Narra Mía
-Ah, em... chicos, no encuentro mí ropa- dije un poco avergonzada, había encontrado mí ropa interior pero no lo demás
-Ah, La puse a lavar, ahora debe estar mojada- dijo Mike rascándose la nuca- que Santi te preste ropa y danos tu dirección así te llevamos la ropa mañana
- okay- dije y le di mi dirección. Luego de eso Santiago me llamó
-Ven, sígueme- dijo y así lo hice. Me llevó a un clóset que literalmente tenía las mismas proporciones que mi habitación- elije algo- dijo sentándose y cruzándose de brazos. Había una cantidad impresionante de ropa, había quedado con la boca abierta. Empezé a buscar algo que sea de mi talla. Finalmente me decidí por unos pantalones holgados con cinturilla ajustable y una musculosa.
Me cambié en frente de él, no me incomodaba. Ya me había visto desnuda anoche, no le iba a importar verme en ropa interior.
De forma desprevenida me dio un suave abrazo por la espalda que hizo que mis músculos se relajaran
-Te queda perfecto- su voz me tranquilizó más aún, me estaba bajando el sueño. Santiago se dió cuenta de eso y rió- no te duermas cariño- dijo y me reí suavemente
-Tengo sueño- dije tallandome los ojos, el rió nuevamente
-quieres quedarte y dormir un poco?
-No, no quiero causar molestias. Aparte mi compañera de cuarto me está esperando y seguramente no sabe nada de mí
-Entonces te llevamos a tu casa?
-Si me pueden hacer el favor
-Vamos ahora- dijo y salió por la puerta para que lo siga. Me despedí de Brad y Mike y luego bajamos al último piso. Me llevó al estacionamiento para abrir la puerta de un Audi rs5 y le di la dirección de mi edificio, llegamos y lo saludé. En el camino me había dicho que yo le había dado mí número la noche anterior, yo sinceramente no recuerdo nada de lo que pasó. Subí a mí departamento y me encontré a mí mejor amiga y compañera de piso sentada en el sofá con su celular
-No sabes lo que te tengo que contar
