"El misterio"

31 3 3
                                    

Una vez abierta la puerta logré ver que habían unas enormes escaleras, modernas y de gran extención, cosa que nunca se me habría ocurrido, ya que en esa casa todo era viejo y feo. Esto ya me estaba empezando a gustar, padre me revelaría el gran secreto familiar, creo. Luego de hechar un vistazo rápido comencé a imaginarme mil y un cosas y a pensar en los misterios que podía ocultar, a lo que padre interrumpió mis mensamientos.

_ Ahora vas a saber a lo que se dedicaron tus ancestros y lo que te vas a dedicar de más grande -dijo dandome una palmada en la espalda.

Comenzamos a bajar las escaleras en busca de eso tan desconocido, mientras más bajo ibamos más frio hacía y comenzaba a escuchar ruidos extraños provenientes del final de la escalera. Yo calculaba que habiamos descendido al menos unos 50 metros. Mientras mi maravillosa mente seguía imaginando cosas padre buscaba una llave, la cual tenía una forma muy peculiar, por el lado que se agarraba era de un cuero antiguo y tenía unas palabras escritas en otro idioma, y por el otro lado, con el que se abría la puerta, tenía forma de las iniciales del apellido de la familia. Forjado en oro lograban la perfecta unión de una "j" y una "a". Johnson Ámsterdam, así es, mi apellido era horrible, pero muy prestigioso debo admitir. A todo esto mi padre comenzó a introducir la gran llave en la puerta metalica que se encontraba en frente nuestro, cada segundo parecía un minuto y cada mimuto parecían horas, ya me estaba impacientando y me puse muy nervioso.

Por fin abrió la puerta dejando ver un inmenso laboratorio, con máquinas que nunca antes había visto, muy ilumimado, era realmente inmenso. Dejé caer mi mandibula dando una gran inhalación de aire, lo que captó la atención de mi padre.

_ Aquí tienes, lo que tanto esperabas, lo que nunca imaginaste ver, el fututo, el avance y el tesoro familiar -dijo con voz de presentador.

¿Cómo podía ser que todo este imperio futurista estuviera debajo de mis pies y no me había dado cuenta?

Bueno, en parte lo sabía ya que conocía a padre y sabía que era una persona que podía tener muchos secretos, pero tenía esa extraña sensación de que había algo mal, no podía dejar de pensar en eso, cuando de repente me sacó de mis pensamientos un grito. Era como si no fuese de un humano, parecía sacado de una película de terror, miré a mi padre y abrí los ojos de par en par.

_ Hay cosas que aún no estás listo para ver Matthew -dijo mi padre dirigiendo la mirada hacia una compuerta blanca ubicada en un lateral del laboratorio.

No sé bien cuantas horas estuvo mostrándome los diferentes artefactos médicos y las maquinarias irreales que tenía, era como un niño con un juguete nuevo, nunca había visto a padre tan feliz. Y por una extraña razón eso me ponía muy feliz también.

De repente sonó una alarma en la pantalla gigante que se encontraba al fondo de ese extraño lugar, por lo que padre salió corriendo a ver que era lo que sucedía. Yo, con temor me acerqué lentamente a ver que era lo que inquietaba a padre, el cambio rapido y radical de su expresión me puso un tanto inquieto. Luego de que mirara unas graficas y varios números se giró y mirandome a los ojos me dijo:

_ Sube con cuidado y cierra bien las compuertas, no dejes que tu hermana Mey se entere de lo sucedido y llevala a pasear por el campo, por favor dile a madre que baje, que es urgente su presencia. Rápido!!

Una vez dichas estas palabras se me pusieron los pelos de punta y salí corriendo a cumplir el mandato de padre. Una vez arriba, llevé a Mey a hacernos una sesión de fotos, así es, como muchas mujeres le encantaba ser el centro de atención.

Mey era de esas personas extrovertidas que no les cuesta relacionarse y dice las cosas que piensa y como las piensa sin tener cuidado con las consecuencias, era amable, un tanto ingenua y muy confiable, pero sobre todo irritante. Aún así la amaba, era mi hermanita. En cuanto a su físico era una persona muy insegura, pero ella no sabía que tenía un cuerpo excelente, era una persona de estatura estándar y tenía el pelo negro, liso. Pero lo que más llamaba la atención eran sus hermosos ojos azules, parecían faroles iluminados por las mismas estrellas.

Nos fuimos al patio de la casa a hacer las fotos que tanto quería, y luego de unas mil o mil quinientas fotos apareció madre para anunciar la cenar, en su rostro se veía mucha preocupación. Yo no sabía que había pasado en aquel cuarto y la intriga me mataba.

Y sí hice lo que piensan, esperé a que padre y madre se durmieran y robé la llave del laboratorio para ver que era lo que producía esos horribles sonidos. Entré a la sala de estar y abrí la caja de la que padre sacó ese manojo de llaves, y para mi suerte ahí estaba. Rapidamente bajé y entré al laboratorio, me frené frente a la misteriosa puerta blanca y tomé fuerzas para abrir.

Luego de unos minutos pensando en si lo que estaba haciendo estaba bien sentí nuevamente ese ruido y por instinto abrí la puerta para ver que demonios pasaba. Y ahí la vi, una chica de mi edad, hermosa, de pelo castaño oscuro, saltones ojos marrones, una figura excepcional. Tenía pecas en las mejillas, y una piel clara como las nuves. Era realemnte bella, pero lo que llamó mi atención completamente es que sólo estaba ella, sentada en el suelo como india. Me miró a los ojos fijamente, su belleza me nublaba los pensamientos.

_ Buenas noches Matthew, te estaba esperando -dijo con una extraña sonrisa en el rostro, lo que me dejó sumamente perplejo y asuatado.

¿Cómo sabía mi nombre? ¿Porqué padre la mantenía encerrada? ¿De dónde provenían esos extraños ruidos? Mientras más avanzaba el tiempo, más preguntas aparecían.

"Experimento Letal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora