Durante el resto de la noche no pude pensar en otra cosa que no fueran las palabras del chico ("nos vemos a la salida") y su labios recorriendo mi piel.
Cuando salimos del lugar mis acompañantes no paraban de preguntar quién era el chico, de donde lo conocía y miles de cosas más. Preguntas que por obvias razones no obtuvieron respuesta, esta tan metida en ignorarlas que me asuste cuando sentí un jalón en mi brazo y posteriormente unos labios suaves y carnosos adhiriéndose a los míos, apenas y me acerco pude identificarlo por lo que le seguí el beso, nos separamos con una sonrisa en el rostro.
-nos vamos. Susurro de forma sensual.
Asentí sin pensarlo, aunque en lo más profundo de mi cabeza sabía que lo correcto era decir no. Tomo mi mano y me condujo a lo largo del estacionamiento, hasta llegar a una camioneta azul.
-espera dijo con apenas un hilo de voz. A dónde vamos.
No contesto simplemente me ayudo a montarme a la camioneta y abrocho mi cinturón de seguridad, para colocarse en el lado del piloto. Serpenteo por las calles de la ciudad llegando a uno de los mejores barrios, se detuvo frente a una casa muy bonita de tres plantas color crema.
Al entrar me quede impresionada con la decoración, era estilo bitare en tonos claros, los muebles eran de piel en su mayoría negros y cafés claro. Había cuadros y escultura por toda la pared, en el techo había lámparas de cristal, todo realmente hermoso.
Me llevo a uno de los sofás muestras con una mando a distancias encendía unas tenues luces dándole al salón un aspecto íntimo. Coloco música suave y empezó a moverse al ritmo de ella. Me tomo de la mano invitándome a bailar. E iniciamos la conversación que debió haberse dado antes de ir a su casa. Ahí descubrí que se llamaba Alexis, que tenía 27 años y trabajaba de stripper solo por diversión pues es el dueño del lugar. Después de un rato charlando y un poquito inducida por el alcohol nos fuimos acercando cada vez más hasta que su labio toparon con los míos en un beso lento y cargado de lujuria. Me tomo de los muslos haciendo que quedara a horcajadas sobre el mientras sus besos se trasladaba a mi cuello. Mis manos estaban enterradas en su cabello acercándolo más a mí.
No se cuánto tiempo paso después de tantos besos y caricias que esparcía por todo mi cuerpo pero ambos estábamos sin respiración aunque completamente vestidos. Traslado su boca a mi oído y con voz sugerente susurro. "Baila para mí".
Como una autómata seducida por sus palabras me puse de pie viéndolo a los ojos, cuando empezó a sonar "Ripley de Satino" una acción demasiado lenta y por ende un poco sensual. Animada por el alcohol, comencé a mover mis caderas lentamente al ritmo de la música, mientras el no despegaba los ojos de mí, seguí con el movimiento de mis caderas acompañado esta vez con un suave movimiento de mi cabeza al compás de los sonidos acercándome lentamente a Alex, hasta llegar y posar mis manos en su fornido pecho, las fui subiendo lentamente hasta llegar a sus cuello y acercarlo un poco a mi casi como si lo fuera a besar pero me detuve antes de rosar sus labios, una queja broto de sus labios aun así acepto mi negativa y me dejo continuar con lo que hacía, bajando lentamente las manos por su torso hacia el borde de su camisa lo hice levantar sus brazos para deshacernos de ese molesto pedazo de tela, para ese momento tanto el como yo estábamos mas allá de la simple excitación.
Fue como si leyera mi mente pues apenas termine de sacra su camisa, me tomo por el cuello dándome un beso cargado de deseo, ya no me importa lo que pasar a partir de ahí, estaba completamente perdida en mi deseo por este tipo que apenas y sabia su nombre. Y completamente seducida por el empezamos a desnudarnos con desenfreno hasta quedar solo en unas pequeñas bragas de encaje y el en un ajustado bóxer gris que marcaba demasiado la muestra de su excitación.
Lentamente me tomo en sus brazos sin dejar de besarme y me llevo fuera del salón, a lo que supongo era su habitación. Al topar con la cama no hizo esa cosa loca de lanzar a la chica, se sentó en el borde conmigo arriba del mientras devoraba mis pechos desnudos desde hace un buen rato, su boca estaba haciendo cosas muy buenas en mi cuerpo tan buenas, que ni siquiera podía recordar como mierdas me llamaba. Lentamente se fue girando hasta dejarme con la espalda en el colchón sirviéndose sobre mí, le hice espacio para que se acomodara mejor entre mis piernas. Solté un gemido cuando sentí la presión de su erección rosar con mis partes de chica, que para este momento estaban muy húmedas de tanta espera.
Tomo el borde de la ligera tela haciéndola descender por mis piernas mientras susurraba palabras de apreciación hacia mi figura. Cuando se deshizo de él fue bóxer quien siguió el mismo destino que toda la demás ropa, esparcida por algún lugar. Saco un preservativo de la mesita de noche y bajo la atención de mi mirada se lo coloco en su erecta polla que no hacia más que crecer por el escrutinio de mi mirada, hasta parecía tener vida propia.
Volvió a colocarse entre mis piernas y por impulso mis piernas rodearon sus caderas, dando así un Angulo de penetración más certera.
-Espera me escuche decir. -nunca he estado con nadie.
Por un momento creí que se detendría. Sus ojos se abrieron desmesuradamente, y un momento después una gran sonrisa surco su rostro.
-no te preocupes nena, seré cuidadoso.
Y sin más siguió con su acción de adorar mi cuerpo, llenándolo de besos y caricias, cuando sentí la presión de su pene intentando entrar en mi vagina y quejido de dolor broto de mi garganta haciendo que se detuviera y siguiera intentando relajar mi cuerpo, lentamente mientras mi cuerpo media ante sus caricias cargada de deseo, llenándolo de excitación hasta lograr entrar por completo en mí, era extraña la sensación de sentir algo entrando y saliendo lentamente de mi cuerpo, dolía como el infierno y no entendí como era que mis amigas disfrutaban de esa invasión tan incómoda hasta que después de unos minutos dejo de ser incomodo, dolía si mas ya no sentía como si un cuchillo me estuviese partiendo a la mitad. Era un dolor agradable.
Palabras salían de mi boca, ni yo misma sabía que decía al igual que de su boca salían palabras sucias que en lugar de ofenderme hacían a mi cuerpo reaccionar de manera febril llevando a encontrar sus embestidas. Su nombre salía a gritos de mí. Estaba llegando a un lugar sin retorno en donde el placer mandaba, y mi cuerpo pedía liberarse, al final explote en un asombroso orgasmo, me acompaño segundos después dejando reposar su cara entre mi cuello. Ambos jadeantes y sin respiración.-ese fue un hermoso baile"susurro".
Holi perversos, a partir de hoy la historia será trasladada a Dreame si gustan ir a darle amor por allá, se los agradecería un montón... Estarán estos y nuevos relatos, y las actualizaciones serán más continuas. Les dejo el link por acá! https://www.dreame.com/novel/Zo9EWEeLKL%2FwK3Cx5TL0rg%3D%3D.html
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Entre el Amor y el Deseo
RandomPequeños relatos cortos sobre deseos prohibidos, pequeños sucesos que ocurren entre diferentes personas, y como el deseo y la pasión los lleva a cometer actos de los cuales se pueden arrepentir o llegan a causarles un gran placer. Precaución: muchos...