Sentimientos Prohibidos [|TERMINADA|]

Capítulo cuatro: "La ridiculez de Megatron"

—Llegamos, es aquí- Dijo Optimus deteniéndose. Solus dirigió su mirada hacía el edificio que tenía en frente y era una concesionaria de autos, camiones y motos.

Durante su transcurso, pensó seriamente cual quería que fuera su modo automovilístico, hasta que por fin pudo escoger uno. Quería uno similar al de Optimus, ya que era bastante veloz. Buscó con la mirada algo que se asemejara a lo que quería, buscó y buscó hasta que encontró uno que le llamo bastante la atención. Parecía ser un Peterbilt también, aunque no estaba muy segura. Observo detenidamente a su alrededor de que no hubiera algún humano cerca, cuando quedo segura de que no habían moros en la costa, rápidamente escaneo el camión.

Sentía como todas sus piezas cambiaban de pies a cabeza, sentía que se hacía un poco más pequeña, se sentía diferente.

Al terminar la transformación, Optimus no pudo evitar darle un alago.

—Buena elección, definitivamente, el naranja es tu color-

—Pues… ¿Muchas gracias…?-

—De nada-

—Muy bien, ya que tengo mi modo automovilístico, vamos a por mí arma- Le dijo firmemente a Optimus. Se sentía ansiosa, quería tener ya su arma en sus manos, quería destruir a Megatron, quería que este planeta quedara libre de mal. Todos esos pensamientos dignos de una Prime.

—Debemos pedir un portal. Ratchet, abre un portal con las coordenadas de esta mañana- Dijo por el intercomunicador.

En seguida el portal apareció ante sus ojos, rápidamente Solus lo cruzo con rapidez, quería su arma pero ya. Al cruzarlo, se llevó la sorpresa de que Megatron la estaba esperando. Rápidamente se transformó, llamando más la atención del lord.

Era más hermosa de lo que imagino, se veía diferente, diferente a como Soundwave se la había mostrado. Su naranjada pintura radiante y pulida hacía que los rayos del sol chocaran contra esta, creando un hermoso espectáculo de luces y contrastes. Optimus llego transformándose, observando detenidamente la forma bot de Solus. Tenía razón, el naranja era su color, la hacía ver mucho más hermosa. Hacía que sus azulados ópticos de color zafiro resaltaran más.

—Solus Prime, creí que me habías dejado plantado- Dijo el lord con arrogancia, pasando por alto la presencia de Optimus.

—Megatronus, cuento tiempo- Le respondió Solus secamente.

—Estas mucho más guapa desde la última vez. ¿Has encontrado la fuente de la juventud?- Le pregunto con un tono divertido, pudiéndose apreciar un poco arrogante en las últimas palabras.

Ya habían tenido antes varios encuentros esos dos. El trabajo asignado por Primus para Solus era acabar con los decepticons y con Unicron, luego de que cumpliera con su misión, seria llamada de nuevo por su creador. Es por eso que no quiere enamorarse, mucho menos de un Prime. Ella tiene la certeza de que cuando termine su misión ya completada, deberá irse. No quiere encariñarse con ningún bot ni humano.

—Quiero mi arma- Le respondió con un tono amenazador.

Desde los minutos que llevan ahí, cara a cara con Megatron, Optimus no se ha limitado a decir palabra alguna. Sabe que no debe interponerse entre Solus y el enemigo, sabe que sus asuntos con Megatron son aparte, aunque sea la misma razón por la cual también es el enemigo de Solus. No entendía muy bien de lo que hablaban, escucho mencionar a Megatron algo de una última vez. Al parecer, ya habían tenido varios encuentros anteriormente.

—¿Has oído decir eso de que, el que se lo encuentra, se lo queda? Pues gracias al increíble trabajo de un archivista viejo amigo mío- Decía con una sonrisa arrogante con una pizca de maldad en el rostro mientras veía a Optimus, este no le despego la mirada ni un segundo hasta que Megatron volvió a dirigir su mirada a la bella femme naranja- Encontramos lo que al parecer es, tu arma-

—¿Has oído decir que aparte de ser la más grande fabricadora de armas, también soy la más grande guerrera? Entrenada por nada más ni nada menos que el mismísimo Primus, pelee cuerpo a cuerpo con Unicron- Le respondió de la misma manera- Sólo te aprovechaste de la amnesia de Optimus, pagaras también por eso. Ahora, quiero MI arma de vuelta y acabar con esto de una vez-

—No es tan fácil como lo hago oír. Primero, deberás pagar un precio por tener tu arma devuelta, deberás comprometerte con algo o alguien- Le dijo sonriéndole.

La paciencia de Solus se iba acabando poco a poco, realmente era difícil tratar con decepticons y más cuando se trataba del Lord de estos. ¿Precio? ¿Compromisos? Es una Prime, es Solus Prime, no tiene ningún compromiso con nadie, no debe pagar nada. Mucho menos cuando se trata de cosas de su propiedad.

—¿Precio? Se te ha soltado un cable. No pienso pagar ningún precio para recuperar mi arma. ¿Es que acaso ya se te olvido con quien estas tratando? Soy una Prime, una de los 13 originales, yo soy Solus Prime. No eres rival para mí, y si no quieres que patee tu maletero en frente de todo tu ejercito decepticon, devuélveme mi arma y quizás sólo te torture mucho- Le dijo viéndolo fríamente a los ópticos.

A pesar de la ausencia de Optimus, este quería aportar algo a la conversación. Abrió los ópticos asombrado al ver la reacción de Solus ante las palabras de Megatron. A pesar de tener la apariencia de una hermosa femme, la más hermosa de todas, su actitud es fuerte y fría, como toda Prime. Pero hay momentos en los que actúa como una femme común y corriente, quizás aburrida de las reglas de los Prime’s, quizás aburrida de verse siempre seria y no poder bromear.

Quizás nunca quiso ser una Prime, quizás ya cansada de ser Solus Prime…

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Hey! Les comunica su escritora xd
Ya se que en la imagen que coloque de la apariencia de Solus dice: "Causeway" estuve por mucho tiempo buscando la femme perfecta para Optimus y esta me encanto así que aquí en mi obra, sera Solus Prime.

Les agradecería que comentaran si les esta gustando la obra.

Eso sera todo por el cap de hoy, nos leemos en el siguiente capítulo.

Bai, bai.