VIII: La vida es una pelea.

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-¿Y tu quien eres? -Cuestionó con indiferencia.

-Soy Niall.

-Ah, eres ese tío. -recordó, pero al ver la cara de confusión del joven rubio, aclaró: -El que me tiro el porro el otro día.

-Ah, si... lo siento por eso, estaba intentando llegar a la cafetería antes de que se llenara y...- dejó de prestar atención a lo que le decía y saco su encendedor para jugarlo. No sabía porque aquel novato le hablaba con tanta confianza; recordaba vagamente la primera vez que habían chocado, y el otro casi se había hecho en los pantalones al verlo. Extrañamente ahora se comportaba como si lo conociera. Quizo aclararle que si el otro día no le había roto la cara, era porque todo había sido un accidente, y eso hasta el podía entenderlo. Antes de siquiera poder callarlo, éste soltó algo que no esperaba.

-Ah, lo olvidaba. Me pareció escuchar que alguien quería cobrar cuentas con el líder de porristas - Calló un momento, dudoso, pero luego continúo: - Y por lo que he visto tu eres su amigo, así que quizá debas decirle que debe tener cuidado. -

-¿Con Liam?- su ceño se frunció.

-Ajá.

-¿Recuerdas de quien lo escuchaste?

-Nope.

-¿Donde estabas cuando lo escuchaste?

-Fue en el gimnasio.  Estaba detrás de las gradas intentando comer mi sándwich sin que el profesor me cachara y escuche como algunos del equipo comentaban que ya era hora de darle una lección.

-Joder, tío.- gruñó tomandolo del cuello de la camisa. - Tuviste que haber escuchado algo más. Día, fecha, hora, algo.

El joven rubio se espanto al ver la cara de psicópata que había puesto el castaño.

No esperaba que le importara; y en realidad, había estado muy nervioso por ir a contarle lo que había escuchado.

Si le preguntan él porqué no había ido  a advertirle al mismo Liam, era que el joven capitán era muy popular y siempre estaba rodeado de chicas muy lindas, y Niall definitivamente no tenía problema con las chicas bonitas. Ahí el problema era el mismo capitán. Para Niall era algo complicado entender él porque siempre se ponía nervioso con su presencia.

-N-No h-he escuchado ma-as...- susurró, atragantandose con sus propias palabras.

-Debiste haberte informado más antes de venir a contarme algo como esto.- Murmuró, ofuscado con la actitud infantil del joven. -Me has cabreado. - le informó, mientras lo alzaba con las manos aún en su camisa.

-No ha sido mi intención- Murmuró Niall casi temblando. -Lo lamento.

-Tu puta madre...- sus palabras fueron cortadas al ver a varios chiquillos enfrente de el acomodados en círculo riendo burlonamente. -¿Que mierda? - su ira se esfumó y la curiosidad lo embargo; dejó caer al rubio y se acercó al tumulto de chavales.

Su mirada cayó en un pequeñín que yacía sentado en medio del círculo. Vestía unos vaqueros y una playera polo. Era un pelirrojo con rasgos finos, y desde lejos se veía que estaba aterrorizado por toda la atención que le estaban dando.

Le sorprendió ver que sus mejillas estaban muy rojas; y casi se ahoga en su propia saliva cuando distinguió una ligera capa de corrector en sus ojos.

Una bola de papel aterrizó en la cabeza del joven, y entonces comprendió. Estaban molestandolo.

Y aunque no podía importarle menos, le causaba morbo ver, por lo que con la idea de satisfacer su intriga,  se quedó unos minutos más.

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2015 ⏰

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Dangerous and Moving {Larry Stylinson}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora