Capitulo 3

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  - ¡Vamos Diana! ¡18 años no se cumplen todos los días! ¿O si? - expresó Romina emocionada, rogando que cediera ante su propuesta y la de Carla. 

 - Tienes razón.. ni tampoco 19, ni 20, ni 40 - dije con un tono que esperaba cortara con toda emoción ante aquella loca idea.

 - Yo creo que las niñas tienen razón, además no estaré en la casa así que no tengo que preocuparme de ningún desorden que arreglar - Mi madre siempre tan sincera 

- Esta bien.. supongamos, solo supongamos, que decido festejar mi cumpleaños ¿A quien invitaría? - Dije tomándome unos minutos para mirar a cada una - Todos los presentes en esta cocina sabemos que mi lista de conocidos no pasa de ustedes dos -dije señalando a Carla y Romina. - Y Felipe.. - dijo Carla en un suave susurro, realmente quería darle por la cabeza con el rollo de cocina 

- ¿Felipe? ¿Quien es Felipe? - preguntó mi madre exaltada <<Gracias Carla>> 

- Es solo un amigo del colegio mamá, un amigo - Dije esperando que ese fuera el punto final de la conversación. Carla se ganaría un buen regaño por aquello, ella era la única que sabia sobre mis sentimientos por mi amigo. 

 - FLASHBACK- 

 - Es muy talentoso ¡Definitivamente esto es lo suyo! Y se ve tan feliz.. - Carla y yo nos encontrábamos en las gradas del patio trasero del colegio, observando a Felipe, quien nos había invitado a presenciar el entrenamiento del equipo. 

- hmm, es bueno si. ¿Y cuando se lo vas decir? 

- ¿Que es talentoso? ¡Se lo he dicho mil veces! Creo que estar aquí ya dice mucho  - Exprese sin prestar mucha atención a Carla, mi mente estaba enfocada en no perder de vista a mi amigo.

 - No eso no, lo de que te gusta, lo quieres de novio y bla bla bla - Mis ojos se abrieron como platos y aunque lo intentaba ninguna palabra lograba salir -Y no, no eres tan obvia, de hecho me sorprende tu capacidad para ocultar tus sentimientos. ¡Pero vamos Diana! Ocho años de conocerte no han sido en vano.

 - FIN DEL FLASHBACK-

 - Esta bien.. me encantaría continuar charlando con ustedes pero debo irme, realmente estoy apurada - Dejó su taza de café en la mesa para agarrar su bolso y dirigirse hacia mi. Plantó un beso en mi frente y dio la media vuelta para abandonar el lugar. 

 Mi madre apurada era la única versión de ella que conocía. El trabajo parecía ser su única preocupación y sin dudas estaba por encima de mi en la lista de "prioridades de mamá". Hacia ya dos años de su separación con mi padre, la ultima imagen que nos incluye a los tres juntos, es la de papá dirigiéndose a la puerta para no volver a casa nunca más, allá iba aquel hombre que había jurado amar a mamá hasta que la muerte los separe, se marchaba llevándose mi corazón con el.Supongo que el vacío que cargaba mi madre en su pecho, se estaba llenando con reuniones de negocio y papeles que acomodar. 

 - ¿Y entonces que dices? - Dijo Romina sacándome de mis pensamientos

 - Esta bien, ¡Fiesta en casa! - Después de todo la idea no me desagradaba tanto, quizás una fiesta era justo lo que necesitaba para comenzar a encajar con los demás, quizás así mis compañeros verían que puedo ser tan "cool" como ellos y cambiarían la visión que tienen sobre mi. 

 - ¡Woo juh! Carla, toma ese teléfono chiquita ¡Tenemos muchos textos que mandar! - Y así fue, ambas ocuparon el resto de su tarde mandando mensajes de texto a nuestros compañeros, y mi temor aumentaba más y más con cada presencia confirmada que recibían, quizás no me tenían tanto desprecio como pensaba, quizás aquella noche seria el comienzo de una nueva Diana. 

 Se hicieron las 00:00 y yo no podía recordar en que momento me volví un masacote de harina y huevo - ¡Me las pagaras! - Le grite a Romina intentando hacer la mejor voz de enojada posible, mientras la veía correr escaleras arriba dejándome a solas con Carla.Unos pocos mensajes empezaron a llegar a mi teléfono celular, familiares, algún que otro desconocido y hasta la señorita Timberly me sorprendió con un lindo poema que había escrito para mi.  

  El tono de llamada de mi celular inundo la habitación y el nombre en la pantalla me resultaba más que conocido 

 - ¿Hola? 

- Feliz cumpleaños pequeño demonio... - Por el tamaño de la sonrisa que se dibujo en mi rostro, estaba segura de que Carla ya había deducido quien se encontraba del otro lado de la linea. El saludo que esperaba no había tardado en llegar. 

 - ... ¡Te quiero! - y es que de la felicidad que me produjeron esas dos palabras podía irme caminando en pijama de aquí hasta Japón

 - Yo también te quiero Felipe, mucho 

- Me llego la invitación a tu fiesta, espero que no haya sido un error 

- Tonto, te odio pero no tanto. Por supuesto que estas invitado

- Sabes, tenia planes con alguien para mañana en la noche pero supuse que no había problema en trasladarlos hasta allá 

- Puedes traer a quien quieras, hay lugar para todos - No me parecía mala idea que Felipe trajera con el a un par de amigos, estaba dispuesta a hacer lo que sea para que el asistiera a mi fiesta, si por mi fuera festejaría mi cumpleaños tirada en el sillón con alguna buena película en Netflix, un pote de palomitas y Felipe a mi lado.

 - Esta bien, te veo mañana en la noche. ¿Pero antes puedo pedirte un favor? - dijo con un tono de preocupación que por un momento logró alarmarme

 - ¿Si? 

- No me extrañes, en verdad ya no llores por mi ¿Si? 

 - idiota - No veía a Felipe desde aquella escena en el salón, se había ausentado a cinco clases debido a el viaje que realizó todo el equipo de fútbol escolar, eso me daba un total de cinco días sin verlo, cinco días sin mi Felipe. 

- Ya, ya. No más bromas, adiós 

- Adiós, te quiero. No, no te quiero, ¡Te amo! ¡Estoy loca y secretamente enamorada de ti! Claro que esa solo fue una respuesta imaginaria. 

- Adiós.. 

Colgué el teléfono y ya podía sentir la mirada insinuante y burlona de Carla clavada en mi espalda, me di la vuelta lentamente y esta levanto las manos dándome a entender que esta vez se apiadaba de mi, después de todo, es mi cumpleaños ¿No?

 Despedí a las chicas y subí a mi habitación, con esto de la fiesta tenia demasiadas cosas en que pensar, pero antes no me vendría mal echarle una miradita a Facebook. - "Tienes 15 notificaciones nuevas" - "Lizzy te ha etiquetado en una publicación" - "Corey, Richard y 10 más le dieron me gusta a un comentario en el que has sido mencionado" - Esto no podía ser bueno, esto no podía ser para nada bueno.Cerré mi netbook totalmente shockeada por lo que acababa de ver, aquel episodio en la puerta del colegio había sido llevado por mis compañeros a las redes sociales, bastó solo una publicación de la chica más popular del colegio para que todo el curso desahogara en interminables comentarios su desprecio hacia mi, me había vuelto el tema de conversación, hablaban de mi como se habla del tema nuevo de tu banda favorita, o de la ultima relación amorosa de Taylor Swift. 

 Un enorme nudo se travesó en mi garganta y la primer lagrima amenazaba con salir

 <<¡No! ¡Esta vez no Diana!>>

 Nada de eso importaba, mañana seria un día totalmente nuevo, estaba decidida a hacer que aquellas personas cambiaran su opinión sobre mi.Por alguna extraña razón me sentía totalmente positiva, tan positiva que hasta podría decirle a Felipe que lo amaba como nunca antes ame a nadie en mi vida.Y eso era exactamente lo que haría, quien diría que mi fiesta de cumpleaños seria el comienzo de una nueva y renovada Diana Mendez.   

-

Hola pequeños demonios ¿Que les pareció el capitulo de hoy? ¿Que opinan sobre los compañeros de Diana?

¿Se animara a confesarle a Felipe sus sentimientos? ¿Sera correspondida? Cuéntenme en los comentarios :)

Martes y Sábados son los días de nuevos capítulos. 

DIANA: Supervivencia AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora