Capítulo 7 - No Te Metas En Mi Vida

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Nunca creí que mi vida fuese así de patética, no sabia que unas pocas palabras podían romper me en segundos, joder, era débil, se que eso nunca cambiará, se que pasando los años me romperé como cristal a piedra con cualquier verdad que me duela o con cualquier ofensa. Entre todos mis pensamientos no me había dado cuenta que del pasillo ya me encontraba en el hueco de las escaleras ¿Por qué? Yo tampoco lo sé. Alcanzaba a escuchar pasos que venían detrás de mi, supuse que era el chico, joder, ¿Por qué me sigue? ¿Por qué parece importarle mi vida? No lo entiendo.

- ¿Estás bien?.
- ¿Yo? - pues claro que yo, no hay nadie mas.
- No hay otra persona.- sonrió, que estúpida soy.
- Estoy perfecta, ¿qué no ves que es el mejor día de mi vida?.- mira mi sarcasmo.
- Mmm..- se quedó pensando un momento.- Si es así, entonces me voy.- comenzó a levantarse para irse.
- Bueno.. no estoy bien.
- El sarcasmo no es bueno en momentos así ¿sabes? Tampoco el quedarse sola.
- He estado sola en momentos así.
- ¿Y Jasón, qué con el?.
- Por un demonio, Jasón ya no está, ¡dejen de mencionarlo! ¡Desde que se fue estoy completamente sola!- fue imposible contener las lágrimas, era la primera vez que lloraba en frente de alguien que no fuese Jasón, desde ahora supongo que será así, llorar enfrente de cualquier persona.
- Si estuvieses sola yo nunca te hubiese defendido de Leila, si estuvieses sola yo no estaría aquí ahora.
- Pero ella tiene razón, nunca he sido capaz de defenderme, siempre lo hacia Jasón, no tenias que venir tú a hacerlo.
- Estabas en shock, si la dejaba seguir ofendiéndote estarías más lastimada que ahora.
- Pero ¿por qué te importa tanto mi vida? ¿por qué te importa si soy molestada? ¿¡quién carajos te dijo que te metieras en mis problemas?!- al demonio, me largué de ahí, y me fui a casa, al menos podría estar tranquila en la comodidad de mi cama.

Apenas entre a la casa y subí corriendo a mi cuarto, al parecer mi hermano se percató de ello y me siguió.

- Hey, ¿qué pasa? - dijo tocando la puerta.
- Vete Aiden.
- Dime qué tienes coño.
- Tengo una mochila y una cama.
- Sabes de lo que hablo Darlene, abre la maldita puerta.
- Y tu sabes que así menos la voy a abrir.

Se fue sin decir nada mas, al fin podía estar tranquila.
Pasaron algunas horas, ya me había calmado y me puse a ver The Walking Dead, hasta que tocaron la puerta.

- Te dije que no abriré la puerta Aiden.
- No soy tu hermano.- era mi madre, no sabia si Aiden le habría dicho lo de hace rato.
- ¿Abro?
- No hace falta, solo venia a decir que una prima tuya vendrá a quedarse unos días, llega pasado.
- Esta bien.

¿Prima? Mi mamá era hija única, por lo que no tengo primos, y la familia de mi papá no nos habla desde que ellos se divorciaron y de por si no nos llevábamos bien con ellos. No se si mi mamá se había olvidado de hablarnos de tal prima o nos oculta algo.

¿Y Si Se Ponen En Mi Lugar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora