Forever Young.

Capitulo 4: Buen dia.

-¡Buenos días alegrías!-es la voz de Lex la que me despierta a gritos antes de comenzar a sacudirme por los hombros hasta que me despabilo.

-¡Buenos días al amor!- Sophie es la encargada de destaparme.

-¡Buenos días señor sol!- y Marina me lanza una toalla.

Las miro a las tres con el ceño fruncido, las cosas están al revés aquí, según mi reloj, son las 5.30 am lo cual es muy temprano para que cualquiera, incluso yo, este despierto.

-¿y este milagro?- pregunto haciendo referencia a el motivo de su madrugar.

-Hoy es tu ultimo día aquí, es la tradición- dice Sophie dejándome totalmente sorprendida, pues jamás tuvimos algo así.

-No tenemos ninguna tradición- aún estoy algo adormilada.

-Menos charla y más shampoo - dice Marina entrando con unas maletas mientras Sophie literalmente se mete dentro de nuestro armario.

Entre Alexia y Marina me sacan de la cama y me meten a la ducha. La muy perra de Alexia abre el grifo del agua fría. Ahora sí que estoy despierta.

-¡Perra! - exclamo dando paso al agua caliente. Rápidamente me saco mi pijama y mi ropa interior antes de que se moje más.

Cuando salgo del baño noto la desaparición de mi pijama húmedo del piso y la ausencia de Marina. Voy al armario en busca de algo que usar, pero no encuentro nada, recién cuando volteo me encuentro con toda mi ropa esta en mi cama.

Ruedo los ojos y me visto con lo primero que encuentro, un short negro y una sudadera gris con gatitos. Finjo no escuchar la risa de Sophie por mi ropa interior de minions.

-Bueno en media hora tendremos el pijama limpio y seco- dice Marina entrando a la habitación.

-¿Secuestraste mi pijama para lavarlo? - le pregunté, ella asintió.

-¡Hora de hacer las maletas! - exclamó Lex y entre las tres me ayudaron a guardar toda mi ropa, la mayoría entró en dos maletas. En mi mochila del colegio guarde lo más frágil. Mi cajita musical, un espejo, perfumes, esmaltes, mi álbum de fotos y deje algo de espacio para lo que pueda encontrar en el camino.

Mis útiles escolares los pusimos en una caja, junto con mis libros no eran muchos ya que todos eran regalos de mis amigos.

Para cuando la alarma sonó a las 8:00 ya habíamos terminado, como las chicas ya se habían puesto sus respectivos uniformes escolares antes de despertarme, fuimos a desayunar directamente.

Mi sorpresa fue gigante cuando llegué al comedor y vi que la mayoría estaban despiertos. Me habían preparado un desayuno de despedida.

-Gracias- dije abrazando a mis amigas, sabía que cada una era increíble a su manera, pero no me esperaba tanta ternura de ninguna, ni siquiera de Marina, pero el amor mueve montañas dice la madre superiora.

Pronto estuve envuelta en muchos abrazos más.

Cuando terminamos de desayunar llegó el primer autobús y muchos de los presentes se fueron. Mis amigas se irían en el último bus que viniera así estuviéramos juntas tanto tiempo como pudiéramos y para que yo no muriera de los nervios antes de que llegaran por mí.

Para mi suerte los señores Morgan llegaron antes que eso pasará.

Ambos me abrazaron apenas me vieron.

-Buenos días - saludé yo con una sonrisa tímida como nunca me había pasado - Ellas son mis amigas Alexia, Marina y Sophie- las presenté, sentía la necesidad de presentarlas.