I: Sin corazón

832 54 12
                                    

CAPITULO 1: "Sin corazón".





Le metí un golpe que lo dejo sin fuerza y antes de que se cayera, lo tome del cuello y con fuerza descomunal proyecte mi puño en su cara, su cuerpo termino recargado en la pared, pero antes de que pudiera caer, tire de su carísima chaqueta y coloque mi codo en su cuello, ahogándolo.

-Has venido a buscar venganza al lugar equivocado, tío. - le escupí, notando el sabor metálico en mi boca. Maldito marica. Me había dando en el percing, esperaba que mi labio saliera ileso de esta.

Su cara empezó a ponerse tan roja como un tomate y comenzó a revolverse, intentando zafarse de mi agarre; Solté su chaqueta y tire de su cabello, haciendo que gimiera de dolor.

-Maldito cabrón - mascullo con los ojos cerrados.

-Ay, perdóname. ¿Te duele mucho? - me burle, soltando su cuello y tomando impulso, estampe mi rodilla en su vientre; Su cuerpo se irguió y empezó a escupir sangre, alzo su mirada e intento parecer desafiante.

-¿Aun no has tenido suficiente? - me burle, y antes de que contestara le metí una patada en la cara, haciendo que se fuera para atrás y finalmente cayera al suelo.

-Hijo de... - susurró.

Me agache a su lado y tome su cabello entre mis dedos, apretando fuertemente.

-Dile a tu hermana que es una puta chillona a la hora de follar, que a la próxima tenga un poco de consideración - le comente, intentado no reírme por la cara de rabia que había puesto.

-Maldito desgraciado... - intento golpearme, pero alcance su puño y doble su brazo de manera que quedo casi al revés. El tío aulló de dolor, y su rostro se contrajo dolorosamente.

-Ya me has aburrido - bostece. Lo levante del suelo y soltando su brazo le metí un puñetazo en la mandíbula, haciendo que tambaleara y cayera de rodillas, y con una buena patada lo mande al infierno.

Lo escuche gemir de dolor, seguro le había roto la mandíbula, pero no podía importarme menos. Iba a dejarlo ahí, pero entonces dijo algo que me hizo detener en seco.

-Maldito animal sin corazón.

Retrocedí los pocos pasos que había dado y me agache a su altura.

-Ándate con cuidado porque este animal puede comerte - susurre golpeando su cara con la palma de mi mano. Y me aleje.

El tío había llegado hacia una hora a mi casa, al principio me había extrañado que supiera el lugar en donde vivo, pero cuando me reprocho el haber follado con su preciosa hermana, supe como lo había averiguado; había que reconocer que tenia agallas, mira que venir a interrumpir en mi casa a mitad de la noche, no cualquiera era capaz de hacer tal cosa, pero para su desgracia hacían falta más que agallas para hacerme frente.

Esa maldita bocazas me las iba a pagar, había estado rogándome que la cogiera desde que había entrado al semestre; me alegraba haberla cogido fuerte, ojala el dolor en el culo le durara un buen rato.

Regresé a mi casa a seguir durmiendo, ese maldito capullo me había despertado; me recosté en la cama y prendí un cigarro, calé fuerte sintiendo como el humo me perforaba la campanilla. Eran cigarros blancos, y los odiaba, pero Zayn decía que si quería seguir fumando debía cuidar mi garganta o de otro modo la jodería y ya no podría fumar tanto. Era como una droga, lograba calmarme como nada lo hacía.

Todo estaba en silencio. Todos dormían, ignorando completamente lo que acababa de pasar. Desde mi cuarto escuchaba los leves ronquidos de June, que en la octava lata de cerveza se había quedado dormida. No se iba de putas, por el simple hecho de no salir de casa, había quedado traumada después del divorcio con John, mi verdadero "padre" había muerto hace varios años, pero nunca me afecto porque era un verdadero hijo de puta borracho.

Tomé mi celular y revise la hora, faltaba poco para entrar a clases. ¡Bah! Para lo poco que me interesaba. Saque otro cigarrillo y empecé a calar más fuerte, se sentía tan bien...Era como una medicina para mi maldita enfermedad.

Alcé mi camisa y pude sentir mis huesos mezclados con mis abdominales, y es que casi nunca comía, aparte de que casi nunca tenía hambre, prefería dejar la comida para Emily, la más chica de todas mis hermanas, ella si necesitaba estar bien alimentada. Desde que nuestros padres se habían divorciado June se la vivía borracha, Haley intentaba mantenernos con lo poco que ganaba trabajando en un café, y Jane siempre estaba con un tío diferente, probablemente follando, pero eso no me incumbía.

Tiré la colilla del cigarro en el suelo de mi habitación y al pararme sentí un pinchazo en el estomago, seguro necesitaba algo de comer; baje a la sala y al asomarme note que ese hijo de puta ya se había ido. Mejor así, los tíos como ese me ponían los nervios de punta.

Cuando había llegado me había dado un buen susto, no esperaba al hermano mayor de la zorrita, y aunque le había dado una buena paliza el pobre tío me daba un poco de lastima, después de todo solo intentaba recuperar el poco orgullo que poseía la puta de su hermana; yo haría lo mismo en su lugar, si no fuera porque hace mucho me había encargado de enseñarles a ellas lo cruel que podía ser la vida y lo importante que era saber defenderse. Haley era bastante grande, no era necesario que yo anduviera atrás de ella como perro guardián; Jane estaba jodida, ella siempre lo había estado, la única vez que Haley había intentado acercarse a ella ambas habían terminado agarrándose en el cuarto de Jane. Ninguna comento nada al respecto, cada una continuo con su vida, ignorando la de la otra.

Abrí la puerta de mi cuarto y me acerqué al armario buscando un poco de ropa que ponerme, encontré unos jeans viejos y una playera negra que empezaba a verse gris por tanto desgaste. Me mire en el espejo y lo que vi me hizo sonreír; tenía unas ojeras que me hacían ver más tenebroso de lo normal, mis labios estaban rojos como si acabara de beber sangre, mi rostro estaba pálido y mis ojos vacios reflejaban como estaba por dentro. Vacio.

"Maldito animal sin corazón".

El tenía razón. En ambas cosas.

Pude haberlo pateado hasta el cansancio, pude haberlo golpeado con el puño cerrado hasta escucharlo sollozar que me detuviera, pude haberlo matado en ese preciso instante y nunca habría sentido remordimiento; no tenía sentimientos, no podía sentir nada, carecía de conciencia que me dijera lo que era bueno y lo que era malo.

Era como un animal. Actuaba por impulso, por supervivencia, por instinto.

No amaba a nadie, porque no podía hacerlo.

Yo no tenía un corazón como todos los demás, yo no sabía lo que era amar, yo simplemente no había nacido para amar.



Al fin y al cabo solo era un maldito animal sin corazón.









¡Hey, Hey! Estoy de vuelta con el primer capitulo de esta novela, que para confirmar es completamente mia. Aun no tengo definido los dias que subire capitulo de la novela, pero me gustaria recibir sus comentarios sobre este primer capitulo... PROMETO QUE EL PROXIMO SERA MAS LARGO :).

¡VOTEN Y COMENTEN PARA SABER QUE LES HA GUSTADO! GRACIAS.

Dangerous and Moving {Larry Stylinson}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora