pesadillas. el ambiente era igual. los gritos, las risas.
Pronto comencé a sentir como mis mejillas comenzaban a humedecerse, estaba llorando.

Abrí los ojos rápidamente cuando escuché un grito desgarrador por parte de mi padre. Oh, cuanto desearía no haberlos abierto.

Él estaba en el suelo, con los ojos abiertos de par en par, llorando. Tenía la boca ligeramente Abierta. Su cuerpo, completamente lleno de sangre. Esos monstruos le habían sacado los brazos y las piernas; se las estaban comiendo.

—¡hijos de puta..!—

Intenté gritar, pero mi voz a penas salía entre hipidos y sollozos. Unas gotas de sangre habían alcanzado mis zapatillas y mis pantalones.

Una vez aquellas cosas me sonltaron y devolvieron el tiempo a la normalidad, me dejé caer al frío pasto, desganado, llorando.

Finalmente me levanté con lágrimas en los ojos y caminé hasta mi padre, hincandome al lado de él.

—lo siento..—

Susurré, mordiendo mi labio inferior.
Me sentía horrible. Ver a mi padre desforme, con sangre por todas partes.... Y saber que no puedes hacer nada, no es bonito.

Cerré mis ojos con fuerza, haciendo que más lágrimas cayeran. Me dejé caer sobre el cuerpo inerte de Dipper, sin importar la sangre que me ensuciaba gracias a ello.
No tenía ganas de nada.
No quería vivir.
Pero... Soy inmortal..

la inmortalidad es una mierda...

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Sé que me demoré peeeero..., en mi defensa, estaba de vacaciones(?)
Ahr

Este es él final. Eso, bai