Una chica de tan solo 15 años que se ve a si misma como alguien horrible, egoísta, insoportable, en resumen, la peor persona del mundo. Piensa todo eso hasta que una chica algo más mayor que ella le hace ver que es todo lo contrario. A raíz de eso...
He llamado a la enfermera para que me avise cuando despierte, lleva tiempo teniendo pesadillas, pero todavía no despierta, eso es lo que más me preocupa ahora. ¿Abre hecho bien? No estoy segura, pero lo hecho hecho esta, no puedo viajar en el tiempo como los grandes brujos. Salgo del hospital.
-Hola Aelia, no le habrás visitado, ¿no?
-Hicimos un trato y aunque me duela mucho, cumplo los tratos.
-Bien, creo que puedo confiar en ti.
-Guay...-sonrío forzadamente
-¿Y qué te apetece hacer?-enrosca su cola de Okami por mi cintura.
-Lo que tu quieras, digamos...que es como si tu fueras mi dueña...
-Eso suena bien-me sonríe
-Para ti...-susurro
-¿Qué?
-EH? ah! nada, nada-intento sonreír algo convincente pero no lo consigo.
-Quiero que confíes en mi, después de todo soy tu pareja.
-Ya lo se Kioshi...
Ella entrelaza nuestras manos sin separar su cola de mi cintura, lo cual me pone algo nerviosa. Nos dirigimos a SHDLL donde empezó todo, cuando entramos me entran ganas de llorar, pero como normalmente hago, me aguanto todo el dolor para mi sola. Entramos y suelta mi mano, nos sentamos unos 15-30 licantropos, no los cuento, pero me hago a la idea. Uno en especial se hacerca a Kioshi, un chico alto, vestido todo de negro al igual que sus ojos y su pelo, es Fam. Kioshi abraza a Fam y el corresponde el abrazo, Fam le besa en la comisura de los labios mientras que yo aparto la mirada.
-¿Celosa?-me mira Kioshi aun abrazada a Fam
-No, de todas formas eres mi dueña.
-Soy tu pareja-se suelta de Fam, todos nos miran.
-No soy celosa normalmente.
-¿No te gusto?-se me hacerca
-No es eso- ¿qué? ¡claro que si es eso! me levanto de mala leche del asiento.
-Bueno...¿entonces, qué es?-se me acerca mientras que levanta con su cola su falda y saca una daga de ella.
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Choco contra la pared y saco mi cuchillo serafín de mi pantalón.
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Le esquivo con Aekmo mi cuchillo serafín, cuando intenta clavarme la daga.
-Ese cuchillo te lo regalo tu padre, ¿verdad?
-Si, ¿algún problema?
-No- pasa su daga por su cara- esta daga me la diste tú.
-¿Enserio?-asombrada
-Toma, te la devuelvo-extiende la mano con la daga, con el nombre gravado Akiro
-No, si te lo di fue por algo- ella guarda a Akiro en su funda, debajo de su falda. Yo hago lo mismo con Aekmo.
-Te quiero-besa mi mejilla, sus labios descienden hasta mi cuello, pero la detengo.
-B-bueno...
-Ríe-Sabes que no te voy a obligar a hacer nada que no quieras.
-Lo se- me obligas a salir contigo.
-¿Puedo continuar?
-S-si...- que más da, eres mi dueña por desgracia
Me besa en los labios, introduce su lengua con gran delicadeza, se nota su experiencia, bueno es normal tiene 18 años, oficialmente es mayor de edad desde los 16. (aquí eres mayor de edad antes). Después de disfrutar bastante con mi boca desciende hasta el cuello dejándome un chupeton, sigue descendiendo, intenta desabrocharme la blusa. Suena mi teléfono, pero ella no se detiene. Miro el móvil.
-Ig...no...ra..lo-habla mientras besa mi cuello e intenta desatar mi blusa
-¿Y si es importante?-miro la pantalla en el móvil, era la enfermera, enseguida me aparto de Kioshi. ya no ns miran.
-¿Quién es?-arrastra su mano por su boca.
-Es la enfermera
-¿Ha despertado?
-Si...
-Bueno, sabes que no puedes ir a visitarla, ahora eres mía.
-¡Lo se de sobra! ¿Puedo salir afuera para hablar con la enfermera? no me escapare, lo prometo.
-Bueno, vale.
Salgo afuera, me e quedado con la moto de Laika, pero no pienso escaparme, asaber de que es capaz.
º llamada º
-¿Sí?-la enfermera
-Hola, soy amiga de Laika, me gustaría que le dieras un mensaje de mi parte.
-Si, ¿qué es?
-En la mesita debe de haber una carta, dígale que es de mi parte y qué hay explica algunas cosas de lo sucedido, le agradecería que se lo diera hoy si le hes posible.
-Si, este tranquila, se lo entregare ahora mismo.
-Gracias.
º fin de llamada º
Voy a donde Kioshi y le beso en los labios.
-Gracia por dejarme salir.
-Por ti lo que sea mi amor.-me abraza-¿podría dormir esta noche en tu casa?
-Claro- mierda
-Gracias mi amor, te prometo no volver ha decirte nada de improviso.
