Deseos de cosas imposibles.

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Voy en una camioneta, en el asiento del fondo. Estoy escuchado una canción muy bonita de Imagine Dragons llamada ''Shoots". Que casualidad que de hecho no este sola: Notó que más personas están adelante. No les pongo demasiada atención: al parecer estoy intentando escribir algo. De repente se me ocurre algo y empiezo a escribir como loca. Mi madre grita y me dice que deje de estar escuchando música y que mejor la ayude a sacar las cosas para un picnic. Como se que no tiene mucho sentido discutir con ella, me quito los audífonos  y, de mala gana, voy a ayudar. Justo cuando estoy acomodando lo último, escuchó un grito: Era mi Hermana Penny. Voy a ver que sucede y me di cuanta de algo: Estaba jugando la traes con un chico un poco más bajito que yo. Tiene el cabello café, es delgado y como mencioné, bajito.

-¡¡¡HICCUP!!!- exclamó yo.

Hiccup era quien jugaba con mi hermana. Pronto me uno al juego.Pasa un rato y nos llaman a comer. Después mi hermana se queda dormida y nosotros salimos a explorar. Encontramos un lago y nos sentamos  en la bahía a platicar:

-Te he extrañado- dice Hiccup.

-¿A si?- pregunto yo sin mucho entusiasmo.

-Pues claro- continua él- eres una gran persona.

Yo guardo silencio. Ambos lo hacíamos. De repente, el decidía romper el silencio.

-¿Te puedo decir algo?

-Claro.

-No quiero morir tan pronto.

-¿De qué hablas? ¿No crees que eres muy joven como para morir? La gente no se muere así como así.

-Es que lo siento- aclara él- me da una urgencia terrible de hacer cosas, como si ya no hubiera tiempo o algo así.

Pasamos otros cinco minutos sin decir ni pío. Hiccup se puso de pie, puso sus manos alrededor de su boca y gritó:

-VIVA LA VIDA.

-¿Qué haces?- pregunté.

-No lo se, perdón, fue un impulso.

-Bueno eso no importa, mejor hay que volver.

Caminamos por el bosque y, sin explicación lógica, estábamos trepados en la cima de un árbol. Vemos como una pareja de niños, como de ocho o nueve años, camina sonriente, tomados de la mano. Yo siento tal odio hacia ellos que empiezo a lanzar les ramas, frutas e incluso flores, pero ellos parecían no darse cuenta de nada. Un segundo después, la rama en la que estoy trepada se rompe y empiezo a caer. Noto que al parecer la pareja a crecido o algo así porque ahora se ven mucho más grandes, como de veinte años. Veo que los dos me quieren atrapar para que no quede hecha puré en el suelo, pero al parecer es inutíl. Justo cuando estoy a punto de caer, siento que alguien me jala del brazo:

-¡MÉRIDA! YA DESPIERTA QUE SE TE ESTA HACIENDO MUY TARDE PARA IR A LA ESCUELA.

Afortunadamente, todo había sido un sueño, una pesadilla. Me preparó para ir a la escuela. En el camino mi papá me  preguntó si todo iba bien. Yo he dicho que sí. Creo que será mejor no contarle a nadie esta sueño tan maravilloso y tan horrible a nadie.


Querido mejor amigo: Estas despedidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora