Capítulo Once: "Solus y Optimus"

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Mientras todos descansan, en los aposentos de Optimus se desata una guerra entre glosas, buscando dominar uno al otro. Solus se encuentra pegada a la pared de la habitación, Optimus con sus manos recorre el cuerpo de la femme sin pudor alguno, han olvidado todos sus principios, todas sus reglas, todo, ahora no son Prime’s, ahora simplemente son dos bots amándose.

Cada beso, cada caricia, son dadas como si fueran la primera y última vez, y aunque Solus sabe que si tienen mañana éxito con la destrucción de Unicron, deberá irse, pero decide ignorar eso, por ahora, sólo quiere disfrutar de las caricias que le brinda su bot amado.

Optimus levanto a Solus de sus caderas, permitiéndole a la femme enrollar sus piernas alrededor de las caderas de Optimus, sin despegar sus labios, Optimus camino hasta su litera y poso suavemente a Solus en esta, separo sus labios de la femme para poder observarla, se puso de rodillas, sin levantarse de la litera, observando a la femme anaranjada que yacía en su cama, tan bella, tan hermosa, con una belleza tan majestuosa que parece irreal, tatuándose la imagen de la femme que logro hacerlo olvidar todo sobre cómo ser un Prime, la femme con la que quiere pasar el resto de su vida, la femme con la que quiere morir, la femme que ama.

Solus observaba a Optimus, su bien formado y tonificado cuerpo fuerte, tan sexy y guapo mech, no tenía ni idea de que al venir a la tierra, se enamoraría, mucho menos de otro Prime, tenía pensado en sólo hacer su trabajo y ya, como se lo habían ordenado, pero gracias a su necedad, se encontraba ahora en esta situación y no se arrepentía, si luego debía escuchar los regaños y sermones de su amo, no le importaba, los escucharía gustosa, sabiendo la razón por la cual está siendo reprendida.

—Te amo- Susurro Optimus contra los labios de la femme. Ya se encontraba nuevamente encima de su amada.

—Yo también te amo Optimus Prime- Le respondió volviendo a juntar nuevamente sus labios en un apasionado beso de lujuria.

Ambos desean el cuerpo del otro, ambos desean el amor del otro, saben a lo que deberán enfrentarse mañana, por eso tomaron la noche para ellos, para disfrutar de las caricias del otro, para disfrutar el sentimiento de sus metálicos cuerpos juntos el uno del otro, saben que probablemente alguno de los dos no pueda volver con vida, por eso decidieron enviar todo a la mierda, olvidarse completamente del mundo, de lo que sucederá mañana, de sus reglas, del protocolo, ahora es sólo una guerra entre mech y femme, queriendo obtener el control del otro.

Solus ya cansada de que la encarnizada y reñida batalla que parece no tener fin, empuja a Optimus, sentándose a horcajadas sobre sus piernas, sonriendo victoriosamente, ansiosa por más acción y menos besuqueo.

—Qué mala- Ronronea Optimus en el receptor auditivo de Solus.

—Soy una chica mala, ¿Piensas castigarme? Merezco un castigo- Sonríe Solus coquetamente, moviendo sus caderas contra las de Optimus, haciendo que el Prime soltara un jadeo- Castígame Optimus-

—Sera un placer, un gran placer- Dijo Optimus con una sonrisa picaron y malévola en su rostro.

¿Quién podría creer o si quiera imaginar, que un Prime sería así de pervertido? Por el procesador de Optimus pasaban un sinfín de ideas de lo que podría ser el castigo de Solus, los deseos de la femme son sus órdenes, sólo es un mech que cumple lo que se le ordena.

Tomo a la femme de las caderas, haciéndola quedar debajo de él, se sentó en sus caderas, dejando sin escapatoria a la anaranjada, aunque, ¿Quién querría escapar de eso? Saco de su armadura unas esposas.

—¿Esposas? ¿De dónde sacaste eso?- Le pregunto Solus al ver como Optimus abría las esposas.

—Por ahí- Le respondió sin observarla, sólo observaba las esposas con una sonrisa en su rostro.

Tomo con delicadeza las manos de la femme, cerrando las esposas, aprisionando las manos de la femme contra uno de los soportes de la litera, impidiéndole el escape. Solus observaba a Optimus incrédula, no creía que realmente el Prime fuera a castigarla, osea, estamos hablando de Optimus Prime, el mech que se preocupa por todos antes que por él mismo, el mech que sigue las reglas al píe de la letra, el que no festeja, estamos hablando de Optimus Prime.

Optimus procedió a ir soltando poco a poco la armadura de la femme, dejando a la vista su tonificado, perfecto y desnudo cuerpo. Solus simplemente observaba en silencio como Optimus retiraba su armadura de su cuerpo, acto que la excitaba aún más, ver en esa escena a Optimus, la excitaba.  Ya teniendo de su cadera hacia arriba desnuda, Optimus se detuvo a observar el cuerpo de la femme, sintiendo como algo dentro de él despertaba cada vez más, ansioso por querer ver más, por tocar, por besar.

Paso sus manos por el pecho de la femme, bajando lentamente por su abdomen, acariciando cuidadosamente. Toco un poco más abajo, sintiendo aún como esa parte tenía la armadura puesta, fue soltando y bajando la armadura naranjada poco a poco, Solus observaba como Optimus estaba ansioso de más, pero era cauteloso, disfrutando de cada segundo. Ya con el cuerpo de la femme desnudo, Optimus volvió a colocarse de rodillas, quedando de tal manera donde pudiera apreciar el hermoso cuerpo de la femme, jurándose nunca olvidar esa imagen.

Solus movió sus manos, rompiendo las esposas.

—¿Cómo es que pudiste hacer eso?- Le pregunto Optimus con notable asombro y confusión tanto en su voz como en la expresión de su rostro.

—Es injusto que yo sea la única desnuda aquí-
Empujo a Optimus, quedando encima de él, a diferencia del mech, ella fue retirando la armadura del Prime con desesperación y brusquedad.

—Veo que estas ansiosa-

—¿Qué te puedo decir? Deseo esto con todas mis fuerzas, y no estabas castigándome, me estabas torturando al hacerme esperar. Yo sé que también lo deseas con ansias amor, no te hagas el cauteloso, simplemente vayamos al grano a disfrutar- Le dijo la femme mordiendo el labio del Prime.

Tenía razón, también estaba ansioso, no lo podía negar, desea a Solus con todas sus fuerzas, y ya no quería esperar más.

Sentimientos Prohibidos [|TERMINADA|]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora