Kagura y Sougo - Mi Primer Amor

Azul

Al día siguiente Kagura fue acorralada por sus amigas y compañeros preguntándole quien había sido el chico con el que se había ido, ella no sabía si decirles la verdad pues tenía miedo de que sus amigas cambiaran si sabían que Kamui yato era su hermano mayor por lo que solo les contesto que era un amigo.

-Pues para ser solo un amigo te pusiste muy feliz Kagura chan – pregunto Otae

-Bu...bueno es que tenía mucho tiempo de no verlo por eso estaba emocionada – contesto la nerviosa pelirroja –

-¿Y cómo se llama tu amigo? – dijo Kyube –

-Ka..ka...ka...Kakaroto – dijo Kagura ganándose la mirada incrédula de todos - //que hago...si les digo su nombre tal vez sepan quién es//

-...Que nombre tan...original – dijo Kondo mientras escuchaba la conversación de las chicas –

- Ya dejen el chisme mocoso y pongan atención en la clase dijo el sensei mientras entraba al salón.

La rutina del salón de 3° Z había regresado a la "normalidad" Kondo siendo golpeado por Otae, Shinpachi leyendo revistas donde salía Otsue (o como se escriba) Yamazaqui coqueteando con Tamma, Sougo tratando de matar a Hijikata o peleando con Kagura.... En fin todo como siempre pero, esa "paz" no podía ser eterna.

-Un día Kagura entro corriendo al salón pero no se dio cuenta que estaba tirada una cascara de platano, resbalo y cayó fuertemente justo frente a Sougo el cual se rio tanto que le dolió el estomago y se lamento no haber sido el quien había tirado esa cascara.

-¿Estás bien Kagura chan? –pregunto Soyo muy preocupada por su amiga mientras corría ayudarla –

-Eso creo – dijo la adolorida chica –

-Perdón Kagura chan Toshi me empujo y por accidente se me callo la cascara – dijo el gorila acosador mientras se inclinaba a disculparse –

Sougo veía divertido la escena y en eso todos escucharon el sonido del vidrio quebrándose, eran los lentes de Kagura que se habían destrozado con el golpe

-Mis anteojos – dijo la pelirroja viendo lo que había quedado de ellos –

-Ahora en lugar de ser una china plana cuatro ojos, serás una china plana cegatona – dijo el castaño mientras ponía su cara de burla, la cual se borro segundos después.

Pues Kagura levanto su rostro furiosa viendo al sádico sin sus gruesos lentes por primera vez y dejándolo a él y a todos con la boca abierta pues nadie sabía que detrás de esos peculiares anteojos se escondieran unos hermosos ojos tan azules como el cielo y tan brillantes como los zafiros.

-Para tu información veo perfectamente sin ellos, sádico idiota –

-Ka...Kagura chan tus ojos son realmente hermosos – dijo Otae mientras seguía sorprendida –

-Ah es verdad, ustedes nunca me habían visto sin los lentes ¿verdad?

-Po...¿por qué usabas esos horrorosos anteojos si puedes ver bien sin ellos? –pregunto Katherin

-Yo...lo olvide jajaja – contesto mientras se rascaba la cabeza nerviosa

Las únicas personas que sabían de los ojos de Kagura eran Gintoki obviamente, Shinpachi ya que la conocía desde niños y Soyo quien ya se había percatado pero nunca le pregunto nada. Y es que Kagura había decidido usar esos lentes que ocultaban sus bellos ojos ya que en su otra escuela las chicas se la pasaba diciendo que tenia los mismos ojos que su hermano y el mismo cabello que él, lo que la molestaba porque siempre querían estarla viendo y tocando, por eso se puso esos feos lentes y oculto su cabellera con dos chonguitos que por costumbre siguió utilizando.

Durante algun tiempo Kamui tambien quiso usar lentes por eso en la foto los trae puestos, pero al poco tiempo se dio cuenta que no le gustaba usarlos y los tiro.

Sougo quedo sin palabras al ver los ojos de la chica que torturaba a diario, en ese instante sintió como un leve calor se acumulaba en sus mejillas, para su suerte nadie lo noto pues todos estaban viendo a Kagura.

Cada cierto tiempo la chica oji azul usaba nuevamente anteojos pues no se acostumbrara a estar sin ellos por mucho tiempo y Sougo sabía perfectamente cuando ella volvía a escribirle cartas a su "amigo" para que viniera a visitarla lo que lo molestaba de manera exagerada. El tipo extraño siempre llegaba en un auto lujoso bajaba para recibirla con un abrazo siempre cubriendo su pelo, ojos y cara.

la curiosidad de los alumnos y en especial del cataño cada vez ahumentaba más y más, todos querian conocer al misterioso chico que tanto hacia sonrreir a la pequeña pelirroja.

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