Capitulos5: Huida

28 2 0
                                    

Narra Arantza:

A penas ver que mi amiga estaba de acuerdo conmigo,  salimos disparadas en busca de el.

No encontrábamos restos o pistas que nos indicaran que estaba bien,  solo nos encontrábamos con caminantes que lográbamos matar.

— Hay que encontrarlo a toda costa -digo y mi amiga asiente-

Estuvimos un buen rato buscando cuando nos encontramos con una horda gigantesca de caminantes. Comenzamos a disparar y matabamos a unos cuantos,  cuando siento que uno de los caminantes me agarra del tobillo y me arrastra hacia el haciendo que perdiera mi arma.

— ¡Arantza! -dice mi amiga,  ella queria correr a ayudarme pero estaba muy ocupada con los demas caminantes-

— ¡Ahg! -digo mientras tengo mi brazo derecho en el cuello del caminante para que no logre morderme y el otro brazo tratando de alcanzar la pistola,  el cuerpo del caminante era muy pesado y robusto por lo que mis fuerzas eran en vano,  estaba muy agotada cuando mira hacia el lado,  mi amiga estaba en las mismas condiciones-

Los caminantes se acercaban cada vez más y más , tenia que hacer algo pronto o acaso ¿esta seria mi muerte?  ¿era mi hora?  ¿al fin me encontraria con mi madre?.  Al pensar en esas palabras mi brazo comenzo a perder fuerzas.  La boca del caminantes se acercaba cada vez mas a mi,  salpicandome sangre.  Estuvo apuntó de morderme cuando una gran fuerza salio de mi y lo levante con todas mis fuerzas,  acerque mi pie a su estómago y lo empuje sacando todas sus tripas eh inmediatamente logre alcanzar mi pistola y le dispare en la cabeza haciendo que todos sus sesos volaran y saltaran cerca de mi.  Voltee mi cabeza y tuve unas inmesas ganas de vomitar,  pero no era el momento.

Inmediatamente corri hacia mi amiga y le dispare a todos los caminantes,  ella se levanto y me fije en su cuerpo para ver si tenia alguna herida,  al ver que no tenia nada seguimos disparando,  cuando un caminante nuevamente se me abalanza pero logro detenerlo y antes de que le disparara en la cabeza,  otra bala le volo los sesos.  Volte a ver a Antonia extrañada para ver si habia sido ella,  pero quedo con la misma expresión.  Entonces vimos como los demas caminantes caian sin que nosotras hicieramos movimiento alguno.

En ese instante salio un chico un poco mas alto que nosotras, cabello cafe y flequillos al rededor de su cara,  tenia unos pantalones militares y camiseta verde,  unos zapatos de resistencia y una AK 47 en su mano y en uno de sus cinturones tenia unos cuchillos y navajas de diferentes filos y tamaños junto con un Revolver.

Los tres comenzamos a disparar a los caminantes hasta que finalmente acabamos con ellos.  Las dos podamos nuestras miradas en aquel hombre,  luego de mirarnos formo una sonrisa muy gentil y contagiosa, asi que nosotras también sonreimos.

— Muchas gracias,  por salvarnos -digo sonriendo y Antonia hace el mismo gesto- Sin tu ayuda ya seriamos uno de ellos -bajo la cabeza pero rapidamente la levanto y vuelvo a sonreír-

— No es nada,  ¡yo salvo a los mios!  Y me alegra de que no les haya pasado nada -sonrie- Mi nombre es Kenny ¿y el de ustedes? -dice kenny-

— Yo me llamo Arantza -me apuntó con mi dedo pulgar- y ella es Antonia -le presento a mi amiga-

— ¿Son hermanas?  -dice a lo cual nosotros nos reimos un poco y el queda extrañado-

— Jajaja claro que no, nosotras somos mejores amigas pero nos consideramos hermanas,  estamos juntas desde que esto paso -digo sonriendo-

— ¿Estan con alguien más?  -dice y nosotras inmediatamente agachamos la cabeza- Oh perdon no queria -Antonia le interrumpe-

— El no esta muerto,  solo nos separamos y confiamos en que sobrevivira -dice y sonrie de manera que hasta un caminante reconocería que es la sonrisa mas forzada-

CaminantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora