CAPÍTULO 1 - La hija de heda

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Después de una guerra nuclear que devastó y acabó con todo tipo de vida en la tierra, un arca espacial giraba alrededor de la tierra, portando en si las 12 estaciones espaciales con gente de Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, China , Japón, India, Rusia, Venezuela, Francia y uganda, bajo el mando del canciller jaha.

Los recursos en ese cofre son escasos, y los crímenes cometidos - no importa el sexo y ni grado - pueden ser castigados con la muerte, a menos que el delincuente tenga menos de 18 años. Cuando el canciller y sus consejeros se ven en una situación complicada para generar oxígeno, tan importante para la vida humana, está cada vez más escaso, ellos deciden enviar los 100 delincuentes menores de edad para la tierra, a fin de verificar si La vida en el planeta es posible otra vez.

Al llegar, los 100 descubren que no todo tipo de vida fue exterminada y que algunos humanos, los llamados "Grounders", sobrevivieron a la guerra y son liderados por heda, que en su lenguaje, es la comandante lexa.

Después de muchas peleas, conversaciones y acuerdos, lexa y la líder de los 100, Clarke Griffin, llegan a una alianza para destruir a los hombres de la montaña, responsables de varias torturas y muertes de los grounders. Es creado entonces esa alianza para destruirlos y liberar a algunos de los 100 que están atrapados en mount weather y liberar los grounders de esas torturas que vienen cometiendo.

La comandante lexa y la líder clarke griffin acaban acercándose durante los planes contra los hombres de la montaña y una conexión entre ellas es establecido. Incluso aún sintiendo el dolor de la pérdida de su gran amor, Costia. Lexa se siente diferente en relación a clarke, y sientes que se enamora, poco a poco. Clarke también se siente diferente en relación a la lexa, incluso aún sintiendo también la pérdida de Finn, uno de los 100 con el que se involucró. Antes de la guerra contra mount weather, lexa y clarke acaban besándose y eso hizo que el sentimiento creciera en silencio y de manera continua dentro de la comandante.

Durante la guerra, una dio soporte a la otra, pero cuando vio a su pueblo grounders ser liberado, lexa, en su lugar de comandante, le dio la espalda a clarke, dejandola sola para salvar a su pueblo, los skypeople. Clarke se sintió traicionada de la peor manera, pero el dolor y el coraje le hicieron salvar a su gente, los skypeople y encima, destruir mount weather, matando a todos los habitantes de allí. Eso hizo que el resto de inocencia y pureza de una niña que vivía encerrada en el espacio y no sabía mucho de la vida, fuera de lugar, transformando en una mujer fuerte, inquebrantable y conocida por grounders como wanheda, comandante de la muerte.

Pero Clarke no le gustaba ese título de wanheda, y por eso, vivía disfrazada se hacia pasar por una grounder de pelirojay sabía que no se podía escapar de quien es y por eso, ella viene buscando su humanidad desde entonces.

Meses después de esa guerra contra mount weather, clarke vive escondida y huyendo de alguien que estaba incansablemente a su demanda, pero un grounder la captura, para llevarla hasta esa persona y esa persona no es nada menos que la comandante lexa.

Lexa pasó los meses después de la guerra pensando seriamente en clarke, en forma, en la sonrisa, en el beso que dieron, en las "mariposas en el estómago" que sentía cuando la líder de los sky people se acercaba y principalmente en su título de wanheda. Pero ahora, la reputación de lexa estaba débil, ya que el título de wanheda era más fuerte que la de heda y entonces propuso nuevamente una alianza con clarke para destruir azgeda, ya que la reina queria a lexa muerta. Roan, hijo de la reina de azgeda y lexa se pusieron a pelear en representación de su pueblo. Pero Clarke sabía que una pelea de lexa contra roan era casi injusto, ya que él era más fuerte que ella. Clarke me sentía mal por dentro, ella sentía miedo de perder lexa. Por más que aún no han interactuado físicamente además del beso, el sentimiento estaba allí presente, haciendo que una le gustara la otra en silencio. Clarke no quería guerra, lexa mucho menos, pero la reina de azgeda quería y entonces lexa se puso al frente de su pueblo para defenderlos de la amenaza de Nia.

- No voy a sentarme a mirar como mueres. - Clarke dijo agonizada.

- Heda, es hora. - el hombre dijo, avisando que ya era hora de la lucha.

- Así que este es un adiós, por ahora. - lexa dijo a clarke al salir por la puerta.

Al llegar al lugar de la lucha, Roan estaba esperando a la comandante, frente al escenario donde estaban la realeza de azgeda. Había mucha gente de la población de azgeda gritando y sonidos de tambores sonando al fondo.

- la pelea es individual y solo hay una regla: alguien debe morir hoy! - un hombre dijo. - ustedes pueden empezar!

Y la lucha de la comandante de los grounders contra el príncipe de azgeda comenzaba.

Roan y lexa tomaron sus espadas para el combate y roan intentó atacar a lexa por detrás, pero ella se dio cuenta, se desvió y le cortó la espalda. Ambos comenzaron una lucha magnífica, una coreografía sincronizada, atacando y defendiendo al mismo tiempo.

Roan pateó la pierna de lexa, que cayó de cuatro en el suelo y pateó su espada para lejos. Lexa, sin alternativas, golpeó a su muslo, el cayo de frente, y ella le golpeo la cara con la rodilla. Cuando el cayó, lexa, en segundos, tomo su espada, poseando las dos, una en cada mano. Roan se levantó y fue a un guardia que está allí al lado del escenario con la realeza lo golpeo, tomando su arma, una lanza, y vuelve a la lucha. Ambos siguen peleándose incansablemente: Lexa con las dos espadas y roan con la lanza.

El príncipe de azgeda puede desarmar la comandante y le patea en el pecho, haciendo caer a metros de allí. Clarke miraba la escena asustada con miedo a la muerte de su amada, cada vez que lexa era golpeada, el corazón de clarke se aglutinaba, queriendo sacarla y cuidarla con mucho cariño. Roan se acerca con la lanza y trata de golpear, pero lexa se vuelve en el momento en que él trata de clavar la lanza en su cabeza. En un movimiento de piernas, lexa pateó roan que se tropezó y se cayó. Los dos se levantaron rápidamente y lexa sólo desvía de sus ataques. La Comandante le toma la lanza y le golpea el rostro y roan trata de atrapar a lexa, cayendo en el suelo y sangrando. Lexa pone la punta de la lanza en su pecho en un acto final de lucha.

- Levántate! Si mueres, no mueres un príncipe, moriras siendo un cobarde! - Nia, reina de azgeda gritó al levantarse y observar que su hijo roan estaba a punto de morir a manos de lexa.

- acabemos con esto.- Roan dijo mirando a lexa.

- Jus Drein Jus Daun (Sangre se paga con sangre). - lexa dijo fríamente a roan lanzando la lanza que voló contra el pecho de la reina, que estaba en el escenario. - La reina está muerta! Larga vida al rey! - lexa dijo alto para que todos allí escucharan.

La multitud estaba asombrada al ver el rendimiento de lexa durante la pelea y cuando mató a la reina. Todos gritaban " Heda! Heda! Heda! Heda!", saludando a la comandante.

Al final de la lucha, donde lexa lanzó contra el pecho de nia, la reina de azgeda, una lanza de metal, clarke se sintió aliviada de saber que su amada ganó la lucha y su reputación había ganado fuerza. De lejos, lexa dio una sonrisa de lado hacia clarke en señal de que todo estaba bien. La rubia respiró hondo y cerró los ojos, agradeciendo a Dios porque la comandante estaba bien. De repente, un sonido nada común empezó a hacerse presente en el medio ambiente. Como Clarke estaba más cerca del escenario donde estaban la realeza, ella escuchó el llanto de un bebé, un sonido que ella no sabía si era real o creación de su mente. Perturbada, giró la cabeza hacia atrás y empezó a caminar hacia el sonido.

Clarke mantenía el ceño fruncido, extrañando todo eso. Mientras caminaba, el sonido del llanto se volvía cada vez más alto, hasta que se topo con una canasta de paja en formato rectangular lleno de paños, debajo del escenario donde estaba sentada Nia y otros integrantes de azgeda. Ella fue sacando los trapos uno por uno, hasta que se encontro con una cosita pequeña, inofensiva y muy adorable. Era una bebé, que parecía tener unos meses de vida. Tenía bastante mejillas y el pelo negro suave, caído en la frente como una franjito. Clarke sintió su corazón caliente y latiendo fuerte por esa niña alli. Era como si ellas se conectara con sólo verlo. Ella pensaba en quien sería capaz de dejarla ahí sola... a merced del peligro y la muerte...

Clarke no pensó dos veces, tomó la cesta y puso los paños de vuelta, para tapar la bebe y salir de azgeda con lexa hacia la polis.

- Vámonos! - Clarke dijo acercándose a lexa, que daba una última mirada a el pueblo que se encontraba allí.

- Vamos.

Durante el camino de regreso a la polis, lexa notó que clarke cargaba una cesta en manos y la cesta parecía pesada. Ella tuvo curiosidad pero prefirió esperar a que ambas llegaran a casa para preguntar lo que había ahí dentro de la canasta.

Al llegar, clarke fue corriendo hacia la torre y lexa la siguió. Las dos terminaron en el cuarto de la comandante, en la cima de la torre, donde muy pocas personas tienen acceso.

- Qué es eso, Clarke? - lexa preguntó, frunciendo el ceño.

Clarke puso la canasta sobre la cama y retiró algunos trapos que estaban adentro. Lexa se acercó y se quedó sin reacción al ver a ese pequeño bebé con los grandes ojos verdes muy abiertos, mirándola fijamente.

- de quién es este niño?

- No tengo idea, sólo sé que estaba abandonada en azgeda, sola... no sé, siento como si me hubiera apegado a ella desde el primer momento...-Clarke dijo al retirar el bebé de la cesta y ponerla en la cama.

- Seguro que estaba abandonada? - lexa se sentó en el borde de la cama, mirando al bebé.

- Absolutamente! Mirala... mira cómo está sucia y mira las ropas de ella... vamos a alimentarla, ella debe estar con hambre.

- No creo que debamos estar con esa niña, Clarke.

- Por qué no?

- son tiempos inciertos, a cualquier hora podemos estar en guerra con un pueblo, está en peligro... y si saben que estoy bajo la guarda de ella, van a querer matarla, así como hicieron con... Costia. Yo maté a Nia, pero puede haber alguien de allí que aún quiera.. - lexa falló la voz así que recordó y pronunció el nombre de su ex novia muerta por la reina de azgeda. - Yo maté a nia pero aún puede haber alguien que quiera mi cabeza ahí...

- pero yo la quiero a ella, lexa! Siento que debo cuidarla, siento que debería ser... nuestra.

Lexa respiró hondo buscando paciencia y miró al bebé. Cuando sus miradas se cruzaron, lexa sintió un calor agradable en el corazón y automáticamente una sonrisa le brotó en la cara. Ella se llevó su mano a la franja de la bebé y la puso a un lado y la bebé le miraba sin parpadear. Ella tomó la pequeña mano y sintió una electricidad por cuidar de ella en su cuerpo.

Lexa paro a pensar. Por que quedarse con el bebé? Valdría la pena? Luego, ella se imaginó viendo el crecimiento de la niña y pensó en las enseñanzas que ella podría comunicarle. Algún tipo de sentimiento maternal involucró a lexa de forma abrumadora, algo que ella nunca tuvo o pensó que pudiera tener algún día. Y esto vale también para clarke, que observaba la escena de lexa y la bebé interactuando con las miradas.


- está bien, ella se queda. - la comandante dijo, dándose por vencida.

Clarke sonrió un poco aliviada, agradeciendo al cielo por ella decide quedarse con la niña.

- voy en busca de alimento para ella.

- esta bien...

Clarke salió del cuarto apresurada y lexa decidió tomar la bebé en brazos. La niña seguía a mirarla fijamente y su manita blanca y pequeña tocó la nariz de lexa, haciendo sonreír como una idiota. Nadie en el mundo, además de clarke, amolecia el corazón de la comandante de los 12 clanes de terrestres. Pero parece que un nuevo ser vino e hizo los sentimientos más protectores de ella surgieran.

- Te voy a entrenar desde temprano, serás una gran guerrera!- Lexa dijo mirando la bebé. - Cuando yo no esté más aquí, tu vas a mantener el orden, tu vas a cuidar de ese pueblo... tengo muchos planes para ti, pequeña! - lexa colocó a la bebé sentada en su regazo y le besó la parte superior de la cabeza. - Te voy a entrenar cuando empieces a caminar, serás prometedora y mi espíritu reencarnará en ti, haciendote la próxima heda.

Clarke miraba la escena junto a la puerta del cuarto con una sonrisa en los labios, lexa la notó, adoptando de nuevo la postura seria.

- traje leche tibia para ella.- Clarke se acercó con una botella pequeña en manos.

- Dame.

Lexa tomó la botella y con cuidado, puso en la boca del bebé, que empezó a beber la leche rápidamente de tanta hambre hasta toser, ahogandose un poco. Lexa dio unas palmaditas en las pequeñas y frágiles espalda del niño y volvió a darle la leche. Clarke se arrodilló frente a las dos, maravillada con la pequeña y como ella hizo que lexa quedara toda boba y sonriente.

- voy a mandar a customizar ropa decente de nuestro pueblo para ella. - lexa dijo.

- Sería bueno, el frío por la noche es fuerte, tiene que haber algo para calentarla a si misma...-Clarke dijo alisando la pata de la bebé.

- Sí...

- Ella será nuestro bebe. - Clarke dijo.

- nuestro bebe...-Lexa susurró, sintiéndose un poco feliz con la propuesta de clarke. - mi hija... quién diría? La hija de heda!

Las dos se quedaron en silencio, mirando a la niña.

- que nombre le daremos? - Clarke preguntó.

Lexa continuó en silencio parecia pensar en la pregunta.

- Lauren... pues ese nombre está asociado a la victoria, y ella siempre estará al frente de nuestro pueblo para traer muchas victorias en las guerras.

- Lauren... me gusta! - Clarke sonrió, coincidiendo con la cabeza.

Al terminar de alimentar a la niña, lexa la tomó por la cintura y la levantó en el aire.

- Lauren kom tri kru! - lexa dijo en un tono alto y decidido, bautizando allí, en ese momento, la más nueva integrante del clan grounders.

Heda's Daughter {traduccion} Camren - ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora