Capítulo #3: El Diagnóstico

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Le di un buen susto a mis padres ese dia. Después de que caí desmayada al suelo, mi padre se artó de discutir con mi madre y fue a buscarme, ella regresó a casa. Me encontró unos metros después del cementerio; me cargó y llamó a una ambulancia, la cual llegó 15 minutos después.

Me subieron en una camilla; podía escuchar la desesperada voz de mi papá que preguntaba a los doctores si me iba a poner bien, ellos no respondian,estaban muy ocupados ayudándome y subiendome a  la ambulancia. Mi padre decía una y otra vez mi nombre, gritaba como todo un maníaco, podía escuchar sus "no mi niña no mi niña no". Con tan sólo escuchar su voz podía imaginármelo todo; él completamente rojo, ojos llorosos, desesperado, enfadado, inquieto, incontrolable. La verdad no lo culpo, ya había perdido a Marcia, y no quería perderme a mi de nuevo.

Aunque no le tuviera tanto cariño y afecto como él me lo tiene a mi, quería despertar y decirle que estaba bien...pero no podía. Estaba inmóvil, tensa de pies a cabeza; luchaba por abrir mis ojos pero estaban demasiado pesados; pareciera que pegaron mis labios con goma; no sentía nada, era como si mis sentido estuvieran dormidos, todos excepto escuchar. Escuchaba todo lo que estaba pasando, cada palabra, cada puertazo, cada pisada, cada sirena; sin embargo mi oído no duró despierto por mucho, lo último que escuché fueron las puertas de la ambulancia abriéndose, así como cuando me llevaban por el pasillo del hospital, después, todo se apagó.

Más tarde, no se cuánto tiempo exacto, recuperé los sentidos poco a poco, volví a escuchar, podía mover mis articulaciones; intenté y poco a poco mis ojos se fueron abriendo lentamente; aún veía todo borroso, hasta que mi vista se adaptó a la luz.

Me senté en la cama; llevaba puesta una bata de hospital y mi mano tenía una aguja que estaba conectada al portasueros de al lado de la cama ¿Qué pasó de vuelta en el bosque? Lo último que recuerdo es haber escapado, desmayarme en el suelo y... no, no puede ser. Tenía una imagen muy visible del momento en que supuestamente vi a Marcia; pero ella esta muerta, no pudo haber sido, o tal vez... no lo está.

Debía decirle a alguien; por desgracia me encontraba sola en el cuarto. Las cortinas estaba cerradas; miré el reloj en el buró del otro lado, 8:40 pm, ¿Pero de qué día? ¿Por cuánto  tiempo  estuve dormida? ¿Días? ¿Horas? ¿Meses? No, no pudo haber sido tan grave, solo me desmayé no quedé en coma ¿Verdad? 

Me paré de la cama para ir a buscar a alguien; lleve mi portasueros conmigo. Quise abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave. Me paré de puntillas y traté de ver por la ventanilla en el medio de la puerta, pero me era imposible; por suerte, en cuánto me quité mi padre entró. Me vio a los ojos con una sonrisa en su cara; estaba tal como lo imaginé, rojo.

"-¿Cómo estás corazón? ¿Te sientes bien? ¿ A Qué hora despertaste?-"

No hice nada más que mirarlo, me quedé callada y lo abracé con todas mis fuerzas. Lo tomó por sorpresa, pues el sabía que aun no estaba cómoda con mi nueva vida, lo cual aún era verdad. Se sentó en cuclillas en el piso para estar a mi nivel y me abrazó de la misma manera en que yo lo hacía. La verdad era que seguía sin sentir lo mismo que él sentía por mi, pero no podía hacerle esto, no podía seguir igual, si yo no lograba quererlo al menos tenía que fingirlo. Se preocupaba demasiado por mi; no podía quedarme ahí sin hacer nada como tonta, tenía que hacerle creer que era su niñita, era lo correcto.

Fue un abrazo muy largo, no quería soltarme, yo tampoco lo hubiera hecho si hubiera perdido a mi hija antes.
"-Perdón... es solo que no quiero que me dejes otra vez. Te quiero preciosa.-" dijo llorando.

Se quedó viéndome, estaba esperando a que le respondiera, tenía que.
"-También yo papi-"

Volvió a abrazarme, solo que este no duró tanto como el anterior. Se paró y secó sus lágrimas con sus mangas.
"-¿Y qué quieres hacer hija?-" dijo contento
"-¿Dónde está mamá?-" pregunté

Se quedó callado y miró a todos lados menos mis ojos.
"-Emm... tu madre, esta en la casa, te está preparando algo especial para cuándo  regreses.-" dijo tratando de sonar convincente, lo cual ni siquiera lo era para una niña de 7 años.
"-¿Dónde está mami papi?-" dije con tono serio.

Volvió a agacharse.
"- En casa amor-" me dió un beso en la frente y volví a pararse "-Voy a ir con el doctor para ver si te deja salir, y después iremos por una nieve ¿Ok?-" dijo sonriente

Asentí no muy emocianda.
"-Vuelve a la cama, ahora vuelvo.-"

Salió del cuarto, sin embargo, dejó entre abierta la puerta; aproveché y me dirigí a la puerta; la aguja conectada al portasueros me detuvo. Hice lo más doloroso y asqueroso en mi vida; con los ojos cerrados, saqué la aguja de la parte de arriba de mi mano; mordía mis labios para no gritar. La herida no sangró, solo dejó un hoyo en el medio de mi mano. Una vez la aguja afuera, salí rápidamente del cuarto y corrí por el pasillo; algo estaba mal, mi padre me ocultaba algo.

Di varias vueltas; todos los pasillos eran idénticos, era imposible diferenciarlos unos de otros. Escuché la voz de mi papá a unos pocos metros; estaba en la esquina del corredor hablando con un doctor; me oculté del otro lado y escuché la conversación.
"-¿Esta seguro de que es necesario?-" preguntó mi papá
"-Absolutamente, la niña se desmayó por una crisis nerviosa leve, si no se trata en el tiempo adecuado podría volverse inicios de psicósis.-"
"-¿Me está diciendo que mi hija esta loca?-"
"-No, pero a sufrido demasiado y sus traumas no han sido tratados por un psicólogo. Es necesario si no quiere que empeore.-"

Mi padre asintió, iba de regreso a la recámara. Me pegué contra la pared  más de lo que ya estaba, y una vez que se alejó lo suficiente, salí corriendo de vuelta al cuarto sin entender a lo que se refería el doctor.

La Vida No Es RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora