Capitulo 7

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JACK

Ya paso una semana desde que Alice fue a mi casa, solo nos hemos estado encontrando en la escuela y de camino a ella. Zack ya me devolvió mi moto, la cual ahora manejo con más precaución, mi madre sigue sin aceptar que maneje la moto sin conocer bien las calles de esta ciudad.

He tratado de conseguir un trabajo de medio tiempo para pagarle a Zack los gastos que tuvo con mi motocicleta, él sigue diciendo que no es necesario pero para mí si lo es y mucho.

- ¿Jack? - dijo mi madre moviendo sus manos en frente de mis ojos - ¿estás bien amor?

- Si, solo... Solo estaba pensando - dije frotando mis ojos y acomodándome en el sofá en el que estoy hace una hora o más.

- Estaré en mi habitación por si necesitas algo - asentí y ella se fue a su habitación. Me quede sentado en el sofá alrededor de veinte minutos y después comencé a ir a mi habitación.

- ¡Ah! ¡El horno! - mi madre salió corriendo de su habitación en dirección a la cocina - ¡Jack! ¿¡por qué no me avisaste!? - escuche gritar a mi mamá cuando yo ni siquiera sabía que tenía algo en el horno. Me adentre en mi habitación y me acosté en mi cama - Jack - dijo mi mamá en la puerta de mi habitación - ¿por qué no me dijiste que tenía algo en el horno?

- No sabía - dije levantándome de la cama - ni siquiera sé qué hora es.

- Esta bien - dijo y se fue - no recordaba que tengo que ir al hospital por un papeleo - dijo asomándose de nuevo en mi puerta - tengo que ir enseguida, regreso en unas horas - se volvió a ir y esta vez escuche la puerta cerrarse.

- ¿Dónde está mi cámara? - dije al ver que esta no estaba donde siempre la dejo - de seguro está en el cuarto de mamá - me dirigí a su habitación, una vez ya dentro comencé a revisar los cajones, mi madre tiene la costumbre de esconder mi cámara para que me den mini infartos.

Había un cajón lleno de papeles, comencé a levantarlos, pero no estaba mi cámara, mire a un lado de la cama y hay estaba, en una mesa de noche sobre unos papeles. Me acerque y tome mi cámara, el papel tenía el sello del ejercito de España. El corazón me dio un vuelco al recordar que mi padre hace mucho que no manda una carta y si este papel es lo que creo que es creo que no podré ir al carnaval.

Tome el papel y me senté en la cama con la cámara a un lado. Comencé a leer el papel que decía:

Batallón español 120

Sra. Thompson

Con mucho dolor, le informamos que el soldado Miguel Ángel Thompson se reporta perdido en combate.

De parte del ejército español nuestras condolencias para la familia de este hombre que lo da todo por su país. Seguimos con la esperanza de que se reporte con buena salud y sin ninguna herida.

DIOS Y PATRIA.

No podía creerlo, mi padre... Perdido en combate, sentía que todo a mi alrededor se caía en pedazos. Tome los otros papeles que estaban en la mesa, ninguno era una carta de mi padre, ni del ejército, nada. No había nada que me diera la esperanza de que mi padre seguía vivo o que no lo había capturado el enemigo. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, mi cuerpo se debilito y comencé a temblar.

- Papi - dije en un susurro. Lo quería devuelta, quería que volviera a la casa, quería rememorar todo ese tiempo que el no estuvo. Quería gritar, quería salir corriendo, quería llorar en el hombro de alguien hasta que los ojos se me hinchen, me duela la cabeza y la voz no me dé más - ¿por qué? ¿por qué te tuviste que ir?¿por qué tuviste que dejarnos?

Entre Amigos, Amor Y ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora