Capítulo 4. Él

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Poco a poco subio otra vez hasta los labios de Haruno nuevamente pero con mas pasion y lujuria, lentamente acorraló a la pelirosa haciéndola sonrojar, haciendo que esta enrolle sus brazos detrás del cuello ajeno, empezando nuevamente una batalla de leguas y dominación, tanto él como ella se habían olvidado de todo hasta el como habían llegado a esa situación.

Llenando aquel vacío de placer ambos, el chico posicionó una mano en el muslo de la pelirosa apretando; continuamente bajando las últimas prendas; metiendo posteriormente dedos dentro de la cavidad vaginal femenina dando de esa forma el inicio de un pecado.

- Estas tan caliente por dentro. - Musito exitado el azebache. - ¿Quieres que te toque?.

- Por favor, sí. - Suplicó.

- ¿Realmente quieres que te toque?. - Cuestionó divertido y lleno de malicia tras sus palabras.

- ¡Sí, joder! - Ya no podría callar más. - Por favor, ungh; así . . . Besame. - Ordenó.

- Correte para mi. - Sonríocon picaria el hombre.

- ¡Oh, oh! . . . ¡Maldita sea, Sasuke! - Gritó entre la mezcla de sensaciones del momento. ¿Había gritado lo que pensó?

. . . Sasuke . . .


Son las palabras que oía una y otra vez, retumbando dentro de su cabeza, sonando como si fuera un eco, estaba perplejo.

- (Ella . . . Acaba de decir). - No sabía como actuar, definitivamente era como un balde de agua fría caer sobre él; así que sin más saco los dedos de la chica.

- Lo . . . Lo siento, yo . . . No se por que dije su nombre. - Estaba asustada, y no era para mal que la pelirosa a empezando a sollozar.

- ¿Su nombre . . .? Quieres decir . . . ¿Sasuke, es el chico que aseguras que tienes en tu corazón? - En shock era la respuesta correcta a como se encontraba.

- ¡Por favor, no me hagas daños! Se que fue una imprudencia. - Aún estaba sollozando.

- ¿Sasuke es el chico que no te corresponde? ¿Es al que amas tanto?. - Preguntó sorprendido.

- ¡Lo siento, por favor; no me hagas daño. Juro que no quería decir su nombre!. - Dijo casi gritando la pelirosa, al borde del colapso nervioso.

Un inmenso silencio se apodero de la habitación, dejando confundido al ojionix, mientras que veía a la pelirosa sollozar, sin embargo, él en lugar de estar molesto una sonrisa lijera apareció en los labios del azebache, acercandose a la contraria depositando un beso sobre la frente de ella.

- Lo siento *Hip* ¡lo siento tanto!. - Suplicó con la voz rota.

- No llores sakura . . . No tienes que llorar. - Limpiando las lagrimas de la femenina, le plantó beso pero ahora sobre los labios, realmente estaba sorprendida; después de unos segundos se separararon.

- No lo entiendo . . . ¿Por qué, eres tan bueno conmigo?. - Cuestionó la pelirosa nerviosa. No era normal en esa clase de situaciones set tratada con tanta amabilidad.

- Hay una buena explicación para eso, mi flor de cerezo. - Respondió dulcemente, ella sería la única quién recibiera tales palabras.

- ¿Qué quieres decir?. - No hubo respuesta después de unos segundos, acompañado de eso un beso en la frente fue lo único que recibió.

- Bueno . . . Ummmm. -Pronunció por lo bajo, para despues repirar profundamente, mirandola, acercando sus dedos a su frente. - (Porque) . . . Porque . . . Yo soy Sasuke.

Y fue ahí donde lentamente que le permitió verlo, al quitarle esa venda que cubría la visión de la mujer. Dando como resultado, la sorpresa de ella.

Continuará . . .

Corazones SincerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora