Querido Diario,
Realmente odiaba que mi universidad tuviese sillas blancas; un día estaba haciendo un taller junto al chico acosador que toda mujer tiene, y justo cuando íbamos a entregar nuestro trabajo se alejó de mi cuando vio mi silla manchada de color rojo.
Lo bueno es que más nunca me acosó, lo malo es que me enteré que había un rumor que suponía que yo era travesti, pero con esa mancha, se esfumó y se aclaró que si era una verdadera mujer.Ay Andrés, no de que pensar de ti.
Andrea
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Bendito Andrés
Humor¿Por qué gritamos un día y al otro estamos contentas? ¿Por qué sangramos tanto tiempo y no acabamos en una tumba? ¿Por qué le gusta visitarnos tanto? Menstruación, esa es la palabra y el protagonista de muchas preguntas, mejor conocido por la poblac...