Capítulo #1: Gotas de Lluvia

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Actualidad.

Estaba sentada en mi cama frente a la puerta de cristal que daba al balcón; era un día lluvioso; el aire soplaba y las nubes grises cubrían el cielo. Sólo estaba ahí, viendo como las gotas escurrían por la puerta, dejando el piso de afuera completamente empapado.

No tenía ganas de hacer nada, solo quería estar sola viendo hacia afuera. Vestía una camisa azul marino opaca con un pants holgado de color gris; mi pelo lacio estaba suelto; no usaba zapatos. Una y otra vez  regresaba a verme al espejo que estaba en frente de mi cama; podía ver como mis ojos azules se tornaban verdes de tanto llorar; después  regresé mi cabeza de vuelta al cielo gris.

Tocaron la puerta; mi madre entró a la recámara, ni siquiera  tuve  que  mirar para  saberlo.
"-Se te va a hacer tarde Ariana.-" dijo casi susurrando abriendo la puerta a medias.

Me quedé  callada. Lo que menos necesitaba era ir a la prepa.
"-Te hice desayuno, esta abajo.-"

Nada salía  de mi boca. Solamente escuché como la puerta se cerró suavemente.

Me dolía que se esforzara tanto por tratar de hacer que esta familia funcionara, lo cual era imposible. Quería contestarle, pero no tenía las palabras. En el vecindario ya nos conocían como la familia a la que le tenían lastima: un secuestro, un intento de suicidio, un intento de escape, y una muerte; oficialmente no quedaba ninguna otra cosa que pudiera afectarnos más de lo que ya estabamos.

He estado faltando a la mayoría de las clases en los últimos días o mas bien 8 años, no año, 8 años. Estaba a punto de graduarme, claro, si aprobaba.
No tenía ni idea de que sería de mi vida, o más bien de lo que me queda de vida ¿Acaso se convertirán en otros 15 años perdidos? ¿O alguien llegará a mi vida y cambiará todo? Uno nunca sabe, pero hay más probabilidad de que ocurra lo primero.

Me puse unos jeans, un suéter gris y una bufanda azul rey para cubrirme del frío, así como mi gorro blanco. Bajé las escaleras y tomé el paraguas de al lado de la puerta; salí de la casa sin siquiera despedirme o desayunar.Abrí el paraguas en el porche y caminé por la banqueta mojada. La lluvia había bajado su intensidad; comenzaba a lloviznar.

Ya no vivíamos en Backersfield; después del incidente, nos mudamos a un condado llamado Calexico que esta a cuatro horas de mi antiguo "hogar"; pero aún así,como ya dije, nuestra mala reputación nos siguió; pronto se crearon rumores. No teníamos ni un día viviendo allí y la gente ya nos veía raro; era un pueblo pequeño así que la mayoría de las personas no tardaron en enterarse, incluyendo a las de mi escuela.

Nuestra casa estaba lejos del colegio, la verdad en otro condado. No vivíamos en medio del campo, pero si en uno de sus extremos. El campo lleno de cultivos cubría la mayor parte de entre la escuela y el vecindario; así que cada mañana tenía que levantarme una hora antes, caminar dos calles a la parada de autobús, tomar el autobús, recorrer como 10 km (si no es que um poco más) en camión, y llegar justamente en el momento en que tocaba el timbre.Había ocasiones (tales como esta) en que "no alcanzaba" ese autobús y llegaba tarde o simplemente faltaba; está era una de esas veces de simplemente faltaba.

Odiaba ir a la escuela, y sobre todo después del incidente, y no, no me refiero a la muerte de Marcia.

Caminaba por en medio del camino; a los extremos estaba el campo lleno de flores y cultivos; la llamada "calle", estaba solitaria. Cerré mi paraguas y dejé que la lluvia llenara mi cara por un rato. Cada vez que llovía, parecía como si esta reviviera todo; las plantas que ya estaban marchitas tornaban su color gris a un verde vivo; toda la tierra y suciedad en las calles se marchaba; e inclusive parecía desvanecer la maldad y el pesar de las personas, dejando una sonrisa satisfactoria en sus caras...sin embargo ,no funcionaba conmigo.

No llevaba destino, solo paseaba por la orilla de los campos sin dirección; era esto o quedarme encerrada en mi recámara; aunque no me encantaba dejarla, soy un ser humano y tengo que salir de vez en cuando, sobre todo cuando Marcia me lo ordenaba; le prometí que la protegería como ella me protegió a mi. ¿Pero cómo se supone que lo haga si ya no está aquí? No entiendo de que trata todo esto, ni siquiera se cual es mi razón de vivir, debo encontrarla, tiene que haber una explicación de porque sigo viva, porque la vida me dio la oportunidad de voltear la página y utilizar el lado que permanecía en blanco.

Ya estaba a un poco más de la mitad ¿Debía volver a casa o terminar de caminar y llegar a El Centro? Elegí el camino más cerca y seguí hasta llegar a aquél condado.

***********************

No había nada especial o único en El Centro, solo era otro pueblo lleno de personas hipócritas con falsas actitudes, como cualquier otro lugar en el mundo. Lo único diferente era que es un poco más grande, con mayor población, y más modernizada, a comparación de Calexico.

Mi cabello comenzó a esponjarse por la lluvia; encontré una liga perdida en el bolsillo de mi sudadera y la usé para hacerme una colita. Seguí caminando por la banqueta mientras se escuchaba el claxon de miles de autos manejando por la calle ;así como las voces y ruidos ocasionados por las personas entrando y saliendo de lugares o simplemente paseando en una lluviosa mañana.
"-¿Quieres que te lleve?-" dijo una voz

Volteé ;al lado de mi estaba Martín en su pequeño (y ya pasado de moda) carro honda.
"-Así estoy bien.-"
"-¿Aunque este lloviendo, no tengas nada que hacer aquí en El Centro y te hayas escapado de casa sin haber pensado como ibas a regresar a Calexico?-"

Y así es como terminé subiendo a su carro grisesco. Quitó el seguro de la puerta y entré.
"-¿No te cansas de hacer lo mismo cada día verdad?-"
"-Nope-" dije mirando hacia en frente
"-¿Nunca piensas hacer algo diferente con tu vida? Ya casi salimos ¿No piensas estudiar una carrera? ¿Dedicarte a algo en vez de estarte lamentando por la muerte de tu hermana? ¿Cómo se llamaba? ¿Ma..Ma?-"
"-Marcia, y no, no pienso hacer nada.-" dije aun sin hacer contacto visual.

Detuvo el carro; estábamos entrando al campo de cultivos, saliendo de El Centro. Volteó a verme.
"-¡No puedes pasar el resto de tu vida haciendo lo mismo! ¡Llorar, escaparte, no socializar! ¡Eso no es vivir Ariana!-"

Lentamente volteé mi cabeza para verlo a los ojos.
"-En el momento en que Marcia murió, yo tambien.-"

Quité el seguro de la puerta.
"-Qué lástima que no lo entiendas.-" dije llorando mientras salía del auto.
"-stima da que tú desperdicies tu segunda oportunidad.-"

Azoté la puerta y el regresó devuelta a El Centro. Comencé a caminar en llanto de vuelta a casa...otra vez.

La Vida No Es RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora