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Prólogo

YoonGi pestañeó con fuerza, buscando aclarar su vista. La brumosa oscuridad llenaba cada rincón, cegándolo por completo, solo podía verse a si mismo y la espesa negrura.
Una risa siniestra inundó los alrededores, provocando que el rostro del chico se volviera más pálido de lo normal.

El pánico se apoderó de él al verse envuelto en aquel sueño una vez más, y es que, en los ultimos tres dias, la historia se repetía tan pronto se quedaba dormido.
Primero, la negrura se expandía nublando su vista, entonces, cuando intentaba huir, él aparecía, no sabia como lucía o quien era, solo había escuchado su voz, su aguda e irritante voz, que lo llamaba y atormentaba por las noches. Su presencia traía consigo siempre unas experiencias que para YoonGi, eran dignas del horror, como: asfixia, pérdida de voz, inmovilidad y la peor de todas... sus "visiones".
- YoonGi~ah...
Se preguntó cual seria el desenlace si en vez de huir, trataba de enfrentarlo. Incluso si sabía que era un sueño, le aterraba las posibilidad... Pero, ¿Qué podría ser peor que lo que vendría a continuación? ¿Seria capaz de evitarlo?
- No te tengo miedo...-trató de sonar convincente. Su peor pesadilla volvió a reír, con burla esta vez. Era evidente que aunque no quisiera admitirlo estaba aterrado...ambos lo sabian, pero YoonGi tenia su orgullo.- ¿Qué eres?
- ¿Qué eres?-contraatacó la aparición. No sabia si tenia cejas o siquiera rostro, pero podía imaginarlo arqueando una de ellas.
- Dejate de mierdas y contesta de una vez..
- Yo, soy tú.-comentó tranquilamente la voz, tan tranquilamente de hecho, que YoonGi consideró la posibilidad de que dijera la verdad... Quizá era alguna de esas manifestaciones de su subconsciente o una mierda similar.
El vacío espacio que lo rodeaba fue llenandose con una voz que conocía muy bien. Su propia voz.
-Eres un fracaso Min..
Volteó espantado, buscando con la vista al emisor de aquellas palabras. Su ojos fueron a parar en una versión más joven de si mismo, ¿Qué edad tendría entonces? ¿17? ¿18?
Estaba parado en medio de la nada, mirándolo.
- Creciste para convertirte... ¿En esto?
- Callate.-exigió a su yo más joven, no quería oír lo que tuviera para decir.
-¿Cómo está papá?
YoonGi, el YoonGi real, apretó sus puños con fuerza, nunca había tenido tantas ganas de golpear su propio rostro.
- ¿Cómo está mamá? ¿Sigue sobre protegiendo a su pequeño bebé?
Perdiendo la cordura llevó sus manos hasta sus oídos, deseando que todo aquello solo terminara, que lo dejaran en paz.
Otras voces se sumaron a la de su yo pasado, viéndose rodeado por gente a la que jamás querría recordar.
"Eres una vergüenza", "No mereces que te llame hijo", "¿Por que no solo naciste normal?", "No te ofendas, pero me incomoda tenerte cerca", "Prefiero mantenerme lejos de los maricas", "No quiero volver a verte".
- Por favor... Detente...-las lágrimas amenazaban con resbalar por sus pálidas mejillas, quería correr, quería alejarse de aquel infernal bullicio, pero no podía huír de su realidad, no podía cambiar lo que era.
Las voces se apagaron y el entorno volvió a como estaba en un principio, vacío, silencioso y frío.
El sonido envolvente de una tonada familiar lo sacó de su trance.
Sorbió por la nariz, notando que extrañamente estaba llorando, eran contadas las veces que él lloraba, se sintó debil, se sintió estúpido.
Todo volvía a ser negro, desolado, mientras la tonada se hizo más fuerte, su peor pesadilla, su supuesto otro yo, estaba cantando esa canción, y vaya que lo odiaba y quería desaparecerlo por completo de su vida, pero ¡Demonios! Sonaba hermoso....se estremeció al sentir un aliento contra su oreja y aquella melodiosa voz tan cerca. Obviamente, al voltear no había nadie.

- No llores YoonGi..-aquel susurro sonaba ahora tranquilizador...cerró los ojos dejándose llevar... Sintiendo su cuerpo caer con su propio peso.

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Se levantó sobresaltado y sudoroso, respirando aceleradamente, con el corazón martillando fuerte su pecho...
"Santa mierda."
Notó su celular sobre la mesita de noche, estaba sonando la alarma, con una canción que conocía muy bien....

- Hijo de...
Con ganas de aventar el teléfono, apagó la tan molesta canción y se levantó con pesar...
Ésta era la tercera vez en la semana que soñaba algo así y comenzaba a preocuparse.
Nunca fue una persona que le tomara importancia a los sueños, pero era demasiado insistente y comenzaba a dudar...¿Y si su subconsciente trataba de decirle algo?
"Qué estupidez..."
Ese sería un día largo, tenia que ir al trabajo y se sentía fatal, estaba cansado y lo notaba en cada rincón de su cuerpo.

- Estupido sueño...-Maldijo.
No lo llamaría pesadilla, eso sería admitir el disgusto... Y la verdad es que le daba igual. Su único problema era el hecho de no poder dormir bien "¡Estaré como un imbécil todo el día a causa del cansancio!"

Salió del baño arrastrando los pies y tomó los cereales para comenzar a preparar el desayuno... Odiaba los miércoles.
Bueno... odiaba todos los días que tuviera que trabajar.

•Nightmare• {YoonMin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora