Querido mejor amigo: Estas despedido

¿Enamorada? Enamorada.

¡Estoy muy molesta! ¡¿Qué diablos le pasa a el mundo?!!! ¡¿Por qué Dios, por qué tengo tan mala suerte?!. Como es probable que no estés entendiendo nada de lo que te estoy contando te voy a contar todo con calma y así lo digerimos las dos. Pues todo empezó después del final del ciclo escolar pasado. Pues ayer llegué a la escuela con la novedad de que ya estoy en el último curso de esta escuela. Como te debes estar imaginando, lo primero que hicimos al llegar a esa segunda casa llamada escuela, fue una ceremonia, en donde obviamente, participé. Se que podría mentir pero no pienso hacerlo: Yo no podía parar de ver a Horrendus. Creo que no hace falta aclarar que yo no podía dar ni un paso sin pensar en él.

-¿En qué piensas?- me preguntó una voz.

-¡¡¡¡¡RAPUNZEL!!!!!!

-¿Qué tienes loca?- preguntó con una sonrisa en los labios.

-Nada.

-¿Cómo que nada?

-En serio, nada- repliqué.

-¿Enserio?-empezó Rapunzel- ¿Es normal  ver a un castaño de ojos verdes con cara de borrego hipnotizado? ¿O con la misma cara de antojo que tienes al ver una manzana?- preguntó  mi amiga rubia.

-¿Qué? ¿Qué estas insinuando?- pregunté yo haciendome la ofendida.

-Ya no mientas, estas viendo a Hiccup.

-Claro que no.

-Aja- se rió- Solo cuídame ese corazoncito ¿Ok? 

Me había atrapado. Sí estaba viendo a Hiccup, pero no estaba segura de que una persona como él me gustara.

-No me gusta- me defendí.

Ella solo me sonrió de esa forma tan peculiar que quiere decir algo como "Al fin" o "Yo sabía que era amor de verdad":

-¿A si qué es Hadook?- supuso Punz.

-No, y aún si lo quisiera, ya sería un poco tarde ¿No crees?- dije yo mientras lo veía con Astrid- Mira que tiernos se ven.



-Entonces estoy en lo  correcto- dijo ella.

-¿Por?

-Estas celosa.

-¿Celosa yo?

-Sí , tú.

Más tarde yo seguía igual de distraída. Esta vez, la primera en notarlo fue mi cómplice, que por cierto, ahora esta en mi clase.

-Tierra  llamando a Mérida ....

-En 1810, no, en 1910........

-¿Qué te pasa?- preguntó Anna alarmada.

-Nada- volví a responder.

-¿Nada? ¡¡¡¿¿¿Todo el tiempo te la has pasado observando la ventana con cara de borrego y dices "nada"???!!!!!

-¿Cuánto tiempo llevo observando la venta?- pregunté.

-Más de dos horas, o sea, lo que llevamos en la escuela.

-¿Qué hora es?- volví a hacer preguntar.

-Las diez y media.

-!Ya estamos en el descanso!- exclamé.

-Pues sí- empezó- Lo que pasa, es que Heather, Mulán y yo ya no íbamos y te llamamos, pero tú ni en cuenta, es más, yo creo que si no te hubiera avisado seguirías hipnotizada viendo la ventana.

-¿Ya bajaron los de la otra clase?- pregunté con ansiedad.

-No, pero que te parece si nos vamos.

-Vamonos.

Estaba con mis amigas muy normal, cuando vi a Elsa. Siendo sincera, aunque ella a veces sea una cochina traidora y una burlona, debo admitir que confió demasiado en ella.

-Hol........................

-Tengo algo que decirte- me adelanté.

-¿Qué pasó?

- Creo que me enamoré- le dije mientras me alejaba del resto.

-¿A sí? ¿De quién?- preguntó ella sin mucho entusiasmo.

Antes de responder, mire hacia todos lados. Él no estaba cerca.

-Me enamoré de mi peor enemigo.

La reacción de la platinada fue más o menos así:



-¡¡¡¿¿¿QUÉ?!!!!

-Lo que oíste- dije molesta.

-Pero......

-Ya se que es una tontería- interrumpí a  mi amiga.

-¿No crees que ya es un poquito tarde?- preguntó ella.

-Ya se que es muy tarde.

Elsa me miró.  Me dio un abrazo y me dijo que no me preocupará, que todo iba a estar bien. No entiendo tanto escándalo.  Quizá sea un error pensar que solo porque me miró y me sonrió en el descanso todavía  haya oportunidad.