Sentimientos Prohibidos [|TERMINADA|]

Capítulo dos: "Los celos del doc"

En la nemesis, Soundwave se encargaba de mostrarle una secuencia de imágenes a Megatron.

—No puede ser, Solus Prime… Pero, si estaba muerta. La historia lo dice- Decía enojado y a la vez confundido. Pero algo de él le decía que aquella hermosa femme era la Prime, a pesar de que su apariencia no era ni siquiera similar a como la historia la mostraba. Aún tenía en su poder la forja que gracias al increíble trabajo de Orión habían descubierto. Por el momento no había encontrado la forma de usarla, sabía que no era más que un simple martillo. Para ser el arma de Solus Prime, la fabricadora de armas más grande de la historia, era incoherente que sólo fuera un martillo y ya. Quizás en los archivos que relatan la gran batalla entre los 13 Primes y Unicron, no encontró información específica sobre aquel martillo, pero había algo consistente en él que le decía que ese martillo, era un arma muy poderosa y estaba dispuesto a pagar lo que fuera, sólo por el hecho de averiguar el poder que tenía a su disposición y de qué manera podría usarlo para poder conquistar el universo de una buena vez- Soundwave, abre un portal con las mismas coordenadas donde Optimus tuvo su encuentro con Unicron- Su malvada mente ya estaba ideando un plan. Al ver el portal en frente suyo, no dudo ni un segundo en cruzarlo. Sabía que al ser su arma, Solus debía de percibirla, de alguna manera, debía saber que se encontraba allí, pero se llevaría una gran sorpresa al ver al Lord de los Decepticons con su arma en su poder y custodia, cosa que no es para nada agradable ni mucho menos bueno.

El lord muy al fondo de su spark, sabía que ella sería mucho más difícil que Optimus, así que debía idear un plan bien elaborado, no por algo lo consideraban el mejor estratega. No podía irse a los golpes con ella, lo vencería en un dos por tres, debía persuadirla y darle en su punto más débil, pero no físico ni psicológico, su punto más débil sentimentalmente, debía amenazarla y chantajearla hasta que tenga a la mismísima Solus Prime bajo su custodia y así, conocer el increíble poder de su maravillosa arma.

Cuando ya se encontraba al otro lado del portal, simplemente se limitó a esperar a que su bella femme llegara, y comenzaría su plan…

Mientras tanto, en la base Autobot…

Aún los bots no podían procesar que la gran Solus Prime estuviera en su base, estaban asombrados y sentían gran admiración, claro, como todos los bots.

Solus se encontraba mirando un punto fijo en la pared mientras sus ópticos cambiaban de color. Ratchet al ver esto se levantó rápido de donde estaba sentado y se dirigió hacía ella para poder presenciar aquel acto tan majestuoso, y es que así era ella, era majestuosa, los humanos lo llamarían algo así como de la realeza.

—¿Solus?- Pregunto Ratchet mientras seguía presenciando aquel acto.
—Dame un segundo Ratchet, estoy viendo algo… Es Megatronus, con mi… ¿Arma? ¿Qué hace él con mi arma?- Sus ópticos dejaron de brillar y pasaron de ser un intenso dorado color oro a ser de un intenso y brillante color zafiro. Se levantó de golpe haciendo caer a Ratchet que se encontraba de puntas a su lado, al ver esto Solus se acercó a él- Lo lamento mucho Ratchet, no era mi intención, ven, levántate- Le tendió la mano y el doc gustosamente acepto.

Sus manos eran suaves y cálidas, como si nunca hubiera peleado una guerra, como si nunca hubiera luchado contra Unicron. Ella era todo lo contrario a su descripción.

—Con respecto a eso Solus- Hablo Optimus y enseguida todas las miradas se dirigieron hacia él, Solus camino lentamente hacía donde se encontraba sin despegar su mirada de él, acto que lo ponía muy nervioso y al doc… ¿Celoso?- Los Decepticos han encontrado un par de artefactos de Iacon, incluyendo tu arma-
—Pero, ¿Cómo es eso posible? Si yo misma me encargue de ocultarla perfectamente y las coordenadas de su ubicación se encontraban codificadas fuertemente para que ni el mejor archivista Decepticon las desarchivara- Dijo confundida.
—Quizás no uno Decepticon, pero si un Autobot- Le dijo Arcee a la Prime.
—¿Hablas de que un Autobot con los Decepticons pudo desarchivar las coordenadas del escondite de mi arma?- Dijo aún más confundida.
—Sí Solus, ese Autobot soy yo- Dijo esta vez Optimus con la mirada clavada en el suelo, esperando el regaño de Solus.
—¿Tú? Pero… ¿Cómo? ¿Por qué?- Le pregunto de manera desesperada- No sabes el caos que eso puede desatar en el universo y mucho peor aún en manos de Megatron. Quiero una respuesta, ahora.
—Lo que sucedió fue, en una batalla contra los Decepticons, Megatron me disparo en el procesador haciendo que quedara inconsciente y olvidara mi vida y todos los conocimientos de un Prime, volviendo a mi antigua vida como Orión Pax, un archivista. Megatron se aprovecho de eso y me uso para desarchivar varias coordenadas de objetos ocultos en la tierra- Explico Optimus.
—Ya veo. Bueno Optimus, eso pede justificar tus actos- Le dijo colocando una mano en su hombro en señal de que no se preocupara, que no había problema. Optimus levanto la mirada quedando cara a cara, ya que son de la misma altura. Bajo su mirada hasta sus labios y sintió una gran necesidad de besarlos sin detenerse. No sabía lo que le sucedía con esta femme, quizás era su aura de majestuosidad y belleza, o quizás porque se estaba enamorando de ella. Pero esa última opción no era válida, no llevaba ni una semana de conocerla, quizás sólo era el hecho de que le pareció muy pero muy hermosa y ya. O al menos, eso era lo que quería creer- Si me disculpan, debo recuperar mi arma- Camino hasta el portal, pero sintió como una mano se enganchaba de su muñeca deteniéndola, era Optimus.
—Te acompañaré- Le dijo.
—No, Optimus. Esto es entre Megatron y yo- Le dijo soltándose de su agarre y abriendo un portal hacía donde se encontraba su preciada arma…