Entre el Amor y el Deseo

Baila para mí (parte 1)

Siempre he sido de esas chicas a las que le gusta admirar la belleza masculina, mas sin embargo siempre he sido un poco tímida al momento de relacionarme con ellos, razón por la cual a mis 26 años sigo siendo virgen.

En dos días mi mejor amiga se casara con el que según ella es el amor de su vida, por lo tanto esta noche se llevara a cabo su épica despedida de soltera, así lo describio ella.

Vamos camino a una bar de strippers, algunas de las chicas ya han venido a este lugar pero como se podrán imaginar es mi primera vez, estoy un poco nerviosa pues como ya dije me gusta admirar la belleza masculina, nadie conoce esa afición mía y aquí supongo abra mucho que ver, solo espero poder disimular un poco.

Al entrar, pierdo mi vista observando todo el lugar, es bonito y elegante, color rojo suave, las luces estrambóticas brillan en su mayoría en azul y amarillo dando así al lugar un toque íntimo y pasional, en el centro hay una pequeña pista, como si fuese pasarela de modelaje larga como de unos 3 por 6 metros, en el centro de esta como si fueran divisiones se encuentran 3 tubos de metal desde la base hasta el techos del local, parece un buen lugar aunque está un poco lleno a decir verdad.

Nos ubicamos en una de las mesas de enfrente, en la cual ya hay algunas botellas de vodka, tequila, botanas y algunas otras bebidas que las chicas ya habían solicitado con anterioridad.

En el centro de la pista hay tres chicos moviéndose muy sensualmente a ritmo de "Al te time de Cine y Natas ha Mosley". Dos de ellos están a las orillas, son altos 1.90 tal vez, rubios, musculosos, nariz respingada, desde aquí no alcanzo a distinguir el color de sus ojos pero podría apostar a mi primogénito a que son azules. Hasta me atrevería a decir que son gemelos por lo parecidos que son.

Muy por el contrario el otro chico está en el centro de la pista justo en frente de nosotros, es moreno, cuerpo fibroso cabello largo y castaño, barba un poco parida, aunque está un poco alejado alcanzo a distinguir sus ojos, son unos hermosos orbes negras, con pestañas largas y risadas. Los tres se mueven en un baile lento y erótico que capta de manera hipnotizaste mi atención, más que nada el moreno. No se tiene algo en la forma en que me está viendo ahora mismo. Su mirada me tiene atrapada, no puedo despegar mis ojos de él la manera en que mueve sus caderas al ritmo de la música como si lo estuviera haciendo especialmente para mi hace mi sangre se caliente rápidamente en especia una parte que se encuentra muy al sur. Ciento como se empieza a humedecer lentamente.

Un profundo calor va subiendo por todo mi cuerpo empezando en la parte más sensible los dedos de mis pies recorriendo mi piernas largas y torneadas, hasta pasar muy lentamente por mis muslos, la parte más caliente de mi cuerpo en este instante es mi clítoris, pareciera que toda la sangre de mi cuerpo se concentra exclusivamente en él.

Durante todo el baile el moreno no deja de verme, ni yo separo mi vista de él. Casi al final de la canción, los tres se bajan del escenario para dirigirse a diferentes áreas del lugar, el moreno viene directamente hacia mí, y aunque sé que se dio cuenta de que lo observaba no puedo dejar de hacerlo, tiene algo que me hipnotiza y me atrapa.

Apenas llega hasta donde estoy y pierdo el sentido d donde me encuentro solo me puedo concentrar en él y en la forma en que sigue moviéndose. Se sienta sobre mis piernas y sigue moviendo sus caderas, tomando mis manos las lleva hasta su cuello, logrando que recorra todo el camino hasta su abdomen marcado, un six completo. Mis pezones se lleguen por el contacto y creo que él lo nota pues empiezo a sentir una muy marcada erección en la parte baja de mi abdomen. Empiezo a aventurar mis manos hacia su espalda palpando así la dureza de todo su cuerpo, para este instante soy completamente ajena a lo que pasa a mi alrededor y solo puedo ver y sentir o que este sexy bailarín me hace sentir, nunca me había pasado, con sus manos me acerca más a él quedando cada uno en el cuello del otro donde empieza a repartir besos húmedos, haciendo que mis hormonas se alteren cada vez más.

Nunca en mi vida había sentido tanto dolor en cierta área de mi cuerpo pide urgentemente atención, cuando reo que estoy a punto de enloquecer el moreno lleva su boca hasta el lóbulo de mi oreja dejando un pequeño mordisco que termina por excitarme más de lo que ya estaba.

La canción termina por lo tanto los bailarines se tienen que retirar cuando creo que ya no pasara nada más quedándome con tremenda frustración sexual, se acerca a mi boca dejando un dulce beso al separarse me susurra nos vemos a la salida........

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